Según el Director Regional del Invias en Casanare, de la montaña se desprenderían unos 400 mil metros cúbicos de material que genera el riesgo de que se produzca un represamiento, que a su vez significan una amenaza para Pajarito. Expertos de ese Instituto buscan alternativas para dar paso provisional, pero el terreno es inestable y en la zona continúan las intensas lluvias.
A la pérdida de la banca en el sector de La Granja, que causó el cierre indefinido de la carretera entre Sogamoso y Aguazul, se suma ahora el riesgo de un represamiento del río Cusiana, según lo manifestó ayer el director regional del Invías para el departamento de Casanare, Arsenio Sandoval Barrera.
En efecto, el material que se ha desprendido de la montaña durante los últimos días ha estado cayendo al río Cusiana. Sandoval calcula que unos 160.000 metros cúbicos de piedra, tierra y lodo han caído sobre el lecho del río y ya está causando represamiento, pero hay posibilidad de que aproximadamente 240 metros cuadrados adicionales se puedan desprender en las próximas horas, lo que podría generar un represamiento de gran magnitud con riesgo para las comunidades que habitan río abajo.
El Director regional del Invías dijo que desde ayer se está haciendo un monitoreo permanente para evitar una situación de emergencia, no solo para los habitantes de Pajarito sino de muchos caseríos ubicados en la parte de abajo hasta el sector limítrofe con Aguazul.
Durante el día de ayer organismos de socorro, autoridades de Gestión de Riesgos y Desastres, la Alcaldía de Pajarito y funcionarios del Invías adelantaron un recorrido por el PR 87 + 000, sector La Granja, con geólogos e hidráulicos de Invías. También estuvieron el contratista del Invías y Bomberos.
Esos expertos indicaron que se continuará trabajando, pero advirtieron que la montaña sigue moviéndose. Se instalarán unos inclinómetros, para medir qué tanto se mueve el talud.
Sandoval dijo que el Invias tiene toda la capacidad técnica y operativa para atender esta emergencia, que existe el contrato 1858 de 2020 para atender esta emergencia, que es muy compleja, pero una vez podamos trabajar con seguridad, trabajaremos con toda capacidad para habilitar tránsito provisional, mientras se construye la solución definitiva. La Carretera del Cusiana, que lleva ese nombre por el río que corre paralelamente a la vía, apenas tiene una longitud de 120 kilómetros entre Sogamoso y Aguazul, pero se trata de un terreno muy quebrado con gran inestabilidad, lo que se acentúa en épocas de lluvia como la actual.
Esta obra hace parte del programa Vías para la Competitividad o Corredores Arteriales Complementarios de Competitividad del Invias, cuyo objetivo es consolidar una red de transporte eficiente para facilitar la movilidad de pasajeros y la conexión entre los centros de producción y de consumos con los corredores de comercio exterior para lograr una mayor competitividad y productividad, en este caso de la región comprendida entre los departamentos de Boyacá y Casanare.
El tramo más complicado es El Crucero – Aguazul, con una longitud de 102 km intervenidos, dentro de los cuales también se han realizado obras de adecuación y rehabilitación de la vía existente. A escasos 9 km del municipio de Pajarito-Boyacá se encuentran zonas de inestabilidad del terreno donde la solución ha sido la construcción de 16 viaductos, que sin duda han sido un reto para la ingeniería colombiana por las condiciones no solo ambientales sino de orden público en una zona muy golpeada por la violencia.
