Yo me llamo… ¡José Gonzalo!

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Estoy segurísimo de que nadie podría decir lo contrario. Uno, así me llamo. Dos, yo sí que sé cantar. En la ducha claro está. Últimamente no mucho, hasta eso nos quita este despiadado ritmo de vida. El caso es que, si participara en el concurso no solo ‘erizaría’ a Amparito, sino a muchos tantos.

Por | Gonzalo Bohórquez
X: @GChalito

Y cómo no, con este cuerpecito divino que me dio mi Dios, el que tengo la dicha de ver cada día. Imagino a la diva de los colombianos diciéndome: peeerfeeectooo, ¡mi amor! Obvio, por mi forma de cantar (temo por lo que pueda decir mi novia al leer estas letras / risas – mentiras, es en serio… jajaja).

Terminó esta semana una nueva temporada de uno de los programas más vistos de la televisión de nuestro país, así como uno de los más criticados. A mí, la verdad, me encanta y debo decir que no fue así desde el comienzo; pero sí, lo veo, cómo les parece, como dice el meme: ¡sí soy!

Sí, a veces se vuelve monótono. Ya la gente se sabe el tema, que es un espectáculo y que probablemente muchas cosas son más que preparadas; que se sobreactúan, que lloran por llorar, que esto y lo otro… con todo y eso, hay que darle el crédito a una iniciativa que se mantiene viva y que suma nueve ediciones. Es entretenimiento, bárbaro mantener algo así. Hacer televisión, máxime en esta área o en humor, por ejemplo, no resulta para nada sencillo.

Mi novia no respira viendo a «Pipesito» Bueno (como le dice Amparo y sospecho que lo ve ella) y pues a mí me toca aguantarme los nervios y casi que celos, porque es que uno la pasa bueno (como el apellido de ese ‘mancito’ / risas nuevamente). Lástima que esta vez, y creo que la pasada, no conseguimos ver todos los capítulos. Nos faltó un resto, el tiempo y las obligaciones no dan para tanto.

¿Cuántos de nosotros jugamos a cantar? A pasar por famosos, a estar en una tarima o en un escenario y ser aclamado por los ‘fans’. Muchos no lo admitirán, eso da algo de miedo y un grado de sensación de ridiculez. En otras palabras, ¡les da oso!

Pues yo sí lo hacía (con mi hermana y entre primos obviamente). Me hubiera encantado ser cantante. Tocar uno o varios instrumentos (confieso que desaproveché a mi abuelito cuando me empezó a enseñar la guitarra; luego les contaré esa historia). Hacer vibrar a la gente, poseer una voz ‘encantadora’.

A veces sueño tipo ‘Nace una Estrella’, que soy Bradley Cooper (igualitico mijitico, igualiticooo / muchas risas…) y conquisto a una bella y talentosa Lady Gaga; aunque ya tengo el amor de una preciosísima maestra de música, sin saber entonar ni el Himno Nacional. Más que por bien servido y bendecido.

Pero no canto. En serio que eso me quita el sueño. Por eso ver el esfuerzo que estas personas hacen al participar en el programa lo llena a uno de energía, de paz, de felicidad. Ver y escuchar a estos imitadores, artistas, es un respiro para el alma. ¿Vieron y escucharon al imitador de Miguel Bosé en la final con su versión del Tamborilero? A eso me refiero. No es porque me hubiera fascinado que el maestro Bosé ganara. No. Para nada les voy a decir que sí es así. Ropoponpon, ropoponpon.   

Demasiada gente se ha vuelto ‘criticona’ y juzga (y quizá fui uno, increíble que esté escribiendo de esto). Bastantes de ellos ni siquiera respetan el gusto de quienes gustamos de ello. Es como si a mí me gustan las medias azules y esperara que todo el mundo tenga que preferir las medias azules. Veamos la evolución que ha tenido este cuento. Y aunque también son bastante señalados los jurados, ese, no es un trabajo fácil. Muy bien remunerado nos imaginamos, pero nada fácil. Muy interesante lo del maestro Escola, la Grisales y… ya sabemos quién (sin risas… jejeje).

