Los desatinos en la defensa de Nairo Quintana

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El pedalista boyacense es un ídolo y, según los expertos, con los ídolos nadie se puede meter. Sin embargo, sí parece desafortunado que el padre del ciclista salga a atacar a los pocos que se atreven a cuestionar a su hijo y, adicionalmente, que el abogado del pedalista ahora ponga en tela de juicio el respaldo que el Arkea Samsic le ha dado a Nairo.

Está bien que los aficionados al ciclismo que por más de una década han admirado a Nairo Quintana le crean que no consumió tramadol durante la pasada edición del Tour de Francia. Y, por supuesto, está bien que lo respalden.

También está bien que los periodistas deportivos recuerden la larga lista de triunfos que en pruebas internacionales el ciclista le ha dado a Colombia, incluyendo sus campeonatos en la Vuelta a España y el Giro de Italia.

Y también está bien que hasta un desprestigiado expresidente le manifieste a Nairo su apoyo y solidaridad y le pida que apele la decisión de la Unión Ciclística Internacional, UCI, de sancionarlo por el supuesto uso de medicamentos para mejorar su rendimiento.

Sin embargo, no se puede olvidar que Nairo Quintana, por sobre todo lo demás, es un ciclista profesional y que como tal mantiene hoy una relación laboral con el equipo francés Arkea Samsic y que, como cualquier empleado, tiene unas obligaciones con su empleador.

No es la primera vez que las autoridades internacionales investigan a Nairo Quintana por temas tan delicados como el que ahora le endilgan.

En el Tour de 2020, cuando ya hacía parte de la escuadra del Arkea, las autoridades de Francia requisaron las pertenencias de Nairo, buscando medicamentos dopantes.

Ahora, en el Tour de Francia del 2022, en el que Nairo Quintana se ubicó en la séptima casilla de la general, la Unión Ciclística Internacional dice que en su sangre, en dos muestras diferentes tomadas en dos momentos diferentes de la carrera, había vestigios de Tramadol, que es un analgésico que se utiliza para aliviar el dolor.

Aunque no se considera como un dopante, los expertos han concluido que el tramadol puede generar adicción cuando su uso es prolongado y que produce efectos secundarios negativos para el ciclismo, como sueño y riesgo de caídas. Por eso es una sustancia prohibida.

La UCI señaló que los análisis de dos muestras de sangre proporcionadas por el ciclista los días 8 y 13 de julio durante el Tour de 2022, revelaron presencia de ese tramadol.

Y, aunque le quitaron el séptimo puesto en la general y los premios, advirtieron que Nairo no queda impedido para competir, pues este medicamento no se considera positivo por dopaje.

También está bien que Nairo Quintana se haya abstenido de participar en la Vuelta a España, con el objetivo de dedicar a defender su nombre y su prestigio.

Entendible que Nairo haya dicho sobre esa decisión que no tenía la cabeza ni el cuerpo para hacerlo y que sus esfuerzos los concentraría en demostrar su honestidad.

Pero lo que no está bien con el episodio de Nairo es que su padre, el también célebre Luis Quintana, salga a decir que hay una persecución contra su hijo y a sugerir una conspiración internacional para desprestigiarlo.

“Los colombianos no tienen por qué dudar de la honestidad de mi hijo, pueden confiar en Nairo con los ojos cerrados. Lo que él está viviendo es una persecución, porque siempre ha sido una piedra en el zapato para mucha gente, en Colombia y en el exterior, pero yo creo que él va a salvar su imagen”, dijo don Luis.

Añadió el padre de Nairo que ya le intentaron hacer lo mismo con Miguel Ángel López. “Cuando le inventaron lo del tráfico de drogas. Ahora quieren dañar la carrera de Nairo. Solo queda esperar a que todo se resuelva. Me da rabia que otros ciclistas no lo defiendan, pero eso demuestra que nunca lo han considerado un amigo, nunca lo han querido”, enfatizó don Luis.

Por el contrario, lo que ha recibido Nairo por estos días es la solidaridad y el cariño de sus seguidores de siempre.

Sin embargo, tiene y tendrá que dar explicaciones porque, al fin y al cabo, estas acusaciones se constituyen en una mancha para su carrera deportiva, con repercusiones para su equipo y para la imagen del ciclismo colombiano e internacional.

Y a su equipo, el Arkea, le debe unas explicaciones, porque con ellos tiene una relación profesional por la que le pagan. La imagen del equipo puede resultar seriamente lesionada si Nairo no logra demostrar su inocencia con lo ocurrido en el Tour de Francia.

En lo ocurrido en las últimas horas también parecen desafortunadas las declaraciones del abogado Andrés Charria, quien representa a Quintana en su defensa ante la Unión Ciclística Internacional.

Charria, quien llevará a cabo todo el proceso de apelación, le dijo a RCN que “el Arkea está asustado y no quiere apoyar a Nairo”. También que el ciclista está viendo qué va a hacer. “No está sancionado, pero no va a competir, entonces todo es muy jodido”.

Por las informaciones prensa que se han conocido en Colombia, lo que la Nairo ha tenido del equipo francés es respaldo. Por algo, luego del Tour de Francia, se anunció que le renovaría el contrato por dos años más, y se supone que es por una suma considerable que, desde luego, Nairo se merece.

Y el Arkea le permitió a Nairo no correr la Vuelta a España y dedicar su tiempo a su defensa y a limpiar su nombre. ¿Todos los empleadores harían algo así? ¿Los franceses del Arkea tienen que dar fe, como lo hacemos los colombianos, de la inocencia de Nairo?

¿No es entendible que el equipo haya sido prudente y que incluso haya puesto en duda la continuidad del colombiano si no logra demostrar su inocencia?

¿Si usted fuera el patrocinador de Nairo haría los mismo?

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