La violencia sexual destruye sueños y vidas

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Por | Jacinto Pineda Jiménez, director territorial (E) ESAP Boyacá Casanare

Jacinto Pineda | Dir. ESAP

En día de las víctimas de la violencia sexual en Colombia, es fundamental repensarnos a partir de lo ocurrido en el 2022, año en el que se registraron 788 casos de presunto delito sexual en Boyacá, un máximo histórico, desde que medicina legal lleva los datos

La violencia sexual es un fenómeno que camina dejando huellas y efectos devastadores sobre sus víctimas, especialmente niñas contra quienes se ensaña este fenómeno. A veces impune se pasea frente a una sociedad que, con su silencio, en ocasiones, se vuelve complaciente o ante un Estado que prefiere el ejercicio cómodo de ignorar el fenómeno. La violencia sexual anida y crece dentro de la familia, ronda por el trabajo y es común verla en la escuela o la universidad, además muy frecuente en el conflicto armado, en un país donde sus amaneceres en paz han sido tan escasos 

En Boyacá, como se evidencia en el gráfico uno, los casos de violencia sexual van al incremento, lo cual refleja la magnitud del fenómeno en el departamento. El comportamiento del fenómeno en el 2022 obliga a una reflexión sobre el camino peligroso que se transita. Con 788 casos de presunto delito sexual, Boyacá registró un máximo histórico en el 2022, desde que medicina legal lleva las cifras. Se superó los años 2004 y 2008, los cuales se habían caracterizado, hasta ahora, por ser los de mayor número de casos. Ahora un análisis comparativo permite concluir que el departamento (49,33) presenta una tasa por cada cien mil habitantes superior a la que registra el país (44,28). Quizás lo más preocupante es que esta tasa en Tunja alcanza el 71,44 casos. Así que es inocultable la fuerza negativa del fenómeno en el departamento.

Gráfico uno:

Fuente, Medicina legal, elaboración propia

El comportamiento de la violencia sexual presenta particularidades preocupantes. De los 788 casos valorados en el 2022, 693 son mujeres y de ellas 545 menores de edad, es decir el 78,64% de las mujeres valorados por presunto delito sexual. 25 niñas y 9 niños, víctimas de las violencias sexual están en un rango de edad de 0 a 4 años. 346 niños y niñas entre 10 y 14 años fueron objeto de la violencia sexual, siendo el rango con mayor frecuencia, valga decir el 43,9% de los casos, lo cual se traduce que es la población más vulnerable. Ver tabla dos. El 43,15% de las victimas cuentan con educación básica primaria. 11 de las víctimas presentan algún tipo de discapacidad.

Tabla 2. Presunto delito sexual. Rango de edad, casos y porcentaje sobre el total.

Fuente, Medicina legal, elaboración propia

Frente al presunto agresor, en 372 casos es un familiar, es decir el 47,2% de los casos; en 176 víctimas un conocido es el presunto victimario, en 74 casos es su pareja o expareja y en solo 30 casos el agresor es desconocido. Esta situación vuelve más vulnerables a las niñas y niños, haciendo que sean los conocidos los de mayor riesgo para la víctima. 30 venezolanas fueron violentadas sexualmente. En 589 (74,74%) casos la vivienda es el escenario del hecho y en 443 (56,21%) casos la zona del hecho fue la cabecera municipal fue el sitio, 226 (28,63%) el sector rural.

Por municipios la situación más compleja la presenta Tunja con 182 casos de violencia sexual, es decir el 23,1% del total de casos de Boyacá. El incremento es notorio, en el año 2021 la ciudad había registrado 129 casos, lo cual conlleva a afirmar que en un año aumentó el 41,08% de casos, en verdad Tunja requiere repensar seriamente este fenómeno. Le sigue Duitama con 88 casos. Sogamoso (53), Puerto Boyacá (50), Chiquinquirá (38) y Moniquirá (33)

Boyacá requiere una conciencia ética, dentro de la sociedad y el Estado, para erradicar un fenómeno que afecta vidas y tejido social.

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