No le fue bien al exsecretario de Planeación de Boyacá en su labor al frente de la Corporación Autónoma de Corpoboyacá, Corpoboyacá. Las críticas a su gestión vinieron de diferentes sectores de opinión, incluyendo a funcionarios de la propia entidad. Durante los debates que se realizaron en la campaña política por la Gobernación, la labor de Herman Amaya incluso provocó críticas al Partido político del Gobernador electo.
Por haber sido el director de Corpoboyacá durante los últimos cuatro años, Herman Stiff Amaya Téllez era el primer opcionado para ser elegido para los próximos cuatro años, es decir para ser reelegido en el cargo.
Sin embargo, la primera sorpresa en la lista de quienes se inscribieron para la elección que hará el Consejo Directivo es que Amaya no aparece.
Algo sucedió, que hasta ahora no ha sido revelado, para que Amaya desistiera de presentar su hoja de vida ante la opinión pública y ante el Consejo Directivo.
El primer punto que causó que Amaya no se presentara fue la última evaluación que hizo el Ministerio de Ambiente de todas las corporaciones autónomas del país, en la que Corpoboyacá ocupó los últimos puestos en gestión.
Corpoboyacá quedó de penúltima, aunque ciertamente resulta complicado hacer ese análisis cuando se trata de entidades con presupuestos tan diferentes que deben ejercer autoridad ambiental en regiones con diversos tipos de conflictos ambientales.
De todas maneras, el Ministerio considera que en Corpoboyacá hubo problemas de ineficiencia administrativa que causaron negativos índices de gestión.
De Herman Amaya se cuestionó durante todo el periodo que su perfil no correspondiera a quien debe realizar una labor enfocada al medio ambiente. Amaya tiene como profesión diseñador industrial, aunque muestra en su hoja de vida experiencia como director de Planeación de Boyacá o director de Boyacá Bio, durante el gobierno de Carlos Amaya.
Durante estos cuatro años Herman Amaya también se mostró distante con varios sectores de la opinión pública; no fue un director mediático y tuvo dificultades para comunicarse con la prensa y con representantes de sectores que necesitan hacer trámites ante la Corporación.
Corpoboyacá deja labores pendientes, como planes de manejo de páramos y zonas ambientalmente vulnerables y siguen presentándose muchos conflictos por temas de aguas residuales y manejo de residuos sólidos.
Hace cuatro años, por ejemplo, estaban en funcionamiento los rellenos sanitarios de Tunja, Sogamoso y Garagoa; pero en este periodo se cerraron los dos últimos y Tunja es hoy el destino de los residuos sólidos de casi todo el departamento y de municipios de Cundinamarca y Santander. Hay que aclarar que toda la responsabilidad no es de Corpoboyacá, pero la entidad sí hubiera podido cumplir un mejor papel en la tarea de determinar rellenos provinciales para no generar un problema tan grande en términos ambientales y económicos.
Corpoboyacá perdió en estos cuatro años parte de su prestigio institucional y sí se fortaleció como fortín político. Es definitivamente una entidad paquidérmica en toma de decisiones para solucionar conflictos ambientales.
Todas esas razones hicieron que el gobernador electo, Carlos Amaya, hubiera sido criticado en los debates de la campaña al primer cargo del departamento y tal vez generaron que Herman Amaya decidiera no aspirar a la reelección.
Un periodo sin autoridad ambiental, pasivos crecientes en la materia y retroceso rampante en un estado de agravamiento de la crisis de manejo ambiental, con licencias exprés , vulneración de zonas de reserva, penetración de minería en zonas de páramo y ningún avance del desarrollo en zonas de riqueza privilegiada como occidente, samaca, paz de río, la playa, Rabanal, y en general una alianza entre la autoridad ambiental y los depredadores de recursos naturales con intereses personales, lesionados por su accionar de avaricia en detrimento del interés general y la posibilidad de prosperidad y avance regional, con argucia politiquera mediocre.