Las dudas de las autoridades norteamericanas sobre el caso de Claudia Marcela Pineda Sarmiento

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El hecho que más ha conmovido al país y a los tunjanos en las últimas semanas, ha sido la historia de Claudia Marcela, la humilde mujer migrante boyacense, que antes de llegar a su destino, falleció junto con su hija mayor. De ahí en adelante solo quedan corazones destrozados e incógnitas cada vez más robustas que se plantean familiares y amigos de Claudia.

Debe leer: Diario de una familia tunjana en el desierto de Arizona

Claudia Marcela Pineda Sarmiento fue una mujer muy tranquila. Tunjana de familia humilde. Religiosa devota a la madre de Jesucristo El Salvador, a quien se aferró en sus últimos tres difíciles años de vida. El primer año, por el embarazo. Año que trabajó hasta el octavo mes. Este proceso lo vivió sola, pero lo pudo llevar gracias a la ayuda de quienes estaban a su lado. El segundo año difícil, fue por la pandemia; como muchos, se quedó sin su trabajo, ya que la papelería frente a los juzgados de carrera novena cerró sus puertas. Aun con eso, sus oraciones fueron escuchadas y no le faltó el alimento para ella ni para sus hijos.

Claudia mantuvo una relación durante varios años con Hugo Pinzón, una relación que dio un fruto hermoso que fue llamado Kristhyan David. Por estar en Estados Unidos, Hugo Pinzón se perdió de acompañar a su compañera en la maternidad y de estar con su hijo durante los primeros días y meses de su vida.

Los más cercanos a Claudia Marcela se cuestionan sobre el momento en que ellos decidieron retomar una relación a distancia

Los más cercanos a Claudia Marcela se cuestionan sobre el momento en que ellos decidieron retomar una relación a distancia. No es extraño que Claudia Marcela quisiera ver que su hijo creciera con su padre y más si se encontraba en un país próspero distinto a la realidad que a ella siempre le tocó.

Claudia sabía que no había muchas opciones y, animada por Hugo, emprendió el viaje para vivir un sueño americano en familia. Antes de viajar ella dejó instrucciones de pagar el arriendo de donde vivía y de recoger sus cosas.

Sacó su pasaporte, el de María José, su hija mayor, y el de Kristhyan. Puso una denuncia de una amenaza que había recibido días atrás que estaba dirigida a Hugo, de la cual le dieron el papel con que días más adelante utilizaría para pedir un asilo político.

Puso una denuncia de una amenaza que había recibido días atrás

Hugo Pinzón, desde Estados Unidos, ‘se metió la mano al dril’. Le pago los tiquetes a México, los hoteles, la comida que pedía a domicilio y los servicios de UBER. Al mismo tiempo contactaba a un hombre en la frontera para transportar en su carro a Claudia Marcela y a los niños hacia la frontera de Mexicali y Yuma.

Fotos enviadas exclusivamente a EL DIARIO

A las personas que ayudan a otras a pasar de manera escondida e ilegal por las fronteras se les denomina ‘Coyotes’. Estos coyotes facilitan el paso y una vez la persona está del otro lado se devuelven a resguardarse con el dinero que cobran por su servicio, en este caso prestado a Hugo y a su familia.

Pediría el asilo político

Según las declaraciones de Hugo, ella no quería entrar de ilegal a Estados Unidos. Quería pasar a un punto en donde se encontraría con una patrulla fronteriza, a la que le entregaría los pasaportes y el papel de la denuncia e inmediatamente pediría el asilo político.

Mientras ella estaba de paso en México, le mencionó a su mejor amiga por mensajes de voz, que si ya había llegado hasta ahí, era por voluntad de Dios y seguramente en su mente estaba la idea de que debía seguir adelante y que la culminación del plan sería la deseada.

