¿Listo para ocupar la Rectoría?… ¡Listo!

Foto | Archivo personal
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Sin gastar un peso en tratar de conseguir un voto más de cualquiera de los estamentos, sin usar la mentira o la tergiversación para intimidar o desorientar, sin acuerdos previos de repartijas o asignaciones económicas y burocráticas, el candidato independiente a la Rectoría Manuel Restrepo Domínguez, cerró con una gran votación el proceso de consultas, quedando legitimado así como firme opción a ocupar la rectoría. Durante esta etapa despertó la confianza y entusiasmo generalizado de los estamentos universitarios, con base en una propuesta de universidad humanista, que habla de dignificación del trabajo, respeto y restitución de derechos, que pone en el centro a los estudiantes y reclama democracia directa y sin ataduras. EL DIARIO dialoga con él sobre estos resultados y lo que sigue hasta la decisión del consejo superior.

EL DIARIO. ¿Qué motivó el entusiasmo y apoyo a su campaña?

Manuel Restrepo Domínguez. Primero debo agradecer a todos y cada uno de los hombres y mujeres que colocaron su voto de conciencia en las urnas, para fortalecer esta campaña independiente de universidad humanista. Hay inconformidad y cansancio hacia el modelo tradicional de gobierno de la universidad, se han vuelto recurrentes el autoritarismo, el continuismo y la manera equivocada con la que se toman decisiones, como estar cerrando la universidad e inventando fantasmas inexistentes cada vez que alguien protesta o reclama; en todos los meses de octubre, de los últimos 5 años, la universidad ha estado cerrada, igual en mayo o junio; los trabajadores y funcionarios han sido paulatinamente convertidos en simples electores; las controversias académicas se resuelven en estrados judiciales y el nivel de stress ha crecido gracias a que han forzado la búsqueda, ya no de la verdad si no de respuestas a indicadores vacíos, sin asidero material. Se contrató una reforma administrativa por mil millones de pesos con una empresa de educación y negocios, que actuó sin responsabilidad ni contexto; también, se contrató una reforma curricular que elimina las humanidades, las lenguas, la memoria, y la pedagogía carece de pedagogía en la universidad con la más importante facultad de educación. Pero, igual, ha sido relevante la forma de actuación institucional que decidió plegarse acríticamente a todo lo de afuera, perdió su capacidad de autonomía y se ha negado a pensar por cuenta propia y, más bien, acoge lo que dicen otros y lo impone no en nombre de la inteligencia y la razón, si no de la norma, que cita a la otra norma y finalmente hay cansancio por la injerencia política de sectores de poder enquistados en los cargos, que giran en carruseles eternos en función de sí mismos.

E.D. Los estudiantes respaldaron con mucha fuerza su proyecto, ¿por qué?

M. R. D. Por una razón sencilla, como estudiante luché y defendí a la universidad pública, como profesor he hecho lo mismo y como funcionario he sido responsable, respetuoso y buen administrador de las conquistas; son 33 años de pensar críticamente la universidad, de estar movilizado defendiendo la misma causa, una universidad pública de calidad, basada en derechos, no en favores y construida en colectivo, donde todos sepan lo que pasa y participen de manera directa en las soluciones y donde los estudiantes sean comprendidos como la esencia de la universidad: ni clientes, ni electores, rebeldes.

E.D. Y en los egresados, ¿qué motivó esa gran afluencia?

M. R. D. No fue el tamal, la lechona, ni la ancheta. Fue su conciencia plena de que sí es posible detener el destino trazado por el desgobierno y las influencias de agentes externos que están destruyendo a la universidad, consumiendo ese sagrado bien público al que hoy pueden todavía ir los jóvenes de los sectores populares, a luchar y vencer a la ignorancia y así evitar el camino de la guerra, la muerte y la violencia cotidiana del desempleo, la drogadicción, la delincuencia. Los egresados tienen hijos, nietos, mueven la economía, son funcionarios, empleados y también desempleados, y saben que si la universidad es convertida en agencia o centro de negocios, habremos perdido el sentido que nos mueve como seres humanos. Los egresados, han hecho parte también de mi vida, son dos generaciones que conocen de nuestro trabajo formando en derechos humanos, filosofía, sociología, economía y, en general, en la defensa de lo público y de la dignidad, por eso vinieron para ponerla a salvo con este proyecto humanista. Se encontraron reflejados en la universidad que soñamos, sin dueños, sin nada que esconder, sin nada que ofrecer, aparte de un buen gobierno, con respeto, altura, confianza, honestidad y mucha solidaridad y compromiso con la sociedad a la que se pertenece y a la que debe ser útil para potenciar el desarrollo local, promover el bienestar y comprometerse a forjar a sus jóvenes como los excelentes profesionales y como los mejores ciudadanos, que dialogan, protestan y construyen el país.

E.D. ¿Con qué llega a reclamarle la rectoría al Consejo Superior después de las consultas?

M. R. D. Indudablemente, no llego con ninguna mayoría pactada con sector político alguno; llego con los requisitos que me pidieron para obtener la rectoría, en términos de hoja de vida, plan de gobierno que, sumados a los votos, producen una tendencia coherente y de sólido respaldo entre los cuatro estamentos. De conjunto, lo pedido por el Consejo Superior, me alcanza de manera suficiente para superar a los otros candidatos. Integrados profesores y estudiantes tenemos para mostrar la mejor aceptación; y, los egresados, produjeron una votación impactante, que cobija a los trabajadores.

E.D. ¿Qué significa su mensaje de que llega sin atajos ni ataduras al Consejo Superior a reclamar la rectoría?

