Por lo menos por lo que resta de este año los vendedores ambulantes que hoy ocupan las calles céntricas de la ciudad seguirán allí. La falta de un lugar permanente para el ejercicio de su actividad es la principal causa.
Desde hace un poco más de un año la Administración Cepeda viene trabajando en la recuperación del espacio público en la capital boyacense. Dicho trabajo conlleva grandes retos como la reubicación de los vendedores ambulantes.
Por esto, la Alcaldía de Tunja tuvo a disposición un registro para todas aquellas personas dedicadas al comercio informal, con el ánimo de identificarlos y posteriormente asignarles un espacio para que realicen su actividad comercial.
En total se registraron 185 personas. Sin embargo, hasta el momento solo han podido ser retiradas cerca de 40 personas, que llevaban a cabo actividades como venta de periódico, venta de fruta y lustrabotas.
Pero la consecución de un espacio no ha sido sencilla ya que los vendedores ambulantes han pedido a la Administración Municipal un lugar que esté mínimo a 100 metros de la Plaza de Bolívar.
A tratarse de un lugar apto para 185 personas, cada una con actividades comerciales de diferente índole; son muchos los sitios que han sido descartados.
A esto hay que añadirle que varios de los vendedores deberán replantear su actividad comercial, para lo cual la Alcaldía brindará capacitación y acompañamiento, de modo que estas personas se queden en el lugar, trabajando en una actividad formal y eviten volver al comercio en vía pública.
La Administración Cepeda ha contemplado distintos espacios, como un inmueble que queda en frente del Colegio El Rosario o la sede administrativa del Colegio de Boyacá, pero hasta el momento ninguno de los sitios evaluados cumple con los requerimientos básicos.
Desde la Alcaldía tienen claro que dicho proceso de reubicación no se logrará este año, pero advierten que una vez se haya cumplido el proceso, toda persona que sea hallada comercializando algún producto o servicio en vía pública, será desalojada de las calles.