Tal vez Claudia Marcela no veía cercana la idea de un viaje en avión a otro país, tal vez solo estaba en sus sueños poderlo hacer algún día. Era una mujer precavida con dos hijos de experiencia, que solo estaría segura por el ánimo de Hugo que recobraba tal seguridad en ella para no dar una paso en falso.

El hombre los recoge en el hotel

Pero ella no imaginó que en su viaje se interpondría una frontera trágica, pensaría que solamente debía caminar trescientos metros como le había indicado Hugo o el coyote hacia una carretera en donde debía esperar a 40 minutos a que llegara la patrulla por ella y sus hijos. Serían máximo dos horas a una temperatura de 40 grados, como ir a tierra caliente en Colombia más un par de botellas de agua para la espera.

A las 10:56 de la mañana aún tenía 18 por ciento de carga en su celular, o tal vez menos cuando salió del carro del coyote. La batería que disminuía por su activa conversación con Hugo y su amiga en Colombia, a quienes envió fotos del proceso. Ese 18 por ciento es la medida del tiempo que camino sobre la arena, tiempo en el que le avisó a Hugo que se había desorientado al no querer pasar un río y al mismo tiempo Hugo conectarse con el coyote, que no estaría muy lejos, y pedirle por unos $1.000 dólares más que regresara por ellos, los ubicara y los hidratara, cosa que así hizo y, como confirmo Hugo en una conversación con una familiar de Claudia Marcela, horas después de ser avisado de que encontraron los cuerpos.

“El señor la pasó y la dejó esperando la migra debajo de un palo y el calor le ganó a María José y Claudia Marcela no aguantaron el calor y murieron”.

Esta batería le dio el tiempo a Claudia Marcela de llamar al 911 y pedir ayuda. La llamada que desgarraría el corazón de amigos y familiares, quienes escucharon sus voces pidiendo ayuda y alimento antes de desmayarse y finalmente morir.

De ahí en adelante solo quedan corazones destrozados e incógnitas cada vez más robustas. La familia y los amigos de Claudia en Colombia tienen preguntas. Las conmovedoras entrevistas que Hugo ha dado a diferentes medios contando la experiencia, más los artículos publicados en sobre esta historia dejan un rastro.

Parece que Claudia Marcela quiso dejar en el camino ese rastro, pensando en que otros los fueran a seguir, como el que aquellos niños protagonistas del cuento de hadas alemán hicieron, dejaron un rastro de piedras que les serviría para regresar a casa.

Las autoridades Estadounidenses tienen muchas dudas sobre lo que en realidad ocurrió y están tratando de comprobar la veracidad de las versiones que ha dado Hugo.

Las preguntas que quedan

Nuestros lectores tienen bastantes cuestionamientos; muchas personas en Tunja conocían a Claudia Marcela y a raíz de nuestra pasada publicación sobre este caso “Diario de una familia tunjana en el desierto de Arizona” (poner enlace) en las redes se hicieron varios cuestionamientos, sumado a esto las preguntas que nos hicieron llegar las personas que conocían a Claudia Marcela, y que aquí las compartimos.

De la misma manera las autoridades norteamericanas tiene razones para creer que no son del todo ciertas las versiones que ha dado Hugo sobre lo ocurrido en la frontera.

Las preguntas que muchos se hacen son:

