14 de noviembre, día de la mujer colombiana

Óleo – Colección Tricolor Bicentenario – Maestro Eduardo Malagón Bravo
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Por | Maestro Eduardo Malagón Bravo
Delegado Cultural de Puente de Boyacá
Presidente Fundador Confraternidad Bolivariana de América

El Himno de Moniquirá:

El destino repite en su gloria,
Policarpa fue en esta verdad
Sus raíces son moniquireñas,
Son legado a nuestra identidad.

El 9 de noviembre de 1967, en virtud de la Ley 44 del Congreso de la República de Colombia y firmada por el presidente Carlos Lleras Restrepo, declaró en su segundo artículo el día 14 de noviembre «Día de la Mujer Colombiana» en honor del aniversario de la muerte de “Nuestra Heroína, Policarpa Salavarrieta”.

Policarpa Salavarrieta participó en el grito de independencia del 20 julio de 1810 a sus 14 años. Más adelante, sus actividades durante la época independentista estuvieron especialmente vinculadas con el ejército patriota de los Llanos: recibía y mandaba mensajes, compraba material de guerra, convencía individualmente a jóvenes y les ayudaba a adherirse a los grupos patriotas. Experta en espionaje, Policarpa se volvió rápidamente indispensable para la causa patriota. Trabajaba siempre al lado de algún compatriota como su hermano Bibiano, pero su compañero de trabajo más importante fue Alejo Sabaraín. Sabaraín ya había luchado junto a Nariño en el sur, y había sido capturado en 1816. Al año siguiente lo cubrió el indulto y, libre, se dedicó al espionaje. Las actividades de Policarpa tal vez no hubieran resultado sospechosas para los realistas de no ser por la huida de los hermanos Almeyda, que fueron capturados con documentos que comprometían a La Pola, además de la delación de Facundo Tovar, un granadero venezolano infiltrado enviado por los españoles, quien comprometió más a La Pola y a su prometido Alejo Sabaraín tras saberse del reclutamiento de soldados para el Ejército Libertador.

El arresto de Alejo Sabaraín fue el elemento definitivo para la captura de La Pola, pues Sabaraín tenía una lista de nombres de realistas y de patriotas que La Pola le había entregado. Hasta ese momento, Policarpa se había podido mover hábilmente por la ciudad porque estaba recién llegada y muy poca gente la conocía; además, su juventud e inteligencia le habían permitido desenvolverse con gran capacidad. Policarpa fue detenida en la casa de Andrea Ricaurte de Lozano, y encerrada en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario convertido en cárcel.

El Consejo de Guerra la condenó a muerte el 10 de noviembre de 1817 junto con Sabaraín y otros patriotas más. La hora y fecha determinadas para el fusilamiento fueron las nueve de la mañana del 14 de noviembre de 1817. La Pola marchó con dos sacerdotes a los lados. Se ordenó a los condenados ponerse de espaldas porque así deberían morir los traidores, pero ellos solicitaron permiso para ponerse de rodillas, por considerar que esta era una posición más apropiada.

Muchos historiadores de este período consideran a Policarpa Salavarrieta la mujer más representativa de la revolución independentista colombiana. En su época, la ejecución de una mujer joven por un crimen político movió a la población y creó una gran resistencia al régimen del terror impuesto por Juan Sámano y Pablo Morillo. Si bien muchas mujeres fueron igualmente asesinadas durante la ocupación española, el caso de La Pola cautivó la imaginación popular. Su muerte inspiró a poetas, escritores y dramaturgos para inmortalizar su historia, siempre resaltando su valentía y coraje.

De su carácter heroico, de su fe y su pasión por la libertad son expresión elocuente las palabras que pronunció al subir al patíbulo, dirigidas al pueblo que iba a presenciar su ejecución.

