La recuperación del turismo en Boyacá es un hecho

Hisrael Garzonroa
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Presidente de la Junta Directiva de la Asociación Hotelera y Turística de Colombia, capítulo de Boyacá, dice que el año pasado el sector estuvo a punto de recibir un entierro de tercera, pero asegura que desde mediados del 2021 comenzó la recuperación y en todas partes hay reenganche de los trabajadores que fueron despedidos durante los meses más críticos de la pandemia.

El sector turístico y hotelero de Boyacá entró en una franca recuperación, el departamento ha vuelto a ser atractivo para los visitantes nacionales y comienza a serlo de nuevo para los extranjeros.

“Hemos estado creciendo paulatinamente y los reportes que recibimos indican que se han estado reenganchando a los trabajadores que fueron despedidos el año pasado por el encierro de la pandemia”, dice Héiner Suárez, presidente de la Junta Directiva de la Asociación Hotelera y Turística de Colombia, Cotelco, capítulo de Boyacá.

Asegura Suárez que los colombianos y los viajeros de todo el mundo ya entendieron que un hotel es el lugar más bioseguro en donde se puede estar, gracias a los protocolos que se han implementado, que son equivalentes a los de una sala de cirugía.

En diálogo con el periódico EL DIARIO Suárez hace una balance ocurrido durante el 2020; se refiere a lo que viene ocurriendo en el 2021 y a un proyecto de ley que se tramita en el Congreso por medio del cual se permitiría que apartamentos y casas en áreas residenciales puedan ser utilizados como alojamientos, lo que en su concepto significa con grave riesgo para miles de familias.

EL DIARIO: ¿A quiénes reúne Cotelco; quienes son los afiliados a este gremio en Boyacá?

Héiner Suárez: Nuestros afiliados son la gran mayoría de hoteles y sitios de turismo; como lo dice la sigla, esta es la Asociación de restaurantes, hoteles, posadas y establecimientos vinculados al turismo. Principalmente, se trata de hoteles y posadas.

E.D: ¿En dónde están los afiliados a Cotelco?

H.S: En el norte de Boyacá, en Tundama, en Paipa, Villa de Leyva, Ricaurte, Valle de Tenza… en todas las provincias del departamento.

E.D: ¿Cuál es el balance de lo ocurrido para el gremio en el 2021?

H.S: Ese balance fue totalmente negativo; fue casi un entierro de tercera para los empresarios. La pandemia y principalmente el encerramiento obligatorio decretado por el Gobierno generó enormes dificultades, a pesar de que desde el comienzo estuvimos preparados para recibir huéspedes cumpliendo todos los protocolos de bioseguridad.  Además de lo que, por obvias razones ha ocurrido con los trabajadores de la salud, los hoteleros somos el gremio mejor preparado para cumplir con todo lo que dicen las normas de bioseguridad. Cotelco, el Ministerio de Salud, el Ministerio de Comercio nos capacitó desde el comienzo las medidas que se debían tomar y hoy somos modelo en el cuidado de nuestros huéspedes, de nuestros clientes. En todas esas medidas, estamos al día y podemos garantizar toda la seguridad y cuidados contra el COVID-19.

EL DIARIO: ¿Todas esas medidas se mantienen aunque haya vacunación y las cifras de contagios estén bajando? 

H.S: Durante el encierro estábamos capacitándonos en esos cuidados; incluso en cursos y seminarios tres o cuatro veces diarios; en el ingreso de nuestros huéspedes, en la desinfección de las personas, de los zapatos, de los vehículos, en tener lavamanos en la entrada de los hoteles, en fumigar; en tener dispensadores de jabón; en la utilización de toallas desechables; en el uso del tapabocas, en distanciamiento social y en procedimientos con todos los protocolos de bioseguridad. Creo que eso pasó en todos los hoteles del mundo y le digo algo: no hay hoy un lugar donde se pueda estar más seguro y más tranquilo con el tema del COVID que en un hotel. La mantelería no se volvió a usar; ahora se usan manteles desechables; se hace una labor meticulosa en desinfección de cubiertos, que se entregan empacados y con servilletas, hay manejo especial de los saleros, del azúcar, en los baños, con los tendidos de camas; en las habitaciones se acabaron las revistas, los cuadros, las pantallas, todo lo que pueda representar algún riesgo.  Hacemos una labor minuciosa de desinfección de habitaciones y eso lo está entendiendo la gente. Todas esas medidas se mantienen y se mantendrán.

EL DIARIO: ¿Tienen ustedes algún cálculo de cuánto perdió la hotelería y el sector turístico durante el 2020?

H.S: No hay cifras, pero fueron miles de millones de pesos en los hoteles, los restaurantes, el comercio; como ocurrió para casi todos los renglones de la economía. Ahora, sin embargo, estamos concentrados en la recuperación, mirando el futuro con mucha esperanza.

EL DIARIO: ¿Cómo va el 2021, cómo ha sido esa recuperación?

H.S: Para el caso de Boyacá en Semana Santa hubo un respiro; fueron apenas dos o tres días, pero logramos ocupaciones del 87 al 90 por ciento cuando la mayor parte de los meses del 2020 esa ocupación fue del cero por ciento. Por esa situación tan dramática del año pasado fue que la mayor parte de los hoteles, sino todos, tuvieron que hacer recorte de personal; pues la intención era reducir gastos cuando no había demanda de los servicios.

EL DIARIO: ¿El Gobierno les ayudó?

