No deja de ser polémico, Festival Carranguero promovido por la Gobernación

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En medio de un fuerte debate departamental, por el abandono del sector de artistas en épocas de  cuarentena, llama la atención la convocatoria para participar de un Festival Nacional Virtual de Música Carranguera o Campesina, promovido por el gobierno departamental para ser realizado en Bogotá por un supuesto empresario cultural cuyo afán es el lucro personal a costa el erario boyacense. El gobierno de Barragán no tiene argumentos para justificar este despropósito.

En los últimos días,  la gestión de la actual  Secretaría  de Cultura de Boyacá,  especialmente frente al tratamiento  preferencial  que merecen los artistas  en esta época de aislamiento, ha sido cuestionada desde distintos frentes. Incluso hasta llegar  a pedir la  renuncia de su titular, Luz Mary Mosquera, por parte del colectivo Juntanza Cultural, en desarrollo del tercer foro virtual de esta organización.  

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Y es que la crisis  económica de este sector, a  raíz de la  cuarentena,  se refleja en el  cierre de academias de danza y música, parálisis de sus actividades artísticas, suspensión de festivales municipales y  cierre de teatros, galerías, museos y cines.

Además,  los recursos  anunciados  por el gobierno nacional (decreto 561/20) hace varias semanas  y que ayudarían a mitigar esta situación a más de 4.500 artistas y gestores, a través de un bono de 160 mil pesos mensuales, aun no se concreta.  El argumento esbozado  es la  “!falta  de una firma  de un acto  administrativo  interno¡, que dará a conocer, por fin, los beneficiarios de esta ayuda económica en el departamento”. 

En medio de este panorama, aparece un extraño acuerdo alcanzado por el Gobierno de Ramiro Barragán, para llevar a cabo un Festival Nacional Virtual de Música Carranguera o Campesina, previsto para el próximo 20 de junio de 2020, con el lema “homenaje a los campesinos de Colombia”

Y es extraño, porque en medio de la crisis, el Gobierno de Boyacá establece un acuerdo con el  empresario Omar Sánchez Guarín, dueño de la marca “Encuentros Boyacenses”, para realizar dicho festival, mostrándolo como una vitrina única para los intérpretes de este género musical.  Para muchos artistas, este acuerdo, supone la disposición de recursos del departamento para financiar esta transmisión, en cabeza del empresario Sánchez.  

A esto se suma,  el  malestar por el tratamiento displicente, que han tenido que  vivir varias agrupaciones, cuando dicho empresario  ha contado con talentos boyacenses,  en otras versiones de  su certamen realizado en el sector de Kennedy en Bogotá. Episodios que hablan de un trato  indigno, en medio de un certamen que mueve miles de personas,  millones en recursos y que se ha convertido en  una sofisticada  empresa,  a costa de los símbolos de la  identidad del pueblo boyacense.  

Pero, lo que resulta más extraño para el sector de la música tradicional, es la falta de diálogo sobre esta iniciativa, tal como lo denuncian varios artistas de la música carranguera. Afirman  que  el Gobierno de Boyacá desconoció de plano la existencia de dinámicas y procesos de música tradicional en Boyacá, que han sido exitosos y que le  han aportado  ejercicios de reflexión sobre el fenómeno  cultural derivado de la carranga en Boyacá.  Incluso, con la capacidad para  liderar  esta iniciativa de un Festival Virtual de Música Carranguera.  Particularmente,  Boyacá mantiene vigente eventos como  el Festival de Música de Tuta, El Concurso de Música Carranguera de Tibasosa, el Convite “Cuna Carranguera” de Tinjacá, que llegó a su versión 13; los festivales de Música Carranguera de Sogamoso y Nobsa, y el  Festival de la Cultura Carranguera de Caldas, entre otros. Todos  eventos  que hoy  aparecen desfinanciados y atravesando serios problemas,  a nivel  de gestión de recursos, para su realización  en el presente año.

Por último,  algunos representantes del gremio, afirman que esta es una pésima señal sobre lo que significa un escenario de  acercamiento y de construcción conjunta de un horizonte para proyectar  muestras músicas tradicionales. Retos que  deben ser asumidos  por la actual Secretaria de Cultura y Patrimonio, con alguna dosis de  comprensión, respeto y grandeza por los que representan los procesos artísticos y culturales de nuestro departamento y por lo que representa la labor de cientos de gestores, compositores, intérpretes y nuevas agrupaciones que hacen parte de renovación de este género musical y no obedecer a cuestionables alianzas como la que se anuncia con el mercader Sánchez Guarín. Es necesario que sea el mismo gobernador Ramiro Barragán el que se pronuncie y explique lo que está pasando en su gobierno con los sectores del arte y la cultura en Boyacá.  

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