Política cultural: el fomento a las expresiones literarias

Ganadores del premio CEAB en la Filbo 2018. Foto | OPGB
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Por | Darío Vargas

Darío Vargas, escritor y profesor universitario. Foto | Archivo personal

La herencia colonial de estas tierras del zaque, marcó el quehacer literario desde las crónicas de indias hasta el S. XIX. La profunda riqueza acumulada en este tiempo está representada por escritores de inmensa valía intelectual sobre los cuales giraron generaciones posteriores ensalzando su obra y embalsamándola de enormes ensayos, más adulatorios que críticos o analíticos, en donde el referente del pasado se tornó como algo insuperable y no se sustituyó por una presencia renovadora salvo algunas particularidades geniales. En la medida en que las nuevas corrientes literarias hicieron presencia en el país en el marco de un concepto menos medieval, el S. XIX trae nuevas presencias de modernidad, que se quedan de todas maneras en el consenso de un reconocimiento más nacional que local; y, en el departamento, seguimos hablando de las crónicas de indias y de los escribidores de oficio de la colonia de los cuales siguen dando cuenta como único referente las academias.

El ejercicio reciente de las expresiones literarias en el departamento de Boyacá ha pasado por las mismas etapas del itinerario del desarrollo de las expresiones culturales en general. En principio y acorde con la Constitución del 86, el concepto de creación literaria estuvo ligado a la actividad de eruditos especializados tocados de “musas”, bien “educados” es decir, con alto nivel de escolaridad y pertenecientes, además, a un grupo selecto de la sociedad. La promoción literaria en materia de publicaciones y fomento de creación estaba en manos de grupos que se asociaban con el ejercicio del poder: gobernadores, alcaldes, parlamentarios, etc., de los cuales se recibía el favor personal con anuencia de las academias.

Con la Constitución del 91, cambiado el concepto de cultura e iniciado un proceso de democratización de la educación, ya no se piensa en el ejercicio de eruditos sino que la cultura son la totalidad de las relaciones intersubjetivas entre los hombres, se da a partir ya de los años 70 un surgimiento particular de la actividad literaria en círculos de consumidores jóvenes en tertuliaderos de tabernas contemporáneas, que dan origen a un repunte de la Creación literaria desde el subsuelo mismo de la sociedad “culta“. Sin embargo la gran cortapisa se ha presentado siempre en la publicación y labor editorial ya que muchos de todos esos trabajos aún permanecen en el anonimato a pesar de existir una buena calidad en muchos de ellos.

Reunión del Consejo Editorial de Autores Boyacenses CEAB presidido por @herman_amayat
delegado del Gobernador. 2018. Foto | Secretaría de Cultura y Turismo de Boyacá

La creación del Consejo Editorial de Autores Boyacenses, CEAB, marcó una nueva etapa, tanto en la creación como en la difusión, estímulo y apoyo a la actividad literaria. El CEAB,  creado mediante la ordenanza 030 de Diciembre 21 de 1993, por iniciativa de Javier Pereira Jáuregui, Presidente de la Asamblea, y los escritores Guillermo Velásquez Forero y Darío Vargas Díaz, marcó una línea divisoria que intentó recoger, por primera vez, los nuevos escritores de ‘La vuelta del perro’, que con sus escritos desvencijados alimentaron las tertulias de las tabernas. En su primera etapa de publicaciones aparece con dos títulos: “Soy Boyacense”, como la recolección del trabajo del músico y Juglar, Héctor José Vargas Sánchez y “9 Escritores Boyacenses”, una antología de escritores nuevos, los cuales en este momento se han consolidado a nivel nacional. Con el CEAB se reglamentaron las convocatorias de premios en todos los géneros que desde ese momento se han venido haciendo cada año. La ordenanza 030 entró en disfuncionalidad debido a la desaparición de las instituciones de representatividad en dicho consejo y fue reformada y nuevamente aprobada por la ordenanza 004 del 03 de Agosto de 2017, a iniciativa de Jorge Dussán, Alonso Quintín Gutiérrez, María Francia Blanco y Darío Vargas Díaz, con el apoyo de la Secretaría de Cultura.

Hoy por hoy se cuenta con no menos de 15 organizaciones literarias sin ánimo de lucro que agrupan aproximadamente unos 100 escritores y con un grupo de escritores independientes numeroso, lo mismo que no menos de cinco eventos concertados de literatura. La Asociación de Escritores Boyacenses Aesbo que agrupa gran parte de estos escritores se ha propuesto como tarea estratégica realizar un “Encuentro de Asociaciones y Escritores Independientes”, con el fin de elaborar el diagnóstico de existencias literarias del Departamento y de necesidades del sector para consolidar “El Plan Departamental de Literatura” como insumo de la Formulación de una “Política Pública de la Cultura en el Departamento de Boyacá” que pueda ser considerada en los Planes de Desarrollo Territorial y Municipales ya que difícilmente el Departamento de Boyacá, debido a la carencia de esta política cultural, ha podido ingresar en El Sistema Nacional de Cultura que dé cuenta de la existencia de las Redes Sectoriales de cada una de las prácticas culturales y manifestaciones culturales.

De otra parte, desde el año 2011, se creó  la Academia Boyacense de la Lengua, filial directa de la Academia Colombiana de la Lengua y que ha mantenido ya en 17 números la “Revista Polimnia” de difusión nacional.

Ejemplares de las cinco obras literarias ganadoras del CEAB de 2017. Foto | Secretaría de Cultura y Turismo de Boyacá

La idea central sigue siendo que no existe en el Departamento una Política Cultural que dé cuenta de un diagnóstico local en las diferentes áreas y, tanto el antiguo ICBA como la actual Secretaría de Cultura, se han dedicado a reproducir, sin ningún acerbo crítico las “Políticas”, esta vez entre comillas, que el Ministerio de Cultura  ha establecido, sin plan previo, y que corresponde a intereses de la “casta cultural dominante” hoy en manos de los Araujo y de la llamada “Economía Naranja”. La prueba es que las carpetas de estímulos, tanto municipal como Territorial, son una reproducción de las líneas generales del Programa Nacional de Concertación del Mincultura, que pasa por encima de las necesidades vigentes de los actores culturales de los territorios.

 Esta crisis de Planeación Cultural y de Reorganización Institucional del Sector, está en manos de los dirigentes políticos que vienen. De ahí la importancia de que el sector cultural adelante lo establecido electoralmente que son “los Pactos por la Cultura” con cada uno de los candidatos que aspiran al ejecutivo de los diferentes partidos o grupos y quedar incluidos así en el programa de gobierno que deben inscribir en la Registraduría como bitácora para su futuro plan de Desarrollo.

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1 COMENTARIO

  1. En la reunión se aclaró que los organizadores no sabían de la gestión de recursos, no somos responssbles, solo pedimos los recursos y dijeron aquí están, fueron las palabras del secretario de AESBO.

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