Las importaciones, la más dura pandemia contra el campo boyacense.
Mientras en países como Argentina anuncian que China triplicará las compras del maíz, en Colombia, pareciera que la preocupación del Gobierno es la importación de maíz y soya, y no el bienestar del campesino. «Solo en maíz se importaron 5,72 millones de toneladas».
Según informó el reporte diario nacional SIPSA, con fecha del 4 de marzo de 2021, la cotización de este producto se incrementó 12,50% en Tunja y el kilo se transó en $1.800, debido a la disminución de la producción en cultivos en Soracá (municipio que el mes de julio del año 2020, recibió por parte de la Secretaría de Agricultura insumos para la siembra de Maíz Porva), Siachoque, Samacá y Sogamoso.
Por el contrario, el precio del chócolo presentó una disminución de 26,00% en Cali, en donde el kilo se vendió a $991 por la mayor producción en cultivos en Pradera y Palmira, Valle del Cauca. De igual manera, en Manizales el kilo se negoció a $800, una reducción del 11,11% motivada por el mayor ingreso de producto desde Manizales, Neira y Chinchiná, Caldas.
Las importaciones
Citando un artículo de Portafolio, «En 2020 se importaron 8,45 millones de toneladas de cereales y 2,37 millones de toneladas de soya y derivados […] De producirse este volumen en el país podrían haber sido plantadas algo más de un millón de hectáreas con cereales y algo menos de 500.000 hectáreas de soya. Solo en maíz se importaron 5,72 millones de toneladas«.
La Federación Nacional de Cultivadores de Cereales y Leguminosas, Fenalce, asegura que 386 mil familias en Colombia viven del maíz. «Somos necesitarios en maíz no solo para el consumo humano sino para la industria de alimentos balanceados para animales que produce el pollo, el huevo, el cerdo, el pescado, la leche, el alimento para las mascotas», dijo para Caracol radio el gerente general de la Federación, Henry Vanegas.
