Por | Maestro Eduardo Malagón Bravo / Presidente Fundador Confraternidad Bolivariana de América
¡Derecho a equivocarse…Obligación a rectificar!
Ante lo ocurrido en Duitama con el intempestivo cambio del nombre del parque SIMON BOLÍVAR, por el alcalde de turno, y su retractación de mantener la tradición en honor a Libertador y Padre de la Patria, vale la pena tener presente este episodio para revisar la normativa y sentar un precedente desde las instituciones apropiadas para que casos como este no vuelvan a presentarse.
Vox populi…Vox Dei!… el pueblo se pronunció y el alcalde entendió que la democracia verdadera, viene del pueblo, con el pueblo y para el pueblo. Que su precipitada e inconsulta decisión de reemplazar el nombre de Bolívar por el de su querida hijita le estaba pasando gran factura a sus dividendos políticos, que, habiendo remodelado el parque, hecho que la comunidad le reconocía y agradecía, su capricho lo ponía en la picota pública, y en vez de mejorar su imagen, le estaba provocando y duro traspiés, en su administración.
De otra parte, podría enfrentar otros inconvenientes en su último tramo de gobierno.
Lo mejor de todo es que se rectifica prontamente y habrá restitución de la placa, dañada por el tiempo y el maltrato de los usuarios del parque, que de ahora en adelante se preocuparan por el mejor cuidado de sus instalaciones.
Quedará pendiente el desagravio al Libertador SIMÓN BOLÍVAR, con un pedestal que refrende su jerarquía y ascendencia en la Ciudad de Duitama, declarada Capital Bolivariana de América, por la Confraternidad Bolivariana de América en 2018, Institución que ha velado durante muchos años, por mantener dinámico y vigente el excelso patrimonio o ideario bolivariano en América.
Será punto sobresaliente en el programa de la próxima semana internacional bolivariana, escenario digno y apropiado para recuperar la esencia de esa actividad académica, que ha venido refundiendo su propósito fundamental de arraigo de la historia y la cultura, reemplazado por presentaciones de tipo farandulero que nada le aportan al progreso integral de los duitamenses.
Al alcalde le manifiesto mi reconocimiento por ese acto inteligente y noble de retractación y recordarle que amigo, no es solamente aquel que le rinde y loas o aplausos incondicionales, sino también quien de manera respetuosa le ayuda a enderezar el camino. Y proyectar un mejor devenir para la comunidad.
No pretendo ni premios ni aplausos, mi destino es salvaguardar nuestro magnifico patrimonio histórico, servir y triunfar en el servicio, así esta posición inamovible, me traiga desprecios y antipatías.
Termino con unas líneas de nuestro himno de Boyacá:
Somos primeros en el bien, en la guerra y la paz,
A esculpir em el muro del tiempo, la esperanza de un mundo mejor.
