Londoño y Rozo se habían reconciliado

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Muchos lectores de EL DIARIO recordarán la relación tan cercana y después el distanciamiento entre Jorge Eduardo Londoño y José Rozo Millán.

Londoño ya había sido gobernador y Rozo lo era en el 2009 cuando el segundo dio a entender que se sentía asfixiado con las presiones del primero e incluso amenazó con renunciar al cargo.

Se produjo en ese entonces un rompimiento y casi todos los integrantes del gabinete, amigos de Londoño, renunciaron a sus cargos, incluyendo a Raúl Alberto Cely, que era el secretario de Hacienda.

Hasta junio de ese año el proyecto político del Partido Verde, al que ambos pertenecían, era el más exitoso de la historia de Boyacá, lo que fundamentalmente se debió a los logros de la administración Londoño, reconocidos por los boyacenses.

Y gracias a ese reconocimiento Londoño hizo elegir a Rozo como gobernador y el esquema que habían montado en la Gobernación hacía presagiar una larga alianza y amistad.

Sin embargo, todo cambió de la noche a la mañana. Una licencia de tres meses solicitada por Rozo por enfermedad sirvió para dejar al descubierto las profundas diferencias al interior del Gobierno. Rozo aprovechó el rompimiento para comenzar a gobernar con su equipo y su estilo, y le entregó el gobierno a quienes fueron sus enemigos en la campaña a la Gobernación.

Pues bien, a comienzos de este año, 2022, con Londoño como aspirante al Senado y después de más de más de diez años de aquellas circunstancias, Rozo y Londoño se habían vuelto a reunir. En la campaña de este año de Londoño al Senado también estuvo Rafael Rosas, quien durante la segunda parte del Gobierno de Rozo, fungió como Secretario de hacienda de Boyacá.

Pues bien ahora, con lo sucedido ayer, Londoño ‘se quemó’ al Senado y Rozo y Rosas también perdieron con él.

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