¿Las declaraciones de Hugo a los diferentes medios tienen algunos variantes?
¿Hugo fue a Estados Unidos por el mismo canal o de la misma forma? ¿Cómo llegó?
¿Por qué Hugo dice que trabajaba en el rebusque y le pago un viaje tan caro a Claudia y a sus hijos?
¿Por qué en la entrevista de Caracol dijo que los coyotes la dejaron abandonada y ahora dice que no hay coyotes en la historia y la prima de Claudia Marcela en la misma entrevista también habló de coyotes?
¿Por qué si ella (Claudia Marcela) sabía que se debían llevar provisiones, porque apenas pasando poco tiempo en el audio se escucha que la niña dice que tiene hambre?
¿Cuánto tiempo se tarda una persona en deshidratarse a 40 grados?
¿Por qué él nunca publica su amor por ella en su perfil de Facebook ni fotos relacionadas con ella y tomó las fotos del perfil de Marcela y las subió cuando se enteró de que ella estaba muerta?
¿Cuál fue la hora y el día de la llamada de Claudia Marcela al 911 y al cuanto tiempo se demoró a patrulla fronteriza desde que recibió la llamada hasta que encontró los cuerpos y al niño?
¿Quién es el señor que la pasó y la dejo en el árbol?
¿Cómo lo contactó Hugo?
¿Qué relación tiene Hugo con ese señor?
¿Cómo el niño fue el único que sobrevivió?
¿Por qué no si Hugo tiene contacto con el coyote, porque no se contacta con el para qué narre los hechos?
¿Cómo Hugo costeó todo el viaje de Claudia Marcela si dice que vive del rebusque?
¿Por qué tanta insistencia en la cremación de los cuerpos cuando apenas los había identificado?
¿Por qué Claudia Marcela debía eliminar las conversaciones de whats App con Hugo?
¿Quién tiene en este momento el celular de Marcela?
¿Cuál es la situación migratoria de Hugo?

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6 COMENTARIOS

  1. Todo es muy confuso x que según Hugo a Claudia Marcela no le hacía falta nada ni a los niños y ella acá en tunja estaba mal económicamente y no llevaban una relación sentimental hace tiempo. Que casualidad que cuando fallece ahí si hugo publique fotos viejas de su romance con marcelita y ahí si dice mi esposa y mis hijos cuando jamás se casaron.

  2. Que clase de hombre es este, quien llorando por los medios de comunicación dice cuanta la amaba, permite si permite y alienta a que ella realice semejante travesía con dos menores ni más ni menos que por el desierto de arizona? ¿Que clase de hombre es quien dice que era un padre responsable, pero ni siquiera conocía al niño cuando este ya alcanza los tres años de edad? La familia y la policía deben llegar al fondo de este caso, el sujeto Hugo se contradice cada vez más. Deben encontrar el tal coyote y corroborar que fue lo que sucedio realmente y que fue lo que le encargo este tipo Hugo. Es muy desconcertante que solamente haya sobrevivido el niño que es hijo de él y precisamente la mujer de la que no se ocupaba en vida y la hija de esta, hayan fallecido.

  3. Rarísimo el caso, ahí hay gato encerrado… exigimos que se verifique la identidad de los cuerpos! Muy extraño, los pantallazos del artículo pasado son de celulares diferentes, porque alguien tomaría fotos al clima? Algo huele mal

  4. Es verdad, muy raro que en las declaraciones de caracol dice: «El coyote los abandonó» y en la entrevista de la W trata a los medios de amarillistas, dice que están desinformado y que nunca hubo «coyote» muy raro el Señor Hugo, la verdad… Además cual era el afán de cremar los cuerpos si ni siquiera los había reconocido… en medio del dolor yo no pensaría en deshacerme de los cuerpos sino en poder verlos para descartar que sean mis seres queridos…

  5. (300) Trescientos metros?, quizás tuvo que atravesar kilómetros, no tengo idea cuántos?, bajo directos rayos de sol en pleno desierto, con un niño de 2 años en brazos… sin provisiones…. Que impotencia.. que rabia me da saber que esta parte de la historia no se la dibujaron a ellas (Claudia Marcela y María José), por tanto tomó esa desafortunada decisión de viajar.

  6. Ahora, como dicen en el «diario de una familia Tunjana» y en esta misma noticia de El Diario, por qué si el señor Pinzón está tan seguro de que ellos fueron buscados por un señor, cuando se desorientaron y fueron hidratados (fueron encontrados y dejados debajo de un palo), porqué tendrían que haber muerto?, cuál fue la causa? cuánto tiempo dura una persona en deshidratarse?, Hay dudas…muchas dudas.

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