Por | Servilio Peña Aponte
Se cumplieron los actos simbólicos para recordar la importancia de la firma del “acuerdo regional de paz de Occidente de Boyacá” al llegar a sus 30 años.
Se destacó el encuentro en el puente Jorge Leyva, sobre el Río Minero, en San Pablo de Borbur, donde se cumplieron actos simbólicos, con la firma de un acta para ratificar la paz, se escucharon poemas y música alusiva a la paz y se declaró este lugar como un sitio para recordar a las víctimas.
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Allí acudió el señor Gobernador de Boyacá, Ramiro Barragán, el asesor de paz de Boyacá, Pedro Pablo Salas, el prior de la comunidad dominicana, Carlos Mario Alzate y cuatro alcaldes de la región. También, lo hicieron los delegados de la ONG Boyapaz, la Fundación In-pacto, la empresa Fura Coscuez y medios de comunicación.
Fue muy emotiva la reflexión del mandatario local, Mauricio Obando Forero, quien pidió perdón a los campesinos que murieron “empuñando un machete y un azadón” en el Occidente de Boyacá, a los niños huérfanos, mujeres y viudas, por la era de horror que vivió la región hace tres décadas. También invitó a mirar al Occidente distinto. Como una tierra próspera, llena de oportunidades y con bondades como la agricultura y el turismo. Y envió un mensaje hacia el Gobierno Nacional para que lleve las inversiones que necesita la región, después de 30 años de olvidos.
El Gobernador de Boyacá anunció que será prioritario terminar la “transversal de Boyacá”, ya anunciada hace varias décadas. Habló de las gestiones que pueden cumplir los diputados de esta zona de Boyacá y la unión de esfuerzos para que el gobierno nacional escuche estas peticiones. Reconoció que se ha propuesto “construir sobre lo construido” y avanzar hacia el turismo y el desarrollo del sector agropecuario.
Por su parte, Wilmar Triana González, alcalde de Chiquinquirá y miembro del Consejo Nacional de Paz, prometió adelantar las gestiones para que este “proceso de paz” sea reconocido por el Gobierno, y para que esta zona llegue a tener un tratamiento como territorio especial, para que lleguen las inversiones y los recursos que tanto se han esperado, para recuperar una región que quedó con muchas carencias y limitaciones después de sus guerras.
También, en horas de la tarde, se cumplió un evento especial en el parque principal de Muzo, convocado por el alcalde Neicer Albeiro Susa. Allí, estuvieron presentes los diputados Armando Quiñonez y Darío Mahecha, el delegado de paz de la gobernación y autoridades locales. En este Municipio, donde hace 30 años de firmó el acuerdo, se volvió a hacer un llamado al Gobierno Nacional, para mirar con generosidad a ésta región, que fue capaz de pactar la terminación del conflicto. Por último, los invitados visitaron el “Museo Internacional de la Esmeralda”.
Pero en conclusión, fue notoria la ausencia total de instituciones del Estado. Ni el alto Comisionado para la Paz, ni la Vicepresidencia de la República, ni los voceros del nivel central, que tienen que ver con la construcción de la paz, hicieron presencia. Tampoco estuvieron allí, las instituciones que tienen la tarea de trabajar en favor de “la memoria” y de “la verdad” a nivel nacional. Más aún, cuando se trata de una región donde se vienen escuchando las voces que reclaman un mayor esfuerzo para recuperar, registrar y visibilizar los relatos sobre lo que ocurrió en esta región, a lo largo de tres décadas. Los demás actos de celebración de los 30 años del “Acuerdo regional de paz de Occidente de Boyacá”, se van a cumplir de manera virtual. Se destaca, por ejemplo, el Concurso Regional de Escritura, “Memorias del Occidente”, liderado por los jóvenes de la Fundación In-Pacto de Pauna. También, la presentación virtual del himno en honor a esta celebración, compuesta por dos artistas chiquinquireños y la muestra de fotografía histórica de la región.
