¿Cuántos son los votos de Carlos Amaya a los que Rodolfo Hernández ‘les hizo el feo’?

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Muchos observadores políticos de Boyacá difieren en el cálculo sobre los votos que el exgobernador le hubiera aportado a la campaña del Ingeniero. También hay posiciones diversas sobre los votos de Sergio Fajardo, Juan Fernando Cristo y Jorge Enrique Robledo. Podrían no ser tantos como los excandidatos de la Coalición Centro Esperanza presumen, pero también pueden ser más de los que la campaña de Hernández calculó y despreció.

¿Hizo bien el candidato presidencial Rodolfo Hernández en descartar cualquier acuerdo con los candidatos de la Coalición Centro Esperanza?
Nadie sabe con certeza y lo más posible es que esa respuesta solo se conozca entre las 4:30 y las 5:00 de la tarde del próximo 19 de junio, después de que se cierren las urnas de la segunda vuelta por la Presidencia de Colombia.

Sin embargo, la primera impresión es que la campaña de Rodolfo Hernández fue torpe y que esos votos le pueden terminar haciendo falta para ganarle a Gustavo Petro.

Aunque nadie sabe hoy si el ingeniero, exalcalde de Bucaramanga, Rodolfo Hernández actúa siempre por su propia cuenta y no se deja asesorar o todas sus intervenciones hacen parte de una estrategia en la que todo ‘esta fríamente calculado’, lo más posible es que con el portazo que le dio a la Coalición Centro Esperanza pierda más votos de los sectores políticos que rechazó que los que se gana tratando de demostrar que él no hace acuerdos con políticos.

En primer lugar hay que decir que los ‘acuerdos programáticos’ que eran los que supuestamente necesitaban definir Rodolfo Hernández con los excandidatos Sergio Fajardo, Jorge Enrique Robledo, Juan Fernando Cristo y Carlos Amaya nunca han tenido ningún valor real; se trata apenas de un formalismo para determinar la distribución de unos cargos burocráticos. Si Hernández ganara la presidencia, esos cargos, que son mínimos, apenas representan un pequeño porcentaje de los miles y miles que un Presidente y sus aliados tienen la posibilidad de disponer durante cuatro años en el gobierno.

Es normal que en las campañas políticas, después de consultas, consensos, acuerdos, etc, se firmen ‘acuerdos programáticos’ que nunca realmente representan aspectos fundamentales de la forma en la que un mandatario debe gobernar.

En lo que sí tiene razón Rodolfo Hernández es que resulta insólito, por decir lo menos, que candidatos derrotados en las urnas, perdedores, quieran imponer condiciones a quien recibió el respaldo mayoritario (en este caso 888.585 votos de Fajardo contra casi seis millones suyos).
Pero entonces ¿cuántos son los votos que Rodolfo Hernández rechazó?

En la primera vuelta de las elecciones presidenciales del pasado 29 de mayo el candidato Sergio Fajardo, con el apoyo de Jorge Enrique Robledo, Juan Fernando Cristo y Carlos Amaya, alcanzó 888.585 votos.

Y ¿cuántos son de él y cuántos podría transferir a cualquiera de los dos candidatos que pasaron a la segunda vuelta? Complicado saberlo, porque no son votos amarrados sino que con personas, ‘de carne, hueso y cerebro’, que tienen su propio criterio.

Desde antes de la primera vuelta muchos se atrevieron a decir que el 60 por ciento de esos votos se irían para donde Rodolfo Hernández y el 40 por ciento para donde Gustavo Petro. Sin embargo, nadie sabe porque la mayoría de esos votos son de opinión y esos implemente no se dejan orientar.

Cuantos votos tienen Juan Fernando Cristo y Jorge Enrique Robledo. Tampoco nadie sabe y menos para dónde se pueden dirigir.

Hay un poco más indicio sobre los votos que podría tener y orientar el exgobernador de Boyacá Carlos Andrés Amaya, pues si bien una gran cantidad corresponde a la franja de opinión, muchos otros son ’amarrados’, lo que quiere decir que hacer parte de una estructura política, en la que se incluyen cargos burocráticos y contratistas.

En la consulta presidencial de la Coalición Centro Esperanza del 13 de marzo del 2022, que se realizó simultáneamente con las elecciones para la conformación del nuevo Congreso, Carlos Amaya logró 451.122 votos a nivel nacional; de ellos, 192.988 en Boyacá.

Pero de esos casi 200 mil votos, toca empezar a restar. Miles de personas en Boyacá votaron por Amaya porque en esa oportunidad era el candidato ‘de la tierrita’. El departamento anhela tener de nuevo presidente después de más de 60 años de no tener a uno de los suyos como mandatario de los colombianos.

Entre esos votos por Amaya también están representantes y militantes de otros partidos que le ayudaron por su amistad o acuerdos burocráticos; como por ejemplo un sector del Partido Liberal o el Partido de la U.

Entre los liberales es posible que hoy cada uno de eses votantes decida por su lado; y en el Partido de la U, que orienta el excongresista Jairo Castiblanco, lo más seguro es que esos votos simplemente jamás vayan a ser depositados por Gustavo Petro, quien en campaña comparó a la actividad minera con el tráfico de cocaína.

Entonces a Carlos Amaya le quedarían de 60 a 80 mil votos reales. Sin embargo, los analistas políticos opinan que los votos de Amaya realmente son 42.581, que son los que conquistó Carolina Espitia para el Senado, pues es claro que ella no tiene un caudal electoral propio y los votos depositados a favor de ella son lo que le orientó Amaya.

Lo curioso es que desde antes de la primera vuelta la senadora electa manifestó su adhesión a la campaña de Rodolfo Hernández, así como lo hizo el electo representante a la Cámara Wílmer Castellanos. Ambos hacen parte del sector político del exgobernador Carlos Amaya.
La siguiente pregunta es si, con el portazo de Rodolfo Hernández a la Coalición Centro Esperanza, Carolina Espitia y Wílmer Castellanos deben recular y aceptar un redireccionamiento por parte de Amaya.

No necesariamente. Si Rodolfo Hernández es elegido presidente, va a necesitar armar una coalición mayoritaria en el Congreso que en circunstancias normales no tendría, pues casi la mitad de esa corporación hoy respalda a Gustavo Petro. De manera que Senadora y Representante a la Cámara elegidos por esa línea del Verde en Boyacá van a resultar muy importantes para Hernández.

Pero si el presidente fuera Gustavo Petro, Espitia y Castellanos y, por supuesto, el también el recientemente elegido Jaime Raúl Salamanca, van a resultar muy necesarios para ayudar a armar la coalición de la Colombia Humana como bancada oficialista.

Al final no se sabe realmente cuántos votos de Carlos Amaya son los que Rodolfo Hernández rechazó el fin de semana.

Con lo que señalan las encuestas, lo que sí podría ocurrir es que esos sean los votos que hagan la diferencia para que el presidente sea Gustavo Petro o sea Rodolfo Hernández.

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1 COMENTARIO

  1. Muy cierto lo que dice este articulo, los VOTOS del exgobernador Carlos Amaya son: votos «amarrados» donde les ofrece a sus electores puestos BUROCRATICOS Y POLITIQUEROS…Eso fue lo UNICO que hizo este señor cuando fue gobernador…Por eso muy bien lo que hizo el ing. RODOLLFO HERNANDEZ…DE NO ACEPTAR NI A AMAYA, NI A CRISTO, NI A FAJARDO ya que estos señores son unos SIMPLES POLITIQUEROS.

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