“La Tierra es lo más valioso que tenemos”: Alba González, campesina boyacense

Páramo Pan de azúcar. Foto | Camilo Tavera
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Hoy, 22 de abril, Día Internacional de la Tierra, es importante resaltar lo necesario que es el cuidado del medio ambiente en Boyacá, siendo uno de los departamentos que está rodeado de seis complejos de páramos.   

Altiplano Cundiboyacense, Pisba, Iguaque – Merchán, Tota – Bijagual – Mamapacha, Guantiva La Rusia y la Sierra Nevada del Cocuy son los páramos que rodean a Boyacá, dándole un atractivo turístico que lo diferencia de los demás departamentos. Además, nacionalmente Boyacá es reconocida por su principal actividad agropecuaria, ya que es la despensa alimentaria del país por su gran diversidad de materias primas.  

Debido a esto, EL DIARIO habló con Camilo Tavera, estudiante de Licenciatura en Ciencias Sociales en la UPTC y actual embajador del páramo de Tamá. Él explicó la importancia de este día para la sociedad: “Hay que entender lo que corresponde a los días que conmemoramos y a su importancia histórica. A pesar de que esto se ha venido moviendo desde los años 60’s, es en nuestra generación donde estamos notando la importancia realmente de entender por qué la protección de la Tierra y, sobre todo, el por qué tenemos que tener un papel más activo. Hoy tenemos demasiadas problemáticas sobre el medio ambiente y esto nos afecta no solo a las personas que caminamos los páramos sino también a los que viven en las ciudades. Cada cosa que hacemos como sociedad está generando un impacto en el medio ambiente y en la humanidad”. 

 

Fotos | Camilo Tavera

Por eso, EL DIARIO habló con Marcela Chaves, bióloga de la Universidad Nacional de Colombia y doctora de la Universidad de Melbourne, quien habla sobre el valor que tiene este día para el departamento: “La conmemoración a nuestra madre tierra no es algo que se celebre un día, es algo de todos los días porque gracias a ella, tenemos la posibilidad de vivir […]. En Boyacá hay un vínculo muy importante con la madre tierra por ser un departamento con vocación agrícola, la posibilidad que tenemos de sembrar estos alimentos, de compartirlos y de abastecer las ciudades. Ellos son los principales interesados en cuidar la madre tierra. Por otro lado, hay otro sector de la población que lo ve más como un recurso para extraer como los proyectos mineros, de hidrocarburos, que afectan mucho a la conservación de los ecosistemas”.  

Como bien afirma Chaves, los campesinos de nuestro departamento tienen una relación directa con los ecosistemas y fuentes hídricas que utilizan para la producción de alimentos. Es así, como Alba González, agricultora de la vereda Peña Negra en Samacá, exalta la importancia de los recursos del medio ambiente para su gremio: “La Tierra es el tesoro más grande que uno tiene, porque es donde uno vive y tiene todos los recursos para el alimento. También hemos visto como el cambio climático ha variado bastante, nosotros decimos que el clima está loco porque en estas fechas que se supone que debería estar lloviendo, está calentando mucho y nos estamos quedando sin agua”.  

Sin embargo, algunas de las prácticas del sector agropecuario ayudan a la contaminación de los reservorios y ecosistemas, debido a que la mayoría de los agricultores de Boyacá utilizan insecticidas y demás insumos agrícolas para el cuidado de sus cultivos sin tener en cuenta que, esto afectará a las fuentes hídricas y a los nutrientes de la tierra. 

 

Fotos | Alba González

Así que, EL DIARIO habló con María Paula Castellanos, ecóloga de la Universidad Javeriana, quien ha desarrollado una investigación por más de ocho meses en el territorio boyacense, en el que abarca temas como la actividad agropecuaria en los páramos de Boyacá: “Las personas que viven en los páramos se dedican, en su mayoría, a actividades agropecuarias desde hace muchos años. Claramente, ellos reconocen que hubo un cambio en el ecosistema y en sus hábitos y modos de cultivar, en donde, se ha incrementado el uso de líquidos para acabar con las plagas, generando así más contaminación”.  

Foto | María Paula Castellanos

No obstante, Castellanos hace énfasis en una situación que ella investigó en el Páramo Rabanal en Samacá, en donde las personas casi fueron despojadas de sus tierras tras la protección de este ecosistema por Corpoboyacá: “Sin embargo, en los páramos se puede ver una problemática con la delimitación del medio ambiente, como áreas que merecen un cuidado y preservación. Esto generó un conflicto socioambiental porque Corpoboyacá estaba obligando a las personas a dejar sus actividades agropecuarias de las cuales dependían para subsistir, además de ser familias que han habitado estos ecosistemas por muchísimo tiempo y la delimitación no reconoce las dinámicas sociales ni culturales ni trayectoria histórica de ellos”.  

Además, resalta la importancia de cuidar estos ecosistemas sin dejar de lado los habitantes de estos lugares: “Claro, los páramos deben ser conservados y protegidos porque son las fábricas de agua, pero no es posible pensar en esto sin las personas. Todo se trata de un sistema socioecológico que como su nombre lo dice hay una parte ecológica (los ecosistemas) y otra social (comunidades), no se puede pensar en sacar a la gente y dejar que los páramos se conserven solos porque estas personas llevan mucho tiempo ahí y no se pueden desalojar y ya. Eso sería desconocerlos y básicamente ponerlos como enemigos de la conservación. Frente a este conflicto, las comunidades opinan que ellos están de acuerdo con la conservación, ellos son conscientes de los servicios ecosistémicos que les presta, son conscientes de los cambios y de la transformación, pero también están en desacuerdo con las injusticias como lo son por ejemplo, el tema de la minería, que para ellos tiene consecuencias mucho mayores en el suelo como en el agua y en los flujos de esta”.   

Partiendo de lo anterior, en Boyacá se ha generado una problemática acerca de las multinacionales que han llegado al departamento, las cuales explotan los recursos naturales generando gran cantidad de contaminación sin tener conciencia alguna ni tampoco represalias: “Estas multinacionales están perforando nuestros ecosistemas y no están entregando nada a la comunidad.  En Boyacá hay muchos lugares en donde se presenta esto como Tasco, Sogamoso, Duitama y demás municipios. Es muy preocupante porque explotan el país por unos años, pero no piensan en el futuro”, explico Camilo Tavera.  

Finalmente, Tavera hace un llamado a las personas para que sean partícipes de toda esta defensa por los complejos de páramos de Boyacá y se concienticen sobre el cuidado del medio ambiente y del agua: “Ya se está cotizando el valor del agua, es muy preocupante porque nos están diciendo de una vez, que el agua no va a ser algo que tu encuentres por ahí y puedas tomar si no que va a ser algo que se va a vender como el petróleo y los minerales, por eso es importante que cuidemos el medio ambiente”.  

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