¡Ya basta de bloqueos!

Paro Nacional de Colombia 28 de abril de 2021. Foto | Archivo personal
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Por | Jhonathan Leonel Sánchez Becerra

Según la nueva definición pública que la palabra “vándalo” ha tenido en este Paro Nacional 2021 en Colombia, que señala como vándalo a todos aquellos inconformes con las políticas del Estado y específicamente, del gobierno Duque contra los colombianos más humildes: yo soy un vándalo de corazón, porque me identifico con las reivindicaciones populares y porque el lenguaje, lo constituye el uso y no un grupo de señores de la Real Academia de la Lengua Española. 

En esa medida, los vándalos inconformes que queremos la reestructuración del Estado colombiano y la política a partir de un cambio profundo de la misma sociedad, les decimos ¡ya basta de bloqueos! a los corruptos que se han robado el presupuesto de este país durante los últimos doscientos años, les exigimos a esos bandidos desbloquear la educación pública gratuita y de calidad, el acceso a la salud y a las oportunidades laborales en condiciones dignas sin límites de edad y la renta básica universal. Asimismo les exhortamos a levantar los bloqueos económicos, sociales y culturales a la Guajira, el Chocó, al Cauca y el Amazonas.

Hoy, el Paro Nacional que nació el pasado 28 de abril convocado por las organizaciones obreras, indígenas, campesinas y sindicales, le pertenece a todos y a cada uno de los colombianos, sin excepciones, y en ese orden de ideas invitamos al señor Duque a reflexionar, bajar las armas y reunirse con los manifestantes que están en las calles si es que realmente existe la voluntad política para encontrar una salida concertada a la situación del país.

A los medios de comunicación que se han prestado o pretendido incendiar aún más los ya caldeados ánimos, mintiendo o tergiversando la verdad, también los invitamos a la ética, a desarrollar con responsabilidad las noticias y reconocer: que el Paro Nacional y las inmensas manifestaciones que han tenido lugar a lo largo y ancho de Colombia, son la expresión de la crisis social y no al contrario.

¡Ya basta! Le decimos también los jóvenes historiadores a la vieja y anquilosada Academia Colombiana de Historia y a las demás academias regionales que como la Boyacense, se han opuesto a las reivindicaciones simbólicas de la memoria y a la resignificación del patrimonio histórico y cultural de los colombianos, so pretexto de que “el derrumbar monumentos o estatuas de personajes históricos está causando una intensión premeditada de borrar el recuerdo de 500 años de formación de la Republica”. Se equivocan nuestros abuelos porque la memoria no está contenida en las esculturas sino en la comprensión de los procesos históricos, es decir, en la enseñanza y la reflexión de la historia en las escuelas.

Por último, solicitamos a los organismos nacionales e internacionales de derechos humanos supervisar el normal desarrollo de la protesta pacífica, así como también, invitamos a la ciudadanía en general a denunciar a los delincuentes infiltrados con que se pretende justificar el uso excesivo de la fuerza en contra de los manifestantes. Nada justifica el secuestro, la desaparición o la tortura de personas, protejamos la vida, no más violencia.

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2 COMENTARIOS

  1. Excelente artículo. Las nuevas generaciones y las viejas también necesitan una visión de la historia diferente, que aporte a entender los contextos socioculturales en que suceden los hechos.

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