Por | Zully Orozco – Economista e investigadora – Economista Liberal y apartidista
Ante el uso cada vez más frecuente de las criptomonedas, los Bancos Centrales de todo el mudo contemplan la posibilidad de emitir sus propias monedas digitales (MDBC). Sin embargo, contrario a lo que muchos piensan, las criptomonedas y las MDBC no son lo mismo. Las primeras son emitidas por plataformas privadas que permiten conservar en anonimato el registro de las transacciones, mientras que las segundas son emitidas por los gobiernos, esto último les brinda un control privilegiado sobre la privacidad financiera de los usuarios.
El uso de la criptomoneda fue recobrando mayor relevancia durante los años posteriores a la crisis financiera de 2008. La incertidumbre, el miedo y la pérdida de confianza en el dólar ante la sucesiva quiebra de establecimientos bancarios y la contracción crediticia, aumentó su demanda como activo alternativo de refugio.
La misma tendencia volvió a replicarse durante la crisis por la pandemia del COVID-19 en 2020. La agresiva reducción de los tipos de interés de política que implementaron los Bancos Centrales en todo el mundo, condujo a una caída en la rentabilidad relativa de los bonos, obligando a que los inversionistas cambiaran de estrategia de inversión hacia la compra de criptoactivos.
Luego, su demanda se vio reforzada cuando la insostenible expansión monetaria provoco una monstruosa presión inflacionaria a finales de 2021 (de la que aún no salimos, claro) depreciando fuertemente la mayoría de monedas nacionales. Para ese entonces, el precio del bitcoin, la moneda digital más demandada en el mercado, se disparó de $USD 6.348 en mayo de 2020 a cerca de $USD 61.374 en octubre de 2021, lo que significa una valorización en más del 100% (investing.com)
Estos dos episodios financieros de excepcional valorización del precio de las criptodivisas, tanto después de la crisis hipotecaria de 2008 como de la reciente crisis del COVID-19, se produjeron como resultado del enorme desastre monetario que dejo tras si la aplicación de políticas inflacionistas por parte de los Bancos Centrales.
Sin embargo, es un hecho que parece aún no ser comprendido por los Bancos. La verdadera razón por la cual los ciudadanos demandan masivamente Bitcoin, Ether, USD Coin, entre otros activos, en nada tiene que ver con que sean considerados como sistemas de pago eficientes, sino fundamentalmente se demandan porque están lejos de la manipulación monetaria de los Bancos Centrales.
Los ciudadanos están hartos de ver como continuamente se deteriora el valor real de sus salarios y ahorros por la emisión descontrolada de dinero y por la intervención frecuente que los Bancos hacen a las tasas de interés. Por tal razón, la compra de criptoactivos se ha convertido en un intento por preservar el valor real del dinero manteniéndolo fuera del alcance de los gobiernos.
No obstante, los Bancos Centrales han visto en el rápido ascenso de estas monedas una singular competencia para el sistema monetario tradicional. Por ello son cada vez más los Bancos Centrales que se han abierto a la posibilidad de emitir sus propias MDBC. Así, en la actualidad, según Visual Capitalist, cerca de 150 países exploran la posibilidad de emitir divisas digitales, mientras que alrededor del 9% ya las han implementado.
Pese al importante salto hacia la era digital que representa para muchos la adopción de las MDBC, su implementación puede significar importantes riesgos para las libertades civiles que me gustaría explicar brevemente.
- Con la emisión de la moneda digital, el banco central será el único autorizado para acceder a la información financiera de los usuarios: Ello le brindará un registro completo de todo el volumen de transacciones que realizan los ciudadanos en cada operación, pago y gasto. De ser así, supondría un importante riesgo para la privacidad al anular los pagos desde el anonimato.
- Se convertirá en una poderosa herramienta para impedir la evasión fiscal y para penalizar el ahorro: Sí antes las personas no podían escapar al impuesto del IVA con cada compra, ahora con la moneda digital el Estado podrá descontar automáticamente de las cuentas electrónicas el monto requerido para el recaudo fiscal. Y sí el gobierno considera que ahorra demasiado, impondrá plazos de tiempo para que retire el dinero del sistema bancario y lo gaste antes de que desaparezca.
- A medida que el uso de las MDBC se generaliza pueden ser fácilmente instrumentalizadas para fines de persecución política: Si los ciudadanos reflejan comportamientos que son inaceptables para el gobierno, su cuenta puede ser congelada y su dinero en ahorro puede inclusive ser confiscado.
Las atrocidades contra la libertad que pueden ocurrir en un planeta donde los gobiernos tienen poder absoluto sobre el dinero son muchas. Las MDBC no traerán un mundo mejor, son una pésima idea, es darle un control descomunal a los Estados para intervenir en la vida de las personas y para abusar de sus libertades financieras.
Aun seguimos lejos de liberarnos del control de los bancos y gobiernos autoritaristas, pero es una realidad que la tecnología y el dinero descentralizado ha causado una fuerte preocupación en estos agentes, que se les ocurre estás brillantes ideas de control disfrazadas de libertad.