“He desarrollado una fascinación con los trabajos que nadie ve, los trabajos invisibles”: Iván Gómez

Foto | cortesía Juan Felipe Delgado
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El maestro tunjano Iván Gómez presentó su obra en la reciente edición de la Filbo gracias a la convocatoria del 2022. Aquí un breve recorrido por su historia y claro, los detalles de su publicación.

Junto con los ganadores de la convocatoria del Consejo Editorial de Autores Boyacenses, Ceab, del 2022, otorgado por la Gobernación, a través de la Secretaría de Cultura y Patrimonio, este boyacense socializó su obra ‘Trabajos invisibles, espacios intocables’, en la vitrina más importante de Colombia, la Feria Internacional del Libro de Bogotá, la Filbo 2023, que culminó recientemente en Corferias en la capital del país.

Foto | cortesía Juan Felipe Delgado

Dicha convocatoria ha permitido que los trabajos de sus coterráneos se expongan y tomen fuerza, “estos premios son importantes primero, porque hay un montón de copias que se distribuyen al departamento, puede ser fácilmente las piezas editoriales con mayor alcance interno, ya que se reparten en las bibliotecas; segundo, porque son los premios nuestros, son ‘los que nos miden el aceite’, son ‘la joya de mostrar’, es con lo que vamos al mundo a decir la literatura boyacense está en este punto, es una pieza de identidad viva y actual. En mi caso, por ejemplo, es la primera vez que soy publicado en el departamento, y la primera vez que me publican a mí solo un libro, ya había publicado dos obras, en antologías con otros autores, de otras regiones; es la primera vez que tengo la posibilidad de publicar un libro enteramente de mi autoría”, comenzó su relato el maestro Iván Gómez Gaitán.

Foto | cortesía Juan Felipe Delgado

La muestra del talento literario de “la tierrita” se realizó en el salón Sor Josefa del Castillo del recinto ferial. Sobre Iván se puede decir que nació en Tunja, se formó como maestro de Arte Dramático de la Universidad Central de Bogotá, vivió toda su niñez y juventud en la capital de Boyacá, estudió Actuación (pregrado) y se graduó en aquel entonces con una tesis en la que abordaba cómo pasar novelas de narrativa a teatro, “y ahí empecé a escribir teatro como si no hubiera un mañana, me uní a varios colectivos de escritura de Bogotá, con uno de ellos llamado La Clínica de Dramaturgia publiqué una antología de teatro, donde está mi primera obra llamada ‘Abismo’ en el 2018”.

Para el año 2019, Gómez fue uno de los ocho finalistas del Segundo Torneo Nacional de Dramaturgia del Teatro Colón de la capital del país con una obra que está publicada en el libro que se socializó en la Filbo, Humor de Ascensoristas. En el 2020, la Fundación Voces Globales Colombia lo seleccionó como una de las ocho voces regionales destacadas del teatro; para el 2023, le publicaron en una antología nacional de teatro corto en Bogotá.

“En la pandemia me tuve que devolver para Boyacá, desde ahí estoy trabajando aquí, como gestor cultural, como actor, como escritor. Soy parte de una generación de personas que les pasó lo mismo, que se formaron y la pandemia los devolvió a su tierra natal y están empezando a tener frutos en el departamento. En mi caso me ha salido más sobre escritura, me gané este premio, también he tenido la oportunidad de hacer talleres y conferencias de la historia del teatro en los últimos Festivales Internacionales de la Cultura, FIC”, apuntó Gómez.

Iván es director artístico y fundador de la compañía de teatro Salto al Vacío que fue seleccionada en el pasado FIC, dentro de la convocatoria de Artistas y Agrupaciones Emergentes.

El libro

Tiene dos obras, una llamada ‘Humor de ascensoristas’ y otra ‘Sucedió en Villa de Leyva’. La primera “ufff”, Humor de Ascensoristas… son dos obras que están muy distintas en la vida, porque esta primera ha ido por todo lado, “quedó de finalista en el torneo del Teatro Colón, se leyó en unos seminarios de Bogotá, en el FIC, se ha intentado montar varias veces en el país, ahorita la están intentando montar en Pereira y en Bogotá, es una obra que ha tenido mucho movimiento y nunca fue publicada, y nunca ha sido montada, ha sido un texto muy generoso; mientras que Villa de Leyva es todo lo contrario, nació en plena pandemia, en una reflexión que yo hacía sobre lo que no se dice abiertamente, sobre las cosas que se quedaron en secreto, y la misma obra quedó en secreto hasta esta misma convocatoria de este premio en donde creí pertinente sacarlo a la luz y afortunadamente ganó, pero es una obra que no había visto la luz en otro lado, es casi que una exclusiva”, argumentó el escritor de 28 años de edad.

La primera habla de la nostalgia de la familia, de la pérdida, de la búsqueda de explicaciones cuando una relación, no amorosa, se acaba, se desaparece de la vida de una persona, Humor de Ascensoristas son dos personajes que buscan esas respuestas, de entender por qué alguien se fue de sus vidas. Por su parte, la de Villa de Leyva, es una obra más detectivesca, que persigue resolver un crimen que sucedió en un hotel, a escondidas, y se persigue a tres posibles protagonistas de este posible crimen resolviendo lo que sucede.

Los trabajos invisibles

Iván Gómez ha desarrollado una «fascinación» por las personas que hacen trabajos que nadie ve, «en Humor de Ascensoristas tengo un señor de 80 años que precisamente es un ascensorista, que es un puesto que ya no existe, una profesión que fue eliminada por la tecnología, y este señor sigue siendo eso, en un lugar muy peculiar, y él está convencido de que su vida ha sido de alguna forma maravillosa por haber podido tener un trabajo que no le permitía destacar, sino que le permitía ayudar a otras personas que sí tenían que destacar en otros aspectos, un trabajo invisible».

Así mismo tiene otro personaje que es un joven soldado que le tocó ser soldado, porque no tenía otra posibilidad, no tenía forma de escapar, «casi que fue un reclutamiento forzoso, lo único que conocía era el servicio militar y le tocó alistarse en el Ejército y servir. Y se detiene un momento a pensar, bueno, yo por qué terminé en estas, a mí qué me hubiera gustado hacer, qué fue lo que pasó con mi vida…; en Villa de Leyva una de las involucradas en el crimen es una muchacha que atiende un hotel, es una todera allí, recepcionista, mucama, lavandera, casi que cocinera, es una persona que desarrolla muchas habilidades en un hotel y está involucrada en una manera en que nadie le cree y en que todo el mundo la ‘pordebajea’ por la misma ocupación que tiene, porque no les parece que ella siendo una persona tan invisible en el servicio tenga la razón de lo que está contando…; entonces sí, para mí hay algo político ahí, sobre el hecho de poder hablar desde las personas que uno no le presta normalmente atención, o que solo los deja pasar, o que incluso la sociedad los deja pasar y que no tienen el verdadero foco, y por eso se llaman así, en las dos obras las hay, y les pasan cosas muy duras», relató Gómez Gaitán.

Luego de ganar el premio Gómez reunió un equipo de trabajo «chévere» en un proceso de gestión editorial, con un prólogo de una antropóloga bogotana, la corrección de estilo la hizo un dramaturgo paisa, el diseño y la ilustración de portada lo hizo una ilustradora paisa también, la ilustradora interna es capitalina, «las dos muy tesas» y la imprenta es tunjana, Jotamar fue la elegida.

Para mayor información del libro pueden escribir al correo electrónico: [email protected]; y para adquirirlo allí mismo y en la Librería Umbral de Tunja (carrera 9 # 22-70) estará disponible a partir del 8 de mayo.

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