Desde El Pasaje Vargas Ed. 950

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Uribestiario descocado

Es la conclusión unánime de los Académicos del Pasaje Vargas, luego de lo que ha sucedido después de Semana Santa, con la sesión del Senado, donde al Dr. Varito se le acabó de correr el champú, lo mismo que a ese otro demente senador Mejía que está peor que la Cabal y la Valencia juntas. Más sencillo, dicen los Académicos, el manicomio está a reventar, con José Obdulio y el bachiller Macías, con el otro orate que propuso lo de sancionar maestros si enseñan historia, no obligan a la persignación, y con el que tenía más de seis mil hectáreas de baldíos, un tal Gustavo Londoño, queriendo legalizarlos para su patrimonio, siendo este además de demente, bandido. Y dicen los Académicos que el contagio se ha extendido a estas tierras muiscas donde Ciro chico y su candidato, el simpático Mono Sánchez,  por defender al demente mayor, dicen cada babosada, cada despropósito, que da pena ajena. Y claro, a todo esto se agrega el manicomio de al lado que es el de los grandes medios; según nuestros Académicos, salir con las que tituló Semana, que ahora es de los otros grandes ricos de la comarca, que son los Gilinsky, con eso de ‘duros señalamientos de Uribe a Petro’, es la auténtica versión de la posverdad: quien hizo los señalamientos fue Petro a Uribe, con argumentos y cifras que son irrefutables en la historia reciente de las guerras y las desgracias de las mil violencias en esta manga de salvajes. Que el Dr. Varito grite enloquecido, sicario, es un dislate. Pero que Petro cite las cifras de los asesinatos, los desaparecidos y los desplazados, son los números contundentes, que es a lo que todos le temen, según el argumento del Académico en el turno de la palabra. Y claro, para completar la locura de la semana, argumentó el siguiente Académico, la godarria del Consejo de Estado, decidió quitarle la curul a la Robledo y decir todo lo contrario de la espantífera Marta Lucia, siendo el mismo caso.     

Arismendi alejado del molusco

Es la noticia de la semana en el mundo extraño del periodismo y por tanto tema de la Academia, donde todos sus miembros han sido asiduos oyentes, algunos casi fanáticos. Seguro que nadie se escapa, todos fueron en algún instante, oyentes, o de las tres letras (RCN) o de la cadena del molusco, Caracol. Unos oían a Gossaín, otros a Arismendi; otros oyen a Julito y muchos a ‘yo el más lindo y el más inteligente, el cuñado del presidente’ desde la Blu que es de los otros herederos del más rico del cercado. Otros son capaces de oír y ver a la Gurissati o a Gómez Córdoba o a Hassan. En fin, muy pocos, o ninguno, se escapan del radio al amanecer, y Arismendi era uno de los que llegaba del otro lado cada mañana y ahora dejará de estarlo desde julio próximo. Pero en la Academia, la discusión surgió cuando alguien dijo que se iba uno de los faros de la democracia. Aquí fue Troya, al desafortunado que dijo tal cosa le tocó pagar la cuenta de los tintos de la mañana. El verdadero aporte de Arismendi fue a las buenas ventas de los españoletes, que son los dueños de las emisoras, y a él personalmente que además se llevó el billetico para la vecina Panamá para evadir impuestos (el muy vivo, el muy de paisalandia); y que cuando venía a Boyacá era a raspar la olla de a poca pauta que quedaba en los resquicios de las arcas del municipio y del departamento y con los dos o tres que apoyaban para que transmitiera desde los predios de los Correal en los campos de Jalisco, con Rosamalia y Osmar Gilberto y sus plateritos. Según varios de nuestros lenguaraces Académicos, lo único que estamos perdiendo es a otro de los auténticos farsantes de la historia de bestialidades de los últimos 30 años de la historia de esta república platanera.

Por mera información

En la Academia se sugirió que se publiquen los nombres de los integrantes de la Sección Quinta del Consejo de Estado que tan acuciosos han sido con los casos de Antanas y Ángela María Robledo. Los cuatro de la Sección son: Rocío Araújo Oñate, Abogada de la Universidad Nuestra Señora del Rosario. Alberto Yepes Barreiro, Abogado y colegial del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario. Carlos Enrique Moreno Rubio, Abogado de la Universidad Libre, servidor público en la Gobernación de Boyacá, pero aquí nadie se acuerda del personaje, según acotó uno de nuestros Académicos.Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez, Abogada de la Universidad La Gran Colombia de Bogotá, la universidad de don José Galat, alma bendita, otro de los godazasos de estas tierras boyacenses. Vistos estos nombres, otro de los Académicos, viendo la formación de origen de este selecto grupo de magistrados se preguntó si no son ejemplos de lo que magistralmente denomino Vargas Lleras como los ‘lambones con iniciativa’ en este caso en función del régimen.

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