Expectativas del Valle de Tenza con los nuevos gobernantes

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Por | Luis Heriberto Bohórquez / X: @luchocalidad

Ingeniero de Vías y Transportes – UPTC. Catedrático universitario, experto en calidad de materiales y producción industrial de concretos.

A pocos días de la jornada electoral en la que se definirán los mandatarios de municipios y departamentos, salen a flote los problemas regionales y sus posibles soluciones. El Valle de Tenza y el suroriente de Boyacá, conforman un bloque de desarrollo, que no es ajeno a necesidades básicas, por expresar con respeto y franqueza.

Empiezo por ahí porque he oído alguna publicidad radial de ciertos candidatos a la Gobernación de Boyacá, cuya bandera es la erradicación de la corrupción.

No me consta, pero cuando el río suena es porque algo trae entre sus turbias aguas. Lo mínimo que puede pedir el elector es transparencia y honestidad, pero de igual manera está ejercer su derecho al voto, sin dejarse contaminar por prebendas que puedan influir en su decisión. Allá cada quien con su conciencia.

Considerando que nuestro próximo Gobernador cumpla este primer requisito básico, el campesino valletenzano necesita opciones de desarrollo social y económico, convirtiéndolo en empresario y proporcionándole los medios para hacerlo más productivo y competitivo. No es ningún secreto que una parte considerable de nuestras tierras tiene problemas de calidad y ante todo de suministro permanente de agua para su industria agrícola y ganadera, lo cual se puede solucionar con planificación y construcción de distritos de riego, combinado con apoyo para implementar programas de mejoramiento de suelos.

Pero no solo es cultivar y cosechar, porque la riqueza se genera transformando la materia prima, por eso hay que aprovechar la estratégica ubicación regional con respecto a Tunja, Bogotá y el piedemonte llanero. Allí se puede albergar un centro de procesamiento de los productos más representativos, de tal manera que se les incorpore un valor agregado por su manufactura primaria, antes de su despacho a los centros de producción y consumo finales, lo cual aplica muy bien en el caso de las del café, la madera y las artesanías. Por supuesto, esto requiere direccionamiento, apoyo financiero y capacitación para implementar estas iniciativas con el apoyo estatal. Los recursos están, solo necesitamos que lleguen a sus destinatarios.

El bienestar también se crea con alternativas de acceso a cultura, deporte y programas de apoyo recreativo e incluyente para todos los estamentos sociales, lo cual no debe ser privilegio únicamente para la población vulnerable. Hoy los gobiernos disponen de cuantiosos recursos, por lo tanto, también es necesario descentralizar el gasto; porque deporte y cultura siguen siendo las cenicientas en cuanto a su fomento, pues se carece de eficientes programas de formación y preparación que permitan surgir a verdaderos exponentes de estas actividades. Integrar a ciudadanos con gobierno departamental, se puede lograr llevando esporádicamente a los municipios algunas funciones de las gobernaciones, como el trámite de pasaportes, gestiones que solamente cuestan una pequeña dosis de voluntad.

En materia de salud, luego de veinte años de una experiencia que raya con el desastre, es hora de dejar de compartir un hospital de segundo nivel entre las capitales de provincia y dar paso a dos empresas sociales de salud, con autonomía administrativa y científica, cuyo desarrollo debe estar cimentado en mejoras científicas y por lo tanto en eficiencia en los servicios. Los problemas de salud pública de los valletenzanos requieren soluciones imaginativas, como el fortalecimiento económico a través de programas de investigación.

Mucho tiempo llevamos oyendo a unos y otros, hablar de la necesidad de contar con universidad propia donde se ofrezcan carreras profesionales, pero acordes con las necesidades de desarrollo regional. Administración en turismo, ciencias agropecuarias y pedagogía, deben ser el eje del desarrollo académico de los jóvenes de la región, porque la educación requiere con urgencia una reingeniería de calidad.

Luego de cincuenta años, hablar de carreteras para mencionar la Conexión Suroriente que permita unir por vía terrestre a Tunja con la Transversal del Sisga en Las Juntas sobra, porque se da por descontada su urgente necesidad. Igualmente, es prioritaria la integración interprovincial, mediante el mejoramiento de la carretera Miraflores – Garagoa y el enlace entre todas las zonas urbanas de las provincias de Oriente y Neira, algo fue la ilusión de los anillos turísticos y la consolidación del Valle de Tenza como potencia turística regional.

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