Cacaoteros boyacenses iniciaron acercamientos con expertos de Suecia para mejorar la producción y acceder al mercado internacional.
El cacao boyacense o también llamado ‘fruto de la paz’ sigue despertando buenas sensaciones a nivel internacional. En esta oportunidad, en el marco de la visita de la delegación de Skane, Suecia, a la Región Central de Colombia, los expertos internacionales en especialización inteligente visitaron la red de cacaoteros “Distrito Chocolate” que nació como iniciativa de los campesinos del departamento para sustituir los cultivos ilícitos y que en la actualidad enaltece la labor de 27.000 familias productoras de todo el país.
Durante la jornada, los productores destacaron su necesidad de avanzar con la asistencia técnica para la implementación de mejores prácticas agrícolas que abran las puertas a nuevos mercados.
“Nos gustaría qué a través de la RAP-E, estas empresas suecas nos ayuden a descubrir programas y procesos que nos permitan acceder al mercado internacional, y a aplicar medidas eficaces y controles frente a la Monilinia en la cual ellos han avanzado bastante” indicó Juan Antonio Urbano Barrera, Socio-Fundador Distrito Chocolate.
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Los cacaoteros también manifestaron “su interés en acceder a procesos que incrementen la competitividad y lograr la estandarización de su cacao. A través de innovación y tecnología en nuestros procesos queremos que Colombia no solamente sea productor de cacao, sino transformador de chocolate y así generar mayores ingresos y dinamizar la economía de la Región Central”.
Por su parte, Mirka Fahlander, integrante de la Comisión Sueca, indicó “estamos aquí para poder identificar los desafíos específicos que hay en la Región Central y al mismo identificar los proyectos en que podemos trabajar conjuntamente. Precisamente hemos hablado del cacao y sus problemas porque hay algunas compañías en Suecia que están interesadas en operar proporcionando soluciones a esto”.
En ese sentido y mediante cooperación internacional, el sector cacaotero se verá beneficiado de gran manera en torno a su fortalecimiento en prácticas productivas, gracias al apoyo irrestricto de la RAPE.
