Es el llamado que se hace desde el municipio de la provincia Ricaurte ante el inminente inicio del proyecto de exploración sísmica en la región.
La amenaza de una posible explotación de hidrocarburos en las provincias Occidente, Centro y Ricaurte, tiene en constante alerta a sus comunidades, por ende, colectivos y organizaciones no se han hecho esperar para manifestar su opinión frente al ‘fracking’, una práctica de extracción de petróleo no convencional, tan tenebrosa como su nombre.
En esta oportunidad, la Comisión Regional de Ordenamiento Territorial del municipio de Tinjacá declara: “Nuestro municipio, como todos los municipios rurales del país que sufrimos por el abandono del gobierno nacional, queremos es cosechar agua y bienestar para las comunidades, no invasión extranjera, exploración y explotación de hidrocarburos y minería, por eso decimos no a la minería extractiva”.
Además, la Comisión expresa que “el riesgo más grande para el municipio y la provincia, que busca fortalecer su vocación representada en el clima, sus patrimonios histórico, arqueológico y paleontológico, el paisajismo, sus artesanías, la gastronomía, su cultura, es el subsuelo, es esa maldición vestida de bendición que es la riqueza minera escondida bajo la tierra, por eso declaramos no a la introducción de industrias extractivas de nuestros incipientes recursos fósiles”.
“La autonomía municipal está en sus manifestaciones de qué hacer con su ordenamiento territorial, y contrario a las políticas y delitos ambientales del Gobierno Nacional, el municipio, es el que dice no a la degradación ambiental, el desbarajuste de su cultura, la economía regional y el tejido social y todos los efectos negativos provenientes del destrozo de la actividad minería, porque tenemos bien claro, las secuelas que deja la minería, y que los peores lugares para vivir en Colombia son los pueblos mineros”, agregó la Comisión Regional de Ordenamiento Territorial.
Por último, desde Tinjacá hacen el siguiente llamado: “conocemos, sabemos y entendemos la fragilidad de nuestro ecosistema, pero es un lugar que solo lo podemos cuidar nosotros, los campesinos, por eso decimos NO, como lo expresaron las comunidades, los gremios y sus respetivos alcaldes de la provincia a cualquier actividad que vaya en contravía de esa expresión popular, rechazando una exploración y explotación minera por sus nefastos estragos, que amenazaría nuestras escasas fuentes de agua”.