H.S: En muy poco para el tamaño de las pérdidas, pero hubo algunos alivios: el Gobierno hizo algo para que se pagara menos energía y los municipios hicieron algunas rebajas en impuestos locales.

E.D: ¿Sabe cuántas personas fueron desvinculadas?

H.S: No tengo las cifras pero algunos hoteles escasamente dejaron el personal para las tareas básicas porque no había huéspedes. La situación fue tan dramática que el propio gremio; Cotelco, tuvo que salir de secretarias y otras personas y sus directivas tuvieron que recortarse los salarios. Ese fue el único mecanismo para sobrevivir.

E.D: ¿Y cuál es la percepción hoy sobre la hotelería y la bioseguridad?

H.S: Estamos contentos porque la ciudadanía ya entendió que un hotel es incluso más seguro que llegar a hacer visitas a la familia. Eso fue lo que se demostró con lo que ocurrió con los contagios en Colombia y en el mundo. Mucha gente se contagió precisamente por esas reuniones familiares. Por eso la gente ahora tiene tanta confianza y empezó a llegar a los hoteles. Aquí se tienen más cuidados que en una sala de cirugía y se trabaja con todas las medidas de bioseguridad. De manera que nuestros huéspedes saben que en los hoteles no hay riesgo.

E.D: ¿Pero cómo va esa recuperación?

H.S: Esa recuperación ha sido paulatina, desde mediados de este año pero vamos bien. Vamos a tratar de recuperar las pérdidas, lo que es difícil, pero la mayor parte de los hoteles están vinculando personal; estamos generando empleo y los huéspedes comienzan a llegar, especialmente durante los puentes festivos y los fines de semana normales. Todos saben que en un hotel pueden estar más tranquilos.

E.D: Están llegando turistas colombianos; ¿cuándo regresarán los extranjeros?

H.S: En todo el mundo se está entendiendo también que en los aviones no hay riesgo; pues se cumplen todos los protocolos de bioseguridad. A poblaciones como Villa de Leyva, Sáchica, Sutamarchán, Ráquira, Chiquinquirá llegaban muchos extranjeros que están comenzando a regresar. Esperamos que esa tendencia se mantenga porque han avanzado las campañas de vacunación y la gente está cansada del encierro de más de año y medio. Que mejor que venir a disfrutar de los paisajes de estas tierras maravillosas.

E.D: ¿Cómo es el tema del proyecto de ley que cursa en el Congreso para permitir que apartamentos y casas de zonas residenciales puedan ser usados como alojamientos y que posición tiene ustedes sobre esa iniciativa?

H.S: Es el proyecto de Ley 511, que está en el Senado, que quiere cambiar el régimen de propiedad horizontal que hoy existe para zonas residenciales para que casas y apartamentos se puedan convertir  en hospedajes turístico permanentes. Esa propiedad horizontal, contemplada en la Ley 675 de 2001, definía que ese uso era para la vivienda de la familia, en comunidad; que tenían unas áreas comunes, zonas de parqueo, unos parques, incluso unas piscinas. También se contemplaba o se contempla unos requisitos de convivencia, que son aprobados por la asamblea de copropietarios; con un manual de convivencia, unos comités de seguridad, de salud y unas consideraciones para la tercera edad, para los niños. Y esos apartamentos y casas se pueden arrendar, pero no para hacer turismo. Este proyecto permitiría que esos apartamentos y casas se puedan arrendar por noches o por días y eso significa un gran riesgo para la familia que allí habita, porque así como llega gente de bien, también lo pueden hacer personas con malas intenciones; malandros, que lo pueden utilizar para tráfico de estupefacientes, para robar o secuestrar, para ir detrás de los niños y niñas; para desvalijar carros, para robar. Es muy grave porque un celador puede estar pendiente de la gente que conoce, pero no podrá hacer seguimiento, vigilancia y control sobre personas que llegan por una noche o un día.

E.D: Pero en Santa Marta o Cartagena, por ejemplo, hay edificios completos cuyos apartamentos se utilizan como hospedajes.

H.S: Claro, pero son edificios en donde hay apartamentos dedicados exclusivamente para arrendar en temporadas altas o fines de semana; están dedicados a eso, no son de uso familiar. El Estado debe ayudar a cuidar a la familia. No se puede permitir el ingreso de visitantes o turistas a viviendas que deben ser de uso exclusivo familiar.

E.D: ¿En qué etapa está el proyecto?

H.S: Está para debate y en el Senado. El Ministerio de Comercio y el Viceministerio de Turismo están pendientes de que no se perjudique la unidad familiar; de que no se reforme lo que señala la ley sobre los reglamentos de propiedad horizontal; no se puede permitir que mi vecino arriende por días. Como hotelero eso lo considero grave; pero lo considero más grave en mi condición de persona que vivo en un conjunto cerrado de apartamentos; en mi condición de padre de familia, de abuelo. 

E.D: ¿Cómo ven ustedes el tema de la parahotelería; todo ese fenómeno que se ha generado por la oferta de servicios a través de plataformas digitales; los glamping, las casas campestres para alojamientos?

H.S: El Gobierno y el Ministerio están estudiando todas las medidas para que glamping y casas rurales paguen derechos a Fontur, paguen impuestos como lo hacemos nosotros; paguen impuestos nacionales y se registren. Esa, por supuesto, es competencia para la hotelería, pero debe haber registros, deben pagar impuestos y deben cumplir con normas y requisitos en temas de bioseguridad, por el bien de los visitantes. Si no pagan impuestos y no funcionan con los requisitos de ley sería una competencia desleal para el sector hotelero.

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