Se cumplieron ayer las exequias de un grande de la radio boyacense, Melquicedec Corredor Bernal, integrante de una numerosa y apreciada familia tunjana. Durante décadas Melco realizó un programa de complacencias, que llegaba a extensas audiencias, principalmente en el sector rural.
Su esposa, sus hijos, sus hermanos, sus amigos y los oyentes de la radio en Boyacá están de luto por el fallecimiento de Melco Corredor Bernal, el hombre que durante 35 años fue locutor, narrador y comentarista en varias de las emisoras más populares de Boyacá.
Melco, como era conocido por todos, pero que en realidad se llamaba Melquicedec, realizó con rotundo éxito el programa ‘Entrega Inmediata’, que era escuchado a diario en Radio Boyacá, de la cadena Corporación Radial Colombiana; emisoras que fueron vendidas a Caracol, en donde el programa se continuó emitiendo.
De 2 a 4 de la tarde, Melco no solo colocaba la música popular que se escucha en el campo sino que conversaba con los campesinos, les escuchaba sus quejas y los animaba a continuar en sus faenas.
Al final de esas conversaciones Melco ponía la música que ellos le pedían. Desde todos los rincones de Boyacá le escribían cartas y después, con la aparición del celular, lo llamaban para saludarlo y para pedir las ‘complacencias’.
Melco fue apasionado de la radio, en la que laboró profesionalmente por más de 35 años. Trabajó en transmisiones radiales para Radio Tunja, Radio Única y Radio Boyacá.
Se desempeñó con éxito como narrador deportivo de fútbol y ciclismo, pero sin duda alguna, el espacio que le reservó un lugar en el corazón de la audiencia fue Entrega Inmediata, que se emitía de lunes a viernes, de 2:00 a 4:00 p.m, primero por Radio Boyacá y luego por Radio Recuerdos de Caracol.
“Desde allí, entró a cada uno de los hogares del centro oriente colombiano dejando en ellos una huella indeleble por su particular estilo lleno de jovialidad y espontaneidad”, reportó la Web del noticiero última Hora Noticias, que dirige su hermano, el periodista Julio César Corredor Bernal.
Se había pensionado de Caracol hace unos pocos años y durante sus últimos días tuvo que lidiar con la enfermedad que lo aquejaba.
Además de la radio, Melco fue un deportista consagrado. Como futbolista llegó incluso a ser arquero de la selección Boyacá y titular indiscutido del Club Corber, el equipo de la familia. Como ciclista pedaleó por las carreteras de Boyacá hasta los últimos días de su existencia.
Le sobreviven su esposa, Doris Hernández; y sus hijos Óscar, Paola y Carlos.