Viles soldados, volved las armas a los enemigos de vuestra patria.
¡Pueblo indolente! ¡Cuán distinta sería hoy vuestra suerte si conocieseis el precio de la
libertad!
Pero no es tarde. Ved que, aunque mujer y joven,
me sobra valor para sufrir la muerte y mil muertes más.
No olvidéis este ejemplo […] Miserable pueblo, yo os compadezco.
¡Algún día tendréis más dignidad! […] Muero por defender los derechos de mi patria

Escultura en honor a Policarpa Salavarrieta – Autor Dionisio Cortes. Escultor chiquinquireño

La historia nos convoca a refrendar su origen moniquireño, respetando la veracidad con que se deben manejar estos hechos que enaltecen la majestad y grandeza de nuestros pueblos. En este sentido Moniquirá posee todo el derecho de rendir Honores a esta Gran Heroína de la Independencia y Dejar Testimonio de Veneración para posteridad como el mejor acto de nuestra propia existencia.

Para esta importante fecha de exaltación a las mujeres de Colombia, me remitiré a un folleto producido por un gran Patriota Don Isaac Vargas, veterano de la guerra de Corea y que dedicó su vida a rendir honores a nuestros héroes y heroínas de la independencia, por medio de folletos, o estampas con las imágenes y biografías que contribuyen a mantener la memoria histórica de Colombia.

MOSAICO DE HEROINAS Y MÁRTIRES DE LA INDEPENDENCIA

“Sin las mujeres, América nunca hubiera alcanzado su libertad. Muchos de los círculos, clubes, y conjuraciones que entonces se formaron en América del Sur, nacieron a impulsos de mujeres heroicas y apasionadas. Fueron ellas las primeras en llevar la sublevación a la calle, en lucir la banda revolucionaria, en cantar himnos patrióticos; más tarde siguieron a sus maridos a los campos de batalla, tan firmes a caballo como a pie, a veces con un niño al pecho, otras con pantalones de soldado, como en las viejas estampas”.

Policarpa Salavarrieta: fusilada el 14 de noviembre de 1817 en Bogotá
Justa Estepa: Cacica Zulia Fusilada el 16 de Enero de 1817
Anselma Leyton: de Lérida, Tolima, fusilada el 17 de enero de 1817
Cacica Gaitana: Heroína indígena del siglo XVI nativa de la región del Huila
Teresa Olaya: Defendió la causa de Los Comuneros.
Ramona Alvaran: Natural de Cúcuta, Fusilada el 13 de febrero de 1813
Rosaura Vélez de Peña: De Tumaco. Fusilada en enero de 1414
Manuela Beltrán: Nacida en Socorro Santander. Heraldo Femenino de La Libertad. se atrevio a romper los
Edictos, símbolo de la dominación española en América.
Luisa Trilleras: de Natagaima, Tolima. Fue fusilada el 18 de septiembre de 1817
Dominga Burbano: de Pasto. Fue fusilada el 13 de diciembre de 1812
Andrea Velasco, Luisa Góngora, Polonia García de Tascón. De Popayán. Fusiladas el 11 de diciembre de 1812
Marta Tello: de Neiva. Fusilada el 12 de noviembre de 1812
Remigia Cuestas. De Tiribitó. Fue fusilada el 2 de diciembre de 1817
Salomé Buitrago: fusilada el 3 de diciembre de 1817
Evangelina Díaz: fusilada a los 22 años el el 19 de agosto de 1818
Antonia Moreno: de Neiva. Fusilada el 19 de septiembre de 1817
Mercedes Loaiza: de Villa Vieja Huila. Fue Fusilada 16 de septiembre de 1817
Inés Osuna: de Bogotá. Confinada y sacrificada el 6 de septiembre de 1817
Ignacia Medina: de Garagoa. Fue fusilada el 9 de octubre de 1817
Manuela Uzcátegui: Fusilada 20 de diciembre de 1818
Rosaura Rivera: De Neiva. Fusilada el 26 de noviembre de 1816

Termino mi exaltación a nuestras mujeres, de todos los tiempos, con esta proclama, más bien esta sentencia:

La Mujer, la mujer, nuestros antepasados La consideraban inferior al hombre y nosotros la consideramos igual…Unos y otros estamos grandemente equivocados, porque la mujer es muy superior…Dios le ha dotado de gran perspicacia y sensibilidad y ha puesto en su corazón fibras delicadísimas, cuerdas muy sensibles a todo lo noble y elevado. El Patriotismo, la admiración y el amor hacen vibrar esas cuerdas, y de ahí resultan la caridad, la abnegación y el sacrificio.

SIMÓN BOLÍVAR

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