En esta región boyacense que ha padecido por años el abandono y la desidia de los gobiernos, que cuenta con mínimos centros educativos y hospitalarios, que sufre el flagelo de la guerra de grupos armados ilegales, que hace parte de los municipios donde las construcciones de colegios presentan atrasos por culpa del Fondo FFIE, hoy, en convenio de Ecopetrol y la Gobernación, piensan desarrollar un proyecto por más de 23 mil millones de pesos para impartir rituales ancestrales.
La obra es un convenio entre Ecopetrol y la Gobernación de Boyacá, donde la petrolera invertirá $20.611 millones y el gobierno departamental aportará los restantes $2.525 millones. Deberá estar terminada a los 21 meses de la firma del acta de inicio.
Es importante recordar que en el año 2019, el río Cobaría sufrió de un derrame de crudo que puso a la comunidad en alerta roja, y que según el entonces director de la oficina de Gestión del Riesgo del Departamento, Germán Bermúdez, Ecopetrol sabía de los riesgos, avisados un año antes por Bermúdez. ¿Será entonces que esta enorme inversión por parte de la empresa petrolera, es una reivindicación por los daños ocasionados a la comunidad, piensan que reparan el daño ecológico con una infraestructura diseñada para organizar rituales?
Es importante la memoria de las comunidades indígenas, pero acaso, ¿no demanda más atención la educación y la salud para estas personas, cumplirles con las necesidades básicas como agua y luz eléctrica?
Sobre el proyecto
El ‘centro de pensamiento’, según comunica la Gobernación de Boyacá, pretende ser un lugar para impartir sabiduría tradicional y realizar rituales de la comunidad ancestral ubicada en límites de Boyacá, Arauca, Casanare, Norte de Santander y Venezuela. El proyecto estaría concertado con la Asociación de Autoridades Tradicionales y Cabildos U’WA y, autoridades locales.
El centro contará con dos malocas para las autoridades U’wa, donde se impartirá sabiduría tradicional y se realizarán rituales de la comunidad ancestral, ubicada en límites de Boyacá, Arauca, Casanare, Norte de Santander y Venezuela, con capacidad para albergar a 500 personas al mismo tiempo.
El espacio contaría con una cancha deportiva con graderías, tarima y cubierta. Igualmente, módulos para dormitorios, cocinas, comedores, lavandería y unidades de servicios.
