La capital boyacense fue segunda en el índice de resiliencia epidemiológica, que mide situaciones como el avance en la vacunación, la seroprevalencia, la capacidad del sistema de salud, entre otros factores; que a su vez permiten un mayor grado de apertura económica, cultural y social.
Tunja es la segunda ciudad capital en Colombia con mayor índice de resiliencia epidemiológica, lo que constata un buen desempeño en el manejo de la pandemia y la apertura de espacios para el desarrollo de actividades de diversa índole.
En la medición hecha en julio de este año, Tunja se encontraba en el sexto lugar de dicha medición, pero para octubre escaló a la segunda posición, igualando en clasificación con Bucaramanga y solamente siendo superada por Barranquilla.
El índice de resiliencia epidemiológica es un índice sintético multidimensional conformado por indicadores como el progreso en la cobertura de vacunación, al que se le da un 50% de la calificación; la aproximación a la seroprevalencia, con un 30% de valoración; la capacidad del sistema de salud, con 15% de la calificación; y el testeo promedio en los últimos tres meses, cuya valoración es del 5%.
Si bien el testeo es el factor con menos incidencia en la valoración en este índice, es un aspecto clave, pues a mayor grado de testeo, mayor control del virus hay, y a su vez eso permite un mayor grado de apertura y más actividades de carácter social y conglomerado.
“El Índice de Resiliencia Epidemiológica Municipal es una medición muy importante ya que permite al Gobierno Nacional establecer cómo estamos los territorios para la apertura de espacios para el desarrollo de actividades económicas y sociales. Este seguimiento es importante en la medida que podemos detectar de forma oportuna un riesgo inminente de brotes por COVID-19, que pueden generar un impacto negativo en la salud y economía de la población”, explicó el epidemiólogo Fred Manrique, líder del equipo epidemiológico de la Alcaldía de Tunja.
