Camacol advierte la decisión de constructores de retrasar el lanzamiento de nuevos proyectos en Boyacá, lo que lleva a que la oferta de vivienda nueva haya caído drásticamente con relación a años anteriores.
Camacol informa registros de una disminución del 15,4% en las ventas de vivienda nueva en el corredor Tunja – Sogamoso en los últimos doce meses. En el periodo comprendido entre mayo 2022 a abril 2023, se comercializaron 2.445 unidades habitacionales en la región, 1.723 de vivienda VIS y 722 de vivienda No VIS, exhibiendo caídas del 21% y 1,8% respectivamente con relación al mismo periodo un año atrás (Figura 1).
En los cuatro primeros meses de 2023 se comercializaron 428 viviendas, 533 unidades menos que en el mismo periodo de 2022 (950 unidades), lo cual representa una contracción del 54,9% (Figura 2).
La vivienda VIS ha sido la más golpeada
En los primeros 4 meses del año, apenas se comercializaron 284 inmuebles, con una caída del 59,4% respecto a las 699 unidades vendidas en el mismo periodo del 2022. En la vivienda del segmento No VIS, la caída fue del 42,6% anual, con 144 unidades vendidas, 107 menos que en 2022.
Este comportamiento del mercado en Boyacá es similar a la tendencia nacional de desaceleración del sector constructor y hace prever un impacto importante en la salud de las finanzas empresariales, las economías locales y regionales y una pérdida de empleos en el mediano plazo, si no se genera confianza en los hogares para la compra de vivienda. La situación se ve agravada con la coyuntura actual de altas tasas de interés para el constructor y comprador de vivienda y la incertidumbre en el acceso a los subsidios Mi Casa Ya y el giro de los pendientes del año 2022.
En el caso de Boyacá, donde el tejido empresarial se compone en un 76% de micro y pequeñas empresas de carácter familiar (el más alto del país, donde la media nacional es del 18%), el impacto en estos ajustes del mercado pone en riesgo la sostenibilidad y permanencia de dichas empresas, dada su menor capacidad de adaptación a cambios drásticos y repentinos en el entorno, generando un mayor grado de vulnerabilidad.
El reflejo de esta incertidumbre en el sector está representando en el indicador de Lanzamientos de nuevos proyectos. En lo corrido del año apenas han salido al mercado 59 unidades de vivienda, lo que evidencia la decisión de los constructores de retrasar el lanzamiento de nuevos proyectos.
Esta situación ha llevado a que la oferta de vivienda nueva haya caído drásticamente con relación a años anteriores, en los cuales el promedio era de 2.200 unidades. En la actualidad hay solamente disponibles 1.541 unidades habitacionales, 580 menos que un año atrás. De estas unidades, 877 pertenecen al segmento VIS y 624 al segmento No VIS. La oferta se concentra en 74 proyectos, 42 en Tunja, 13 en Sogamoso, 11 en Duitama y 8 en Paipa.
Camacol, es la Cámara Colombiana de la Construcción. Su naturaleza es y debe ser privada; luego quienes orienten este gremio, deben ser extraídos del ámbito de este ramo. No puede ser un refugio temporal de personas nacidas y criadas al arrullo de la burocracia polítiquera, que dadas las consecuencias, no entienden, ni visionan y menos han vivido el difícil ejercicio de la inversión privada. Es hora de reformular sus directivas y colocar a quien tenga el nivel, conocimiento y compromiso, no de dar cifras desalentadoras y presentar panorámas criticos, sino, quien tenga la capacidad profesional estratégicamente pueda arriesgar su ambición por el desarrollo de la construcción privada, ahora que el estado amplía el márgen de su participación. Camacol no es nido para empollar pájaros ciegos.