M. R. D. Sencillamente que tenemos todo lo exigido para obtener la designación de rector por parte del Consejo Superior. Los elementos esenciales para leer este mensaje están en que nuestra táctica ha sido vivir a plenitud la universidad, escuchar sus voces, entender sus sufrimientos y alegrías; y, nuestra estrategia, ser honestos, hablar con la verdad, actuar con prudencia y responder con inteligencia a sus demandas, por eso hemos tenido el respaldo y compromiso pleno de sus estamentos, cansados de negaciones y preocupados por su destino.

E.D. ¿Cómo sintetiza su reclamo?

M. R. D. El próximo martes 27 presentaré la propuesta para gobernar, sin atajos ni ataduras, reafirmada en los votos de más de 100 profesores/as (de planta, que representan a otros cientos de profesores/as a contrato que no pueden votar); 1000 estudiantes presenciales, cerca de 1000 egresados y 25 trabajadores, que con confianza y entre adversidades, nos permiten superar de lejos los mínimos necesarios para reclamar el triunfo y obtener la rectoría. Lo tradicional del modelo de “designación”, ha sido que el Consejo Superior “vuelva a elegir” y que cada candidato llegue con “su” mayoría de votos decisivos de entre los 9 consejeros, conforme a alianzas de poder político; pero así no llegaremos nosotros, nuestra convicción es que esta vez el CSU actuará con grandeza y podremos alcanzar la mayoría, por el camino recto, con la legitimidad ganada, como debe ocurrir en una democracia real y en un Estado de derecho, cuya constitución protege de discriminaciones por razones políticas, religiosas o raciales. Superamos al pie de la letra los tres requisitos esenciales para ser rector de una universidad nacional acreditada de alta calidad, con más de 200 doctores, 6 doctorados e innumerables convenios internacionales. Primero: Títulos en el máximo nivel (profesional, especialista, magister (DEA), Ph.D y Posdoctor); productividad académica y científica, excepcional (una docena de libros, varias decenas de artículos, ponencias internacionales, conferencias en el país y el exterior, escritor); representaciones internacionales, (Expo Hannover, OEI, Comisión DDHH y Empresas); experiencia docente y administrativa, pertinentes (Director de Investigaciones, Decano, representante en Observatorio de Ciencia y Tecnología, IDEP, IUDEC España, Director de ONG); y, profesor en sede seccional y sede central, con 33 años de vida activa y coherente en defensa y construcción colectiva de la universidad pública de calidad con democracia, autonomía, bienestar, derechos y garantías. Segundo: un plan de gobierno de Universidad Humanista, que recoge las demandas de sus estamentos, viable, posible, real, que eliminaría buena parte de los conflictos que la aquejan y encauzaría su destino hacia la educación como derecho, no como mercancía. Tercero: La contundente votación independiente, con votos de conciencia jamás obtenida en todos los estamentos, que reflejan un común denominador de inconformidad y esperanza.

E.D. ¿Qué le dirá al Consejo Superior para obtener su designación?

M. R. D. Que soy un profesor honesto, prudente, con prestigio, respetuoso de los derechos y las libertades; con la más alta formación académica, comprometido socialmente con las demandas del entorno, que cree en la necesidad de hacer de teoría y praxis un único propósito para educar en contexto, sin pertenencia política ni militancia en ningún partido; que tiene como causa la justicia y que entiende que los recursos públicos son sagrados y el cumplimiento de la palabra empeñada la llave del diálogo franco. Pero, además, le demostraré al Consejo Superior, que represento un proyecto académico de universidad humanista y no un proyecto de poder político, que tiene el apoyo y consenso de las mayorías académicas. Podré señalar también que los resultados electorales obtenidos son inimaginables, leídos con la lógica del poder político, que hace creer que las cosas nunca cambian, pero que esta vez van a cambiar y deben cambiar, porque los consejeros han empeñado su palabra en que “designarán” al mejor, más conveniente, mejor formado y con mayor respaldo colectivo, para que la universidad reafirme y consolide su grandeza, recupere su condición de referente ético y de escenario del saber, la ciencia y la cultura, comprometida con la sociedad y el espíritu de su tiempo, para que sea, sin ningún aplazamiento, la mejor institución pública universitaria, recta, correcta y sin ataduras, del país.

E.D. ¿Algo adicional?

Sí, una cosa final; recordar que parte del plan de universidad humanista era hacer un campaña como referencia pedagógica y, los logramos, ética, estética, responsable, decente. Y agradecer por todo esto a mi equipo de trabajo de estética de campaña, conformado por tres artistas en la conducción de la fotografía, el diseño y la página web, dos jóvenes estudiantes acompañándome; y, el apoyo de cientos de estudiantes, profesores y profesoras que dieron cada uno lo mejor de sí. El costo en dinero de esta campaña fue menor a un salario mínimo de un trabajador colombiano; el valor real, su riqueza fue, es de afecto, solidaridad y conciencia de quienes hacen que esta esperanza crezca. La imaginación basada en la verdad impidió caer en la tentación de responder a quienes, ocultos, tratan de hacer daño, confundir, engañar, mentir, falsear. Y, gracias a ustedes, al periódico El Diario, al que equívocamente trataron de señalar como base de campaña; fue, sí, un gran apoyo, siempre lo ha sido, en él escribo, en él he logrado ser el segundo columnista más leído de Boyacá, con textos que han superado 20.000 lectores; y, diciendo la verdad, El Diario ha sido un aporte invaluable para la democracia de la universidad, del departamento y del país. Mi gratitud.

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