Villa de Leyva rindió homenaje a su héroe Antonio Ricaurte, inmolado en San Mateo

El alcalde de villa de Leyva en el discurso de la conmemoración de los 204 años de la inmolación de Antonio Ricaurte el héroe de la independencia, oriundo de Villa de Leyva. Foto | Hisrael Garzonroa
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Presidida por el alcalde de la ciudad Víctor Hugo Forero, se llevó a cabo la ceremonia de conmemoración de los 204 años de la inmolación de Antonio Ricaurte el héroe de San Mateo, oriundo de Villa de Leyva, donde se ha guardado la memoria del prócer durante estos dos siglos largos.

La figura de Ricaurte se ha convertido, a partir del siglo XX, en la del prócer cimero de la Fuerza Aérea Colombiana, por lo que esta institución guarda especial vínculo con la ciudad, apoyando múltiples causas locales y perpetuando la memoria de quien sacrificó su vida por el ideal de la independencia del continente.

Durante la ceremonia del miércoles 21 de marzo pasado, el alcalde Forero Sánchez condecoró, con la medalla Andrés Díaz Venero de Leyva, a cinco oficiales de la Fuerza Aérea Colombiana por sus servicios desinteresados a la ciudad con obras sociales y protección del entorno ambiental, tan valioso en la región.

A esta ceremonia asistieron el pleno del Concejo Municipal, la Academia Boyacense de Historia, la especial delegación de la fuerza Aérea, lo mismo que la representación de la Policía Nacional y el ejército colombiano.

En el marco de la ceremonia de la conmemoración del 204 aniversario de la inmolación de Antonio Ricaurte y Lozano, patrono histórico de la Fuerza Aérea de Colombia, el Académico de la historia, José Salatiel Vanegas González, Miembro de Número de la Academia Boyacense de Historia, pronunció el discurso central en exaltación de la memoria del granadino, cuyo texto íntegro es el siguiente:

La importancia de la memoria

“La historia de Colombia en los años de la revolución de independencia, que se inició en 1810 y culminó con la Campaña Libertadora en 1819 está relacionada directamente con el liderazgo de los próceres. No se entiende el desenvolvimiento histórico de las sociedades, sin el dinamismo de sus dirigentes o líderes y sin la acción sublime de los héroes que deciden en momentos determinados el devenir de los pueblos.

El héroe Antonio Ricaurte y Lozano nació en Villa de Leyva (Provincia de Tunja, hoy Boyacá) 10 de junio de 1786. Sus padres fueron Don Juan Esteban Ricaurte Mauris y Doña María Clemencia Lozano Manrique, hija del Marqués de San Jorge, el criollo santafereño que colaboró con los comuneros en la insurrección de 1781. Tuvo dos hermanos, Manuel e Ignacio.

  • Foto | Hisrael Garzonroa

El joven Antonio Ricaurte y su hermano Manuel estudiaron en el Real Colegio y Seminario de San Bartolomé en Santafé de Bogotá, su hermano Ignacio en el Colegio Mayor del Rosario.

Antonio Ricaurte participó en la conspiración de los americanos patriotas contra el régimen colonial y participó activamente en los hechos del 20 de julio de 1810 como “chispero revolucionario”.

En los años iniciales de la Primera República de Nueva Granada se alistó como Teniente de compañía en el Batallón de Infantería de las Guardias Nacionales, la primera unidad militar patriota.

La difícil situación de Venezuela con la dominación realista en todo su territorio, hizo que el libertador Simón Bolívar solicitara la ayuda militar al congreso de las Provincias Unidas reunido en Tunja. Se conformó una expedición militar comandada por Bolívar la cual ha sido llamada la “campaña admirable” de 1813 a 1814, ingresando al servicio militar Antonio Ricaurte, junto con otros granadinos, entre ellos Atanasio Girardot.

La palabra “héroe” viene del latín “heros”, que significa varón ilustre y famoso por sus hazañas y virtudes; y del griego “heros”, que significa “semidios”.

El historiador inglés Thomas Carlile, autor de la obra “Los héroes”; destacó el papel principal de los grandes hombres en la historia y el valor positivo de su ejemplo. Afirma: “los héroes son aquellos hombres y mujeres que, por su acción en un ambiente social, en un ambiente determinado, construyen la historia”. Así mismo Carlile señaló que la historia es el producto de personalidades excepcionales y enérgicas.

El héroe o la heroína con su fuerza sublime de solución, salva a los pueblos con sus acciones guerreras o con intervenciones heroicas en los hechos militares, políticos, sociales, religiosos o culturales.

Frecuentemente se dice, “quien nos va a salvar será un héroe”

El héroe hace la defensa o la resistencia, y con su sacrificio define la solución a los problemas. Por ello son recordados con veneración en la historia local, departamental, nacional, continental y universal.

Gracias a su participación activa ellos pueden construir momentos muy importantes de la historia y la cultura de las naciones.

Dice el escritor español Emilio Castelar: “el heroísmo en la prosperidad, es bello; pero en la adversidad es sublime”. Además, “morir por la patria cuando la patria está perdida es un acto de mérito excepcional”.

Todo lo expuesto anteriormente explica el por qué el Capitán Antonio Ricaurte y Lozano fue el héroe en el Campo de San Mateo.

Como centauro indomable y titán del sacrificio puso fuego a la pólvora en la casa de la Hacienda y en holocausto sublime como señala la undécima estrofa del Himno Nacional de Colombia escrito por la pluma literaria del presidente Rafael Núñez: “Ricaurte en San Mateo, en átomos volando, deber antes que vida con llamas escribió”.

La inmortalidad del héroe

Con la sublimidad de su sacrificio Ricaurte ascendió a la inmortalidad de los héroes que se sacrifican por la patria. Se convirtió en el símbolo del heroísmo patriota en el nacimiento de Colombia, con la fuerza dinámica de la independencia y la libertad.

Su participación más importante en la campaña admirable acaeció el 25 de marzo de 1814, en la Hacienda de San Mateo de propiedad del libertador Simón Bolívar. En esta batalla los patriotas se enfrentaron a las fuerzas realistas de Tomás Boves quien al frente de un ejército de 7 mil llaneros, la mayor parte de caballería dirigió la contraofensiva realista en Venezuela. Bolívar decidió salir de la Hacienda con su ejército y Ricaurte no pudiendo salvar los pertrechos los incendió y voló con ellos para que no se aprovechasen los contrarios.

Señores rectores, profesores de Sociales, niños y jóvenes estudiantes: la Academia Boyacense de Historia tiene biblioteca y sus miembros son autores de libros de Historia que están para consultar e investigar los hechos históricos que las generaciones de nuestra querida Colombia han legado. Estamos a sus órdenes. En buena hora el Congreso aprobó la Ley 1874 del 27 de diciembre de 2017 que establece la obligatoriedad de la enseñanza de la historia en las instituciones educativas. ¿Cuántos historiadores en potencia pueden estar entre ustedes? En sus manos, acciones y saberes; recae la misión de fortalecer los valores patrios e históricos heredados, la convivencia social y la paz”.

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