Papas criollas más nutritivas de la UNAL reciben derecho de obtentor del ICA

Foto | Archivo / Prensa Unimedios
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Violeta, Paola, Ocarina y Dorada –cultivadas en las montañas de Nariño y Cundinamarca– son sabrosas, nutritivas, rendidoras, y además resistentes al ataque del hongo Phytophthora infestans, causante de la gota o añublo de la papa, la enfermedad que más afecta a este cultivo en el mundo. El aporte científico que representan estos tubérculos acaba de ser protegido.

Por Agencia UN

El Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) otorgó “Certificado de obtentor” a la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) por cada variedad de papa criolla desarrollada, lo cual beneficiará a papicultores y consumidores, porque facilitará el acceso a productos de mejor calidad.

El abogado José Daniel Rengifo, de la Dirección Nacional de Extensión, Innovación y Propiedad Intelectual (DNEIPI) de la UNAL, explica que “con este reconocimiento la UNAL ratifica su papel de referente en el desarrollo de nuevas variedades vegetales, por ser la primera universidad del país en obtener derechos de propiedad intelectual asociados con resultados de investigación en ciencias agrarias”.

Por su parte, el profesor Sergio Orrego, director de la DNEIPI, agrega que “por ejemplo, la UNAL podría ahora autorizar la producción, reproducción o venta de semillas de Violeta, Paola, Ocarina y Dorada abasteciendo mercados nacionales, e incluso recibir regalías por el uso de ese conocimiento”.

Ana Ruth Rojas, asesora del DNEIPI, destaca que “es la segunda vez en dos años que la UNAL recibe título de obtentor por el desarrollo de variedades”.

“En 2020 el ICA le concedió ‘Certificado de obtentor’ por la variedad de cilantro Unapal laurena desarrollado por la Sede Palmira, que entre sus bondades ofrece buen aroma y alta capacidad de producción, ya que alcanza entre 35 y 40 toneladas por hectárea de follaje”.

¿Quiénes son Violeta, Paola, Ocarina y Dorada?

El profesor Carlos Eduardo Ñústez, líder del Grupo de Investigación en Papa de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNAL Sede Bogotá, se refiere a ellas como unas hijas que lleva criando desde hace más de dos décadas; conoce tanto sus bondades que no se guarda ninguna de sus cualidades.

Asegura que Violeta es una gran novedad para la papicultura del país, porque, a diferencia de las papas criollas amarillas y redondas, esta variedad es ovalada y de piel morada. “Su color particular se debe a las antocianinas, sustancias responsables de las tonalidades rojas, azules y moradas en los alimentos; por ejemplo, también les da el tono característico a las uvas”.

Destaca además que el tubérculo tiene alta capacidad antioxidante, característica importante para una adecuada nutrición, y, por si fuera poco, es muy sabrosa cuando se frita en rodajas.

Paola es un tubérculo amarillo oscuro, de forma elíptica y sabor exquisito.

En el desarrollo de estas dos variedades participó el profesor José Miguel Cotes, de la UNAL Sede Medellín, con el apoyo del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural y de la Gobernación de Antioquia.

El profesor Ñústez agrega que “Paola y Violeta tienen una gran resistencia genética, lo cual hace que para los agricultores sea más fácil tratar las enfermedades comunes. Además, presentan una buena interacción con el medioambiente y no necesitan de muchos insumos para ser cosechadas”.

Dorada y Ocarina tienen otras características: son más nutritivas que las papas tradicionales; de hecho, su desarrollo ha contribuido a disminuir los casos de anemia en Nariño.

El investigador señala que “estas tienen alto contenido de hierro, zinc y ácido clorogénico, un compuesto que ayuda a la buena salud y que es totalmente absorbido por el organismo”.

Estas dos variedades se cultivan en Nariño (Carlosama, Cumbal, Guachucal, Túquerres y Pasto) y en Cundinamarca. Otras bondades destacas por los productores es que el tiempo de cosecha es de 120 días, menor que el de otras variedades, y el rendimiento por hectárea supera las 30 toneladas.

Este trabajo fue liderado por el profesor Luis Ernesto Rodríguez; en sus inicios contó con el apoyo del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, y en su fase final contó con la colaboración de la profesora Teresa Mosquera y su equipo, y la Universidad McGill de Canadá.

El profesor Ñústez invita a todos los colombianos a que incluyan estas variedades en la preparación de sancochos, purés, ajíacos y demás recetas tanto tradicionales como gourmet.

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