Por: Carlos Molina
El miedo y la zozobra se apoderaron de la capital boyacense la mañana del lunes 22 de octubre luego que ocurriera por primera vez en su historia un atentado terrorista. Este vandálico acontecimiento cobró la vida de un patrullero oriundo de Ramiriquí y daños materiales a la Policía Metropolitana de Tunja.
Tras el episodio, muchas fueron las reacciones de rechazo desde el alcalde de Tunja Pablo hasta el director nacional de la Policía general Jorge Nieto. Sin embargo, quien debería estar al tanto del asunto no lo hizo, y nos referimos al “ilustre” ministro de Defensa Guillermo Botero, quien durante la jornada no se refirió con profundidad al respecto, solo dijo al cerrar el día: “Los colombianos debemos conformar el primer anillo de apoyo a nuestra fuerza pública. Rechazo a las agresiones en Cauca y Tunja”.
Es evidente que el tema poco y nada le importó al Jefe de la cartera de la Defensa. Es más, parece que dejó en manos de la ciudadanía el tema, pero, él tiene que ponerse al frente del asunto lo más pronto posible, este hecho no puede quedarse en fotos y mensajes de rechazo, hay que actuar con celeridad, el atentado tiene que tratarse de fondo.
Así que señor Ministro: “Se hace necesario que lidere un consejo de seguridad en Tunja, es fundamental que se apersone de la situación, la ‘Noble y Leal’ no puede ser objeto de un simple saludo, necesita atención, es un territorio de paz”.
