El déficit de camas supera las 100 y la situación se ha tornado mucho más compleja desde que se dio el cierre de la Clínica de Esimed.
Los cerca de ocho meses que llevaba el Hospital San Rafael con alerta amarilla sostenida terminaron el pasado fin de semana cuando se declaró la alerta roja por una situación poco usual en el hospital de los tunjanos, la atención de 17 partos simultáneos.
Esto obligó a declarar la alerta roja, inicialmente en el servicio de ginecoobstetricia, y posteriormente en todo el hospital.
“La capacidad instalada que hoy tiene la institución es de 216 camas, pero en el día de ayer teníamos, adicional a esos 216 pacientes, 107 pacientes más para hospitalizar”, comentó Lyda Marcela Pérez, gerente del Hospital San Rafael de Tunja.
Para poder atender esta situación, el hospital ha decidido hacer uso de la contingencia por la emergencia funcional, que implica el uso completo del recurso humano, dispositivos electrónicos y medicamentos.
Adicional al cierre de la Clínica de Esimed, la sobreocupación del Hospital San Rafael se explica en cierta medida por el auge de población venezolana en la capital boyacense, por la atención de usuarios de EPS que no tienen convenio con el hospital y con la visita de algunos ciudadanos que acuden al hospital así su caso no sea una emergencia.
