Lengupá se puso de moda

Foto | Hisrael Garzonroa
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Recientemente administraciones municipales y empresarios de la provincia hicieron un esfuerzo para juntarse y dar a conocer las maravillas de su región. Tunja, ciudad que abrió las puertas a la exposición de Lengupá, quedó maravillada con las riquezas gastronómicas, paisajísticas y culturales que ofrece el suroriente del departamento.

Lengupá entró pisando fuerte ahora que se viene hablando de consolidar a Boyacá como un destino turístico. Conociendo limitaciones, como la falta de mar o la falta de renombre como destino, esta provincia del suroriente de Boyacá le apunta a explotar las riquezas naturales y culturales con las que cuenta.

Y es ahí donde sobresale; los tesoros naturales, la diversidad de historias, mitos y leyendas, y la misma cultura de esta provincia la hacen tener un gran atractivo; no solo para boyacenses, sino para personas provenientes de diferentes rincones del país.

No se trata de un simple discurso, la provincia cuenta con riquezas naturales y paisajísticas como el Páramo de Mamapacha, que es donde nacen las afluentes que alimenta los acueductos de Garagoa, Miraflores y Zetaquira; la Piedra de los siete caciques en Rondón, que guarda el recuerdo de reuniones secretas de los caciques que rendían homenaje al cosmos. Y qué decir de lo que hoy es conocido como Zetaquira, lugar ancestral de los indígenas, donde hicieron reverencias a las criaturas del inframundo que se manifestaban mediante columnas de humo; allí, los indígenas, además de rendir tributo a las criaturas del inframundo, también adoraban al sol. El sitio predilecto para hacerlo es donde hoy funcionan las termales ‘El Ocho’, lugar de recreación y dispersión. Y hablar de mitología y Lengupá es casi imposible de separar, las riquezas naturales de esta tierra se prestaron para que los aborígenes tuvieran varios sitios de adoración, solo basta con mirar hacia el cerro ‘El Tambor’, cumbre montañosa en forma piramidal donde los indígenas rendían tributo al sol.

Las historias y creencias son infinitas, ejemplo de ello es ‘Piedragorda’, una formación rocosa sobre la cual se dice que existe un diamante en su interior. La piedra está ubicada al frente del río Mueche, y a la otra orilla existe otra roca con las mismas características, sobre la cual lugareños y visitantes aseguran que en las noches de menguante la ven iluminarse.

Lengupá también tiene atractivos culturales de enorme valor, uno de ellos es una visita obliga para todos los foráneos. Se trata de la gruta ‘El Infiernito’, ubicada en la vereda de Pantanoa, Zetaquira, lugar complementado por la caída más alta de aguas termales en Colombia.

Y el recorrido cultural por esta provincia no termina allí, de hecho, no está ni cerca de comenzar, porque para retornar a casa lleno de conocimientos es necesario darse un paseo por el Museo Paleontológico de Miraflores, lugar que guarda recuerdos de que esta región alguna vez estuvo cubierta por los mares y criaturas ancestrales.

Lengupá también es tierra de lagunas, ríos y cascadas; el agua aparece por todos los rincones de la provincia y en honor a tanta riqueza hídrica se creó el Ecoparque de lagunas, ríos y cascadas. Este está conformado por la Laguna Tierra blanca, la Laguna de Montejo, la Laguna Brava,, la Laguna Seca, la Cascada Miraflores, la Cascada Las Máquinas, la Cascada Guanata, la Cascada Pailas del Diablo, la Laguna Negra, la Cascada la Tinaja, la Cascada Las Gemelas y la Laguna El Morro.

Los planes en la Provincia Lengupá son diversos, los amantes de las aves también tienen plan en esta región del departamento de Boyacá. El avistamiento de aves es una de las actividades por excelencia en la provincia, allí pueden observarse ejemplares del Ave de Quenquen, de los loros típicos de Lengupá, e incluso las ceremonias de cortejo de las garzas.

Lengupá ha sido el territorio de los Tegua, conocidos por ser pioneros de la medicina natural, y estos indígenas, además, de dejar valiosas enseñanzas respecto al uso de la naturaleza, han dejado un legado arqueológico invaluable. Prueba de ello son los caminos de piedra, que a pesar del paso de los siglos, el agua y el viento, permanecen casi que intactos; recordando las rutas de los indígenas para transportar panela, café y ganado, entre otros productos.

El turismo de aventura es otra de las opciones que ofrece la provincia; rafting, escalada, canopi, así como la visita a puentes colgantes y  Ciclomontañismo, son varias de las actividades que ofrecen en Lengupá.

También han entendido el valor que ha tomado en los últimos años el ecoturismo, por eso se ofrecen experiencias en fincas de champa, pitahaya, trapiches paneleros, colmenas de miel, faenas de ganadería y recorridos por bosques y jardines.

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