“Colombia debe reconocerse desde su propio dolor”

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Así lo expresó el sacerdote jesuita Francisco de Roux, presidente de la Comisión de la Verdad, quien afirmó que el informe final presentado hoy representa el comienzo de una dolorosa conversación sobre la crudeza de la guerra. En el teatro Jorge Eliécer Gaitán de Bogotá se realizó el encuentro al que la Comisión denominó “El Acontecimiento”.

Por | Agencia UN

El informe final “Hay futuro si hay verdad”, que comprende lo ocurrido en el marco de conflicto armado entre 1958 y 2016, esclareció patrones y algunos casos generales, mas no situaciones particulares o específicas.

“Dentro del documento solo hay algunos casos, presentados como anexos, que alimentan la narrativa explicativa, analítica y contextual”, aseguró el comisionado.

Dijo también que “lo fundamental es lograr la conmoción de la mayor cantidad de la población. Todavía hay un sector de la sociedad que no termina de comprender que la guerra tiene que ver con todos, y que su resolución solo se podrá dar si existe la disposición de un conjunto muy amplio de la ciudadanía. La transformación no compete únicamente a los gobiernos, también está en manos de la sociedad civil”.

El informe es el resultado de más de 23.000 horas de investigación y deliberación, 14.928 entrevistas individuales y colectivas (en las que fueron escuchadas 28.562 personas en Colombia y en otros 23 países), la revisión y contrastación de 1.195 informes sobre la violencia en el país, la indagación en profundidad sobre 730 casos, entre otros insumos.

La Universidad Nacional de Colombia (UNAL), con la Red de Ética, Arte, Cultura, Ciencia, Tecnología e Innovación Social Para la Paz (RedPaz), también aportó en la construcción del informe, logrando la capacitación a profesionales del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No repetición y que 66 estudiantes hayan realizado sus prácticas y pasantías en la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), la Comisión de la Verdad y la Unidad de Personas dadas por Desaparecidas.

Así se construyó

La entidad escuchó a comunidades afro e indígenas, a la población LGBTIQ+, a campesinos, profesores, miembros de la fuerza pública y a los expresidentes de la República, además propició actos de reconocimientos de responsabilidad y dignificación de víctimas, experiencias que quedaron escritas en 11 capítulos relacionados entre sí.

El primer capítulo recoge el mensaje que la Comisión le deja al país. El segundo, los hallazgos y recomendaciones para la no repetición. En el tercero se abordan las violaciones a los derechos humanos y al derecho internacional humanitario, con las responsabilidades colectivas, la intencionalidad, el modus operandi y sus impactos.

El capítulo “Narrativa histórica’” aborda los periodos del conflicto colombiano, sus hitos, evolución y los factores de persistencia hasta la actualidad. Luego, en el apartado de “Territorios”, se profundiza en las dinámicas locales del conflicto. Además, se aborda el exilio y la experiencia de las mujeres y la población LGBTIQ+ y cómo estas comunidades han estado en medio de la disputa.

En el capítulo 10 aparecen los relatos de víctimas y responsables en tres partes: antes de la violencia, en medio de la guerra y las perspectivas de futuro a partir de una selección de testimonios.

Durante el evento se hizo énfasis en que el contenido del Informe Final no tiene consecuencias judiciales, lo que significa que no sirve para la imputación penal ante ninguna autoridad.

Algunas recomendaciones

La Comisión de la Verdad plantea que el Estado debe liderar un debate internacional que permita acabar con el prohibicionismo de la droga y que hay que avanzar en el cambio de paradigma hacia la regulación legal responsable.

“La prohibición de la droga no solo ha sido ineficaz, sino que ha provocado un incremento en los niveles de violencia y ha generado impactos políticos, económicos, sociales y ambientales en los derechos de las personas, comunidades y territorios”, se lee en las recomendaciones.
También recomienda que, en relación con los cultivos de coca, se debería eliminar la erradicación por parte del Ejército Nacional y renunciar definitivamente a la aspersión con glifosato. Además de detener esas dos estrategias, se deberá “rediseñar con la participación de las comunidades campesinas y étnicas las estrategias para hacer frente a los cultivos de coca, marihuana y amapola”.

Propone la creación del Ministerio de la Paz y la Reconciliación, con un enfoque territorial que “además articule las políticas, los programas y proyectos que se encuentran dispersos en diferentes sectores y entidades limitando su alcance e impacto y dificultando la recuperación del tejido social afectado por el conflicto armado y el restablecimiento de la confianza en la institucionalidad”.

El Informe recomienda ajustar la política de reintegración para adoptar medidas tempranas que prevengan el rearme de los miembros de los grupos armados, que garanticen su seguridad y que se consideren los enfoques diferenciales de combatientes de pueblos étnicos, como incluir autoridades tradicionales en los procesos.

También hay recomendaciones orientadas a desmantelar de forma pacífica a los grupos armados herederos del paramilitarismo y el narcotráfico por medio de una política pública de desmantelamiento y una estrategia integral de sometimiento individual y colectivo. Esto significa darles garantías a los miembros de estos grupos para sus procesos con la justicia y la reintegración.

Socialización

Después del acto de este martes, la Comisión asistirá en julio y agosto a más de 50 eventos públicos para compartir y promover los hallazgos y recomendaciones, dentro y fuera de Colombia.

El informe se encontrará en una plataforma digital, la cual estará disponible por los próximos 10 años y a discreción del Estado podrá ser ampliada un mayor periodo en el tiempo.

Cabe mencionar que el presidente electo, Gustavo Petro, asistió al evento, recibió el informe y pidió utilizar las recomendaciones entregadas por la Comisión como herramientas que sirvan para reconciliar al país. Dijo que el camino para Colombia es el perdón, pero que este depende exclusivamente de las víctimas y que su gobierno tendrá en cuenta este informe.

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