Por ello, y me divirtió cantidades ver a Amparo Grisales en el reto de los cien millones de pesos repetirle cada rato a los invitados que “les tocaba a ellos”. Decidan ustedes, decía con total ‘relax’.

Y las caras de sus compañeros, también eran de alivio. Todo un show hacer esa vuelta. Claro que se equivocan, por supuesto que no son dueños absolutos de una verdad, pero están ahí para esa labor.

¿Ustedes lo harían mejor? Pues habría que verlo. 

Los concursantes ni se diga. Qué capacidades las que tienen. Repito, facilísimo decir que no, que “paila”, que ni idea. Pararse ante un público a cantar, eso es cosa de machos (sin dejar de lado a las mujeres, solo por mencionar el dicho), no de muchos. Quienes más hablan son quienes menos aportan o hacen; o saben cantar; o saben de música. Etcétera. Así mismo es la vida. Hay que ponerse un poco en los zapatos del otro.

Y es impresionante de dónde aflora el valor para meterse en una convocatoria, hacer filas larguísimas en las audiciones; sí, pues de la situación que agobia al país y al mundo entero. La necesidad es grande, así mismo los sueños y las metas. Desde ‘parceros’ que se la rebuscan en la calle hasta profesionales que deciden mandarse al ruedo. Y hay historias de historias. Convicción, promesas, amor, ilusión y hasta desilusión. Emociones encontradas, factores múltiples para hacer de éste una delicia para sus televidentes.

Y algunos boyacenses han pasado por allí. La verdad no recuerdo cuántos, solo sé que aquí hay duros para eso. ¿Y hablé de factores? Pues así mismo he visto El Factor X (sé lo que pensaran tantos… puede que les dé risa) y trato de ver otros espacios televisivos por el estilo. Veo lo mismo: gente con ganas de salir adelante y de mostrarle al mundo lo que son.

En este punto quiero decir que me gustó bastante lo de Beto el imitador de Alejandra Guzmán; ¿Ustedes se pararían vestidos de mujer a cantar como lo hizo este ‘man’? Pues dejó una muy buena impresión. Talento es talento.

Hablar o mencionar a los participantes en las voces de Ángela Aguilar (qué vozarrón y presencia en el escenario), Amy Winehouse (sin saber mucho de ese género me parecía brutal esa nena), hermoso lo de la hija de Petrona Martínez (un súper homenaje), con la misma emoción de Escola disfruté con el pelado que nos trajo a José Luis Perales, Elvis Crespo súper parecido y cheverísimo, “le faltaba fuerza y esa mirada penetrante” le decía mi novia sobre Raphael, Alci Acosta muy bueno, lástima Kany García que no completaba… y, por supuesto, los finalistas: Shakira inigualable y poderosa, fuera de igualitica (de lejos la mejor en años con la icónica y famosa barranquillera a quienes muchas y hasta muchos desearían alcanzar), Luis Miguel con esa sonrisa más que copiada a la perfección, Carín León que no lo conocía (bueno, aprende uno a escuchar otras cosas)… y no les voy a contar sobre mi admiración, mi fascinación y mi anhelo de haber visto ganador a Miguel Bosé. Pues no les voy a revelar que sí, es tal vez mi artista favorito, si es que puedo tener uno entre tantos que me llenan de alegría. Mejor dicho, nos vemos en Sevilla (y al alma blanca le contaré, lo que yo te amé…).

Nótese mi cara. Fíjense en mi entonación, esos agudos y melismas, ¿Tengo la voz? ¿Soy el doble perfecto? ¿Qué dice Merlina? ¿Qué opina Calero? ¿Deberé convencer a ‘Symphony’? Mi mami dice que sí soy. Que sí me llamo, José Gonzalo. ‘Clau’ también dice lo mismo (sobre todo cuando me meto al baño… amooor, no es que te demores, porque quedas en riesgo de eliminación…) … y así… ¡Buenísimo se pasa!

PD: La foto cantando en la ducha se las quedo debiendo… (todas las risas).

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