Cualquier desprevenido lector podría pensar que me voy a referir a los términos usados recientemente en X, por el recién posesionado director del Departamento de Prosperidad Social, defendiendo su nombramiento en términos poco dignos de su investidura, pero eso si propios de la raza cósmica, qué haciendo gala de las fuerzas volcánicas, insulta por doquier olvidando que las palabras basura y humana, fueron un nefasto preámbulo del desastre que estamos viviendo.
Ingeniero de Vías y Transportes UPTC
Catedrático universitario, experto en calidad de materiales y producción industrial de concretos.
X: @luchocalidad
Por fortuna los trinos inoportunos y fuera de tono, parecen prueba superada para los protagonistas de la polémica por la modificación de los acuerdos que permitieron el depósito de los residuos sólidos de Garagoa, en el relleno sanitario de Pirgua en Tunja. No es mi intención cuestionar el alcance jurídico del convenio que hayan firmado los alcaldes anteriores, ya que es un tema que por su naturaleza en principio corresponde a las partes y en un eventual conflicto a los árbitros acordados, o en su defecto a jueces y tribunales administrativos.
Lo primero por reconocer es la existencia del serio problema de orden sanitario y ambiental de Garagoa, generado por el rebase de la capacidad de su planta de tratamiento de residuos sólidos, lo que originó protestas de la comunidad aledaña y obligó a decidir su transporte y depósito en un lugar diferente a su origen, con los consiguientes sobrecostos en dicha operación.
No olvidemos que anteriormente, los garagoenses vimos como desde otras localidades, nuestro relleno sanitario estuvo recibiendo basuras ajenas, lo que posiblemente aceleró el recorte de la vida útil del depósito y paradójicamente hoy somos víctimas de nuestro propio invento.
Pero bueno, pasemos la página, pensemos en grande y con autonomía local y regional, puesto que estamos frente a una problemática generalizada y con potenciales consecuencias ambientales cuyo alcance aún no dimensionamos. Soy un convencido que el alcalde de Garagoa por su trayectoria pública, es bien conocedor del tema y por lo tanto cuenta con argumentos suficientes para plantear soluciones técnicas sostenibles, por lo menos para los próximos 50 años.
Aun así, no sobra ayudar planteando alguna idea al respecto, que estoy seguro muchos calificarán de lambonería, pero prefiero eso a guardar silencio porque considero que mi formación tecnocrática me confiere el bagaje suficiente para hacerlo. Iniciemos un debate constructivo que ojalá aporte algo para el catálogo de alternativas a evaluar y llegar a una conclusión final, la cual debería ser la mas conveniente desde el punto de vista técnico y económico, pero ante todo de planificación.
Y como no se trata de ‘chichipatiarnos’ me atrevo a pensar una solución macro que puede ser viable, considerando que los municipios de la jurisdicción de Corpochivor o bloque regional del suroriente de Boyacá, podrían integrarse para desarrollar un proyecto de recolección y manejo de residuos sólidos, con tecnologías de última generación utilizadas en Estados Unidos y Europa, como muy bien lo dijo el alcalde Sanabria en respuesta pública a su homólogo de Tunja.
Imposible dirán los incrédulos, de donde saldrá tanto dinero para financiar diseño, construcción y operación, peor aún, considerando la escasa gestión de los líderes políticos regionales. Pues bien, hablan mucho por ahí de una sentencia del Consejo de Estado que entregaría a los municipios del área de influencia de la Hidroeléctrica de Chivor, el saldo del 10% del producto de la venta de dicha central, de cuya liquidación y descuento del anticipo de los 18.000 millones de pesos de 1998, el Estado todavía nos debería 46 millones de dólares, que al cambio de hoy equivalen 180.000 mil millones de pesos.
Con una base económica de esta magnitud, se podría conformar una Asociación Público Privada, para sacar adelante un proyecto sostenible ambiental y económicamente y resolver uno de los problemas críticos de la región. No jodamos más, empecemos a pensar en grande y para eso necesitamos liderazgo.
