El parlamentario advirtió que está en juego el bienestar de los trabajadores, mientras que las nuevas regulaciones no logran resultados reales sino maquillar la compleja situación de desempleo que vive el país.
Este martes, por varias redes sociales han empezado a circular el Decreto 1174 de 27 de agosto de 2020, por medio del cual “ se adiciona el Capítulo 14 al Título 13 de la Parte 2 del Libro 2 del Decreto 1833 de 2016, a efectos de reglamentar el Piso de Protección Social para personas que devengan menos de un Salario Mínimo Legal Mensual Vigente”, o dicho en otras palabras, por medio del cual se establecen nuevas reglas de juego para la contratación laboral.
Este Decreto, el 1174 de 27 de agosto de 2020, en apenas unas horas de circulación, se ha convertido en una de las causas de indignación ciudadana en las últimas horas, tanto así que se percibe como el detonante de la primera gran manifestación durante la pandemia.
Y no es para menos, dicho decreto oficializa la contratación de personal con pago menor a un salario mínimo mensual vigente. Advirtiendo que las personas que sean contratadas bajo dichas condiciones tendrán ciertas garantías como el acceso al Sistema de Subsidio Familiar,
De acuerdo al representante a la Cámara por Boyacá Wilmer Leal, este decreto es “más que un descaro”, pues atenta claramente contra los derechos de los trabajadores, en un intento desesperado por maquillar la grave situación de empleabilidad que atraviesa el país.
La mal llamada gobernabilidad , prostituida en su más digno valor por las fuerzas oscuras del interés de grupos egemonicos financiadores de nuestros legisladores, ha conducido a la democracia al más vergonzoso estado de la limosna de los firmones , que elegidos para representar nuestros intereses , hacen de su ejercicio legislativo un acto que termina agrediendo los intereses de sus electores, pero hay más, son ellos mismos después después de aprobar las medidas más aberrantes, los que salen a imitar a Judas, lavando sus manos en sentencias tan nocivas como la nueva ley laboral y la aprobación del fracking, que son sentencias de muerte para los creyentes en propuestas que se convierten en todo lo contrario, del compromiso inicial, que traicionan sin ningún pudor.
La desconfianza crece con la vulneración de l honor y la vergüenza y con la capacidad de elegir se sanciona social mente su impudicia, que aprendemos a detectar para el perfeccionamiento de propuestas éticas que nos regresen a los principios democráticos de cambio, justicia y equidad.