Rumbo al abismo

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Ha pasado más de medio año desde que el aumento del IVA entró a regir. Sin embargo, la anhelada recuperación económica no llegó; la tasa de recaudo aumentó pero la dinámica económica se estancó.

Al momento de posesionar a la nueva ministra de Comercio, Industria y Turismo, María Lorena Gutiérrez Botero; el Presidente de la República afirmó que “ya está todo listo para que la economía tenga una mayor dinámica en el segundo semestre”.

Lastimosamente el Presidente y su ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, han repetido esta frase tantas veces, a lo largo del año, que son cada vez menos los que conforman ese grupo de crédulos que aún tienen fe en un repunte de la economía nacional.

La economía va de mal en peor, de tumbo en tumbo; caminando por la cornisa, y no hay colombiano que no haya sufrido las consecuencias de ello. Cuando agosto está por finalizar se ha anunciado que la proyección de crecimiento económico, planteada a comienzo de año, no se cumplirá. Ese dos por ciento de crecimiento hoy parece una meta inalcanzable, se proyecta que el crecimiento económico al finalizar 2017 será apenas de 1,6% (por ciento).

Pero esa perspectiva de crecimiento económico ha venido variando a lo largo del año, desafortunadamente siempre de forma negativa. Es por eso que hoy, a cualquiera que se le diga que a fin de año el crecimiento será de un uno por ciento, lo firma como una apuesta segura.

Y ese comportamiento de las dinámicas de consumo y productividad, son el hijo deforme, el fruto y resultado de una pésima estrategia; de un adefesio que fue presentado como la solución a todos los problemas del país: la reforma tributaria de 2016.

El punto más grave de la misma fue el aumento de tres puntos porcentuales del Impuesto al Valor Agregado (IVA). En el corto plazo, esta medida dio los resultados esperados; el recaudo fue en aumento y el Gobierno Nacional sacó pecho de la medida impulsada desde comienzos de este año. Según cifras entregadas por la DIAN, a julio de 2017 el recaudo tributario iba en 85,5 billones de pesos; el incremento del IVA  permitió un aumento en el recaudo del 15,5% comparado con el recaudo tributario frente al mismo mes del año anterior.

Pero Cárdenas, el ministro que por allá en 2015 recibió el premio al mejor Ministro de Hacienda en el mundo, premio otorgado por la revista Euromoney; no fue capaz de prever las consecuencias en el aumento de un impuesto indirecto sobre las dinámicas de consumo.

Hoy hay alarma en las industrias, los despedidos son el pan de cada día; ejemplo de ello es Arturo Calle, quien tuvo que dejar de contratar a 400 personas porque sencillamente las cuentas no cuadran. FENALCO (Federación Nacional de Comerciantes) denuncia baja competitividad e inversión en confecciones; los bancos lamentan que la caída de las utilidades se ubica en un 27%. Y el drama no para allí. Según cifras entregadas por el DANE (Departamento Administrativo Nacional de Estadística), en el segundo trimestre de 2017 disminuyeron ventas de sectores como prendas de vestir y calzado  en un 3% y comunicaciones en 0,9%. Del mismo informe se desprende que entre abril y junio de 2017, las ventas externas de bienes y servicios presentaron una variación del -1,7%.

Pero el informe se presentó con una cara amigable, se destacó que el gasto de consumo en el primer semestre de 2017, fue superior al del mismo periodo del 2016 en un 1,9%. Sin embargo aquí hay que aclarar que ese impulso se ve reflejado en el gasto de consumo final del  Gobierno Nacional, situado en 3,4%; mientras que el gasto de consumo final de los hogares fue de 1,5%.

Ese último dato concuerda con las palabras del empresario Arturo Calle, una vez conocida la crisis por la que atraviesa la tradicional marca de diseño y confección de textiles. “Los altos impuestos le están quitando capacidad de compra a los consumidores”.

Y la crisis no se explica únicamente a partir de la opinión de un empresario representativo. Mucho más diciente es que en lo corrido de 2017, el Banco de la República ha disminuido la tasa de interés de política monetaria seis veces. La última de estas argumentando que “la creciente debilidad de la actividad económica y el riesgo de una desaceleración más allá de lo compatible con el deterioro de la dinámica del ingreso originada por la caída de los precios del petróleo”. Para esa ocasión en que el Banco de la República decidió bajar esta tasa por sexta vez en el año, el gerente general del banco, Juan José Echavarría, dijo “es verdad que el consumo está golpeado, incluso comparado con otros países de América Latina”.

Boyacá no es esquivo a esta problemática. El incremento en el costo de vida y la alta tasa de desempleo preocupan excesivamente a los habitantes del departamento. EL DIARIO salió a las calles a consultar cómo se han visto afectados en sus finanzas personales y familiares desde que entró a regir el aumento del IVA en febrero pasado. Los rubros que los boyacenses escogieron para reducir sus gastos son entretenimiento cultura y deporte.

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