Maestro Eduardo Malagón Bravo, monumental

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Hoy cumple 75 años. Nació en Chiquinquirá el 16 de agosto de 1948. Sus padres Samuel Malagón Rodríguez, fue alcalde de Santa Sofía y Anita Bravo de Malagón primera mujer inspectora de Educación para el occidente de Boyacá. Casado con la dama venezolana María Luisa Arias de Malagón. Sus hijas Ana Michelle y Karla Valentina Malagón Arias. Su nieto Ahmet Eduardo Sarí Malagón.

El maestro Malagón está de cumpleaños y el periódico EL DIARIO lo felicita y exalta como gran exponente de la cultura americana. Sus monumentos y acciones como Patriota Boyacensista lo colocan en sitial de honor en el escenario nacional e internacional. Su prestigio se fundamenta en obras de gran valor artístico, que hoy reposan en varios lugares del mundo, como el monumento a Santander en la Plaza de la Liberación en El Cairo, Egipto, Medallones de Bolívar en Madrid, Caracas, Quito, Bogotá, Tunja. Obeliscos en Bogotá, Tunja, Socha, Laguna del Soldado. Monumentos a la Diosa del Agua en Ciénega, Monumento a la Libertad en Tinjacá, Monumento a Bolívar en Siachoque. Placa Conmemorativa de Puente de Boyacá.

Es autor de los himnos de Moniquirá, Paya y Pisba. Autor de los Escudos Heráldicos de Moniquirá, Sutamarchán, Santa Sofía. Autor del Escudo de la Paz de Colombia, que viene ajustando y perfeccionando a medida que se presentan las iniciativas de paz por parte de los gobiernos de turno. Autor de la Bandera de Puente de Boyacá, que se encuentra en proceso de institucionalización y adopción.

Fundador de los museos: Bolivariano del Cantón Militar de Tunja y Finca Museo del Pensamiento y la Libertad de Arcabuco. Cofundador del Museo de la República en Tunja, en proceso de organización. Insistente y persistente en sus propósitos, el maestro Malagón da ejemplo de laboriosidad, consagración en temas fundamentales y patrimoniales, en beneficio de Colombia y América.

Ha sido declarado Personaje Bolivariano del siglo XX, y condecorado con medallas de primera clase por instituciones oficiales en varios países. Junto a su familia ha colocado un centenar de medallones, En espacio público, acción altruista difícil de igualar.

Sabe que su éxito en el servicio público está basado en la lealtad con las instituciones y la pulcritud en su actuar, que le ha traído fuertes desencuentros y despropósitos, pero su esfuerzo por lograr los objetivos de su misión lo alientan a continuar aportando sus mejores esfuerzos en beneficio de la comunidad. Muchos piensan, por su desmedido interés en sus compromisos, se debe a que tiene una empresa de eventos protocolarios, lo que no es cierto, y por el contrario, gasta de su propio bolsillo para cumplir los compromisos con la patria. Siempre declara que su prestigio se fundamenta en las buenas obras que realiza, con el apoyo de su familia, de su esposa María Luisa Arias, su “Talismán de buena suerte”, sus hijas Ana Michelle y Karla Valentina, que desde muy pequeñas lo acompaña en todos sus actos. Dice el maestro que ellas debe su éxito, por su apoyo firma y permanente.

Confiesa abiertamente que no posee tacto político, que prefiere ser cercano a las instituciones, se considera gobiernista, pero con autoridad moral, criterio y carácter para indicar el camino correcto, en bien de la comunidad. Se considera firme interprete del autentico ideario bolivariano y cree firmemente en la Proclama de su ídolo:

Mejor sistema de gobierno produce: mayor seguridad social, mayor estabilidad política y mayor suma de felicidad posible.

Es un convencido que la paz debe ser el objetivo primordial de cada gobernante, basada en los mismos preceptos expuestos.

Una paz concertada y merecida, bajo el respeto y consideración entre todos los colombianos. El maestro Malagón y su propuesta del escudo de la paz con sus cuatro ejes fundamentales: Sinceridad, Tolerancia, Reconciliación y Reconstrucción.

Sabe por experiencia que, la paz ha sido esquiva, pero que es hora de lograr una comunión de pensamientos y de propósitos, dentro de la diferencia de criterios, pero sobreponiendo intereses personales y de fundamentalismos ideológicos, y dejar atrás esa violencia fratricida, de tanta sangre derramada y tanto dolor nos ha infringido.

La política debe encausarse al servicio publico para lograr, en la justicia social, la verdadera convivencia entre todos los colombianos.

Recuerda el maestro Malagón nuestro himno de Boyacá, que entre líneas reza: Somos hombres primeros en el bien e la guerra y la paz…

A esculpir en el muro del tiempo la esperanza de un mundo mejor.

Y deja esta reflexión: Fuimos primeros en la guerra de independencia, hoy somos primeros en la paz de Colombia.

Galería de Obras en espacio público del maestro Eduardo Malagón Bravo

El mejor homenaje de EL DIARIO a nuestro columnista el maestro Malagón Bravo es mostrar parte de sus obras y algunas de sus acciones, que refrendan su alto nivel de compromiso con el departamento de Boyacá, Colombia y América

Me siento corresponder a la época del idealismo y heroísmo;
Comprometido a exaltar lo más hermoso de la humanidad,
en el momento histórico que me correspondió vivir,
como testimonio para la posteridad.

EDUARDO MALAGÓN BRAVO

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