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El candidato a la Cámara de Representantes por el partido Verde, con el número 106, recorrió las calles de Chiquinquirá, donde pudo reencontrarse con amigos, vendedores informales, comerciantes, empresarios, que brindaron su apoyo.
Además informó que, «pasamos a visitar a Nuestra Señora del Rosario la Virgen de Chiquinquirá, para que junto a nuestro padre Dios nos protejan y nos guíen en esta recta final».
«En nuestro recorrido degustamos de la gastronomía típica, escuchamos los sueños de nuestros paisanos y con toda la gratitud recibimos su respaldo, comprometidos a ser los defensores y gestores, desde el Congreso de la República, de las soluciones en justicia social, servicios públicos y educación superior».
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Ojalá también algún día, la Fiscalía lo escuche, para que a través de ese ente de control, le cuente a los Boyacenses, cómo, dónde y cuándo, obtuvo tan desproporcionada fortuna, para derrochar, a la usanza napolitana, en esta campaña que sólo es a la cámara y no a la presidencia de Estados Unidos. Más, conociendo su orígen, su trayectoria como funcionario público de nivel medio y seguramente sin un respaldo familiar acaudalado; pero lo que no conocemos, son sus pasos, sus amigos, sus socios, con los que hubiese podido probablemente, haber conformado un círculo muy discreto para concertar en la sombra, en su corta pero agitada labor administrativa, con cierto poder direccionador de los recursos públicos. Nos atemoriza la duda, de que en esos encuentros, quizás furtivos pero «no» reprochables la generosidad de sus amigos o socios se hubiese hecho sentir desorbitadamente para sus lograr sus» sueños» y el de Ellos, como llama Ud., a los de los Boyacenses : Sueños. Talvéz sueñe además con la Dian.