Alto gobierno y Obispo de Chiquinquirá ausentes en los 30 años del pacto de paz de Occidente

Ramiro Barragán, Gobernador Boyacá. Foto | Darlin Bejarano
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Con la presencia del gobernador del departamento Ramiro Barragán, de los diputados Darío Mahecha y Armando Quiñones, de solo cinco alcaldes de la provincia, pero sin el Obispo de Chiquinquirá, ningún parlamentario, con la ausencia de los viejos patrones sobrevivientes; y, más bien, con la de los gerentes y directivos de las nuevas concesiones, se ha realizado los 30 años de la firma del acuerdo de paz que puso fin a la cruenta guerra de las esmeraldas.

Un conflicto de varios años de duración, cuyo saldo de muertos y actos de barbarie, en términos relativos, no tiene parangón en el escenario del eterno conflicto armado colombiano, terminó con el acuerdo de paz que hoy se considera un ejemplo de reconciliación para el país, pero que termina desdibujado por las circunstancias particulares de la pandemia y las nuevas orientaciones que sobre la paz tiene el actual gobierno del presiente Duque, a quien, al parecer le es indiferente todo lo que se refiera a la solución de los conflictos.

Foto | Darlin Bejarano

Los actos de la mañana han terminado con una ofrenda floral que fue lanzada al Río Minero, el principal testigo de los estragos de la Guerra, y sobre cuyo puente, en la carretera que va de Pauna a Borbur, se realizaron los actos conmemorativos, liderados, a su vez, por el alcalde de Borbur, Mauricio Obando. 

Foto | Darlin Bejarano

Oficialmente no se sabe por qué no asistió el Obispo ni los viejos patrones. En cuanto al gobierno nacional, lo único fueron las palabras de la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez, reproducidas durante el acto con un lacónico mensaje de saludo que evitó compromisos o valoraciones especiales de lo que ha significado el acuerdo de paz y lo que pueda faltar para consolidarlo.Vale recordar que el pasado jueves, la Vicepresidente Marta Lucía Ramírez participó en la conmemoración de los 30 años de firma del acuerdo de paz, que puso fin al conflicto en el occidente de Boyacá, por las esmeraldas en una Eucaristía en la Catedral Primada de Colombia, donde expresó que “Este es un acuerdo que se ha construido día tras día, es un esfuerzo permanente por superar cualquier huella de violencia, odio y codicia, agregando que tenemos que trabajar para lograr prosperidad y desarrollo para la región, puesto que en la medida en que haya desarrollo y empleo de calidad, vamos a eliminar cualquier espacio para las actividades ilegales en nuestro país”.

Foto | Darlin Behjarano

Sin embargo, tanto en esta misa de Bogotá, como en el mensaje enviado a Borbur, hoy, la funcionaria evitó cualquier compromiso en términos de ayudas, programas especiales u obras para la región; menos una referencia a las nuevas condiciones de manejo y explotación de las minas de la región que ahora van quedando en manos de concesionarios extranjeros, con medidas como la recientemente promulgada por la Agencia Nacional de Minería donde en la práctica elimina la guaquería tradicional que ha sido la fuente de sustento de miles de personas durante generaciones.En cuanto al gobierno departamental, el gobernador Ramiro Barragán dijo que su compromiso con la región es definitivo y que una de sus tareas principales será la de propiciar que el gobierno nacional cumpla el objetivo pactado para la celebración del Bicentenario el año pasado en la dirección de terminar la pavimentación de la transversal de Boyacá que uniría la región hasta Puerto Boyacá.

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