Transición energética justa

Foto | Vía internet
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El Ministerio de Minas y Energía debería analizar el artículo 23 del Proyecto de ley Minera para la Transición Energética Justa; en lo referente a la prohibición de contratar la exploración y explotación de carbón térmico con el objeto de avanzar en la transición energética justa.

Por | Jorge Venencia Villate /
Especialista en Derecho Minero Energético.

Me refiero al borrador que se ha conocido del proyecto de ley por medio de la cual se expide la “Ley Minera para la Transición Energética Justa, la Reindustrialización Nacional y la Minería para la Vida” y se dictan otras disposiciones.

Esa ley tiene por objeto organizar, planificar y regular el aprovechamiento sustentable de minerales en el territorio nacional, en armonía con principios, normas y parámetros ambientales y sociales, con el propósito de avanzar hacia el desarrollo de una economía productiva e industrializada en el país; garantizar el abastecimiento de minerales; la distribución equitativa de los beneficios y la prestación de sus servicios con un enfoque territorial e incluyente; alcanzar condiciones dignas de existencia, particularmente en las zonas destinadas a esas operaciones; y, contribuir al logro de la transición energética justa, segura y gradual para todos los habitantes del país.

Así como está redactado el proyecto lo único que se logra es que las regiones y el país pierdan en regalías, empleo, la firmeza y confiabilidad en el Sistema Eléctrico Nacional que hemos tenido, especialmente en fenómenos como el de El Niño.

No se puede olvidar que el carbón es el segundo producto de exportación después del petróleo que mayores recursos le brinda al país. La principal razón es que con la prohibición no estamos haciendo nada por dos razones:

Los gases efecto invernadero en Colombia son mínimos (0,60) y están concentrados en el uso del suelo, la agricultura, la ganadería y la deforestación. El sector carbón no es una fuente significativa de emisiones de gases de efecto invernadero en Colombia; además, nuestra generación de energía es del 77 por ciento y es hidráulica; es decir, limpia y los pocos gases que se emiten con la generación térmica se puede contrarrestar con la modernización y la opción muy factible del CCUS para llegar al carbono neto cero.

Mientras haya demanda internacional, la oferta que deje de hacer Colombia la suplirá otro país, lo que es equivalente a decir que las emisiones de gases efecto invernadero que no se emitan con el carbón de origen colombiano se producirá con el carbón suplido por otros países.

Brindemos más bien un mayor valor agregado fuera de quemarlo y exportarlo, aprovechando las grandes reservas que tiene el país en la carboquímica, licuefacción y gasificación, como actualmente lo hace la China, uno de los mayores productores de carbón del mundo.
Parece ser que el presidente Gustavo Petro no quiere recibir las regalías, que en el 2023 fueron de 7. 3 billones de pesos.

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