El caso se presentó en jurisdicción de Gachantivá y pudo salir a la luz gracias a la confianza que estableció la joven víctima con el sacerdote.
Estupefacta ha quedado la comunidad en Gachantivá al enterarse de un aberrante caso de abuso sexual en el que un sujeto, presuntamente, venía abusando de su hija de tan solo 11 años.
El caso se dio concretamente el pasado mes de julio cuando el sujeto llegó en estado de embriaguez y sometió a la niña. Su hermano, también menor de edad, sorprendió al sujeto en medio del acto, pero en medio de su inocencia y ante el desconocimiento del procedimiento a seguir, optó por permanecer en silencio.
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La víctima pensó en atentar contra su integridad producto del abuso, pero finalmente decidió acudir al monasterio de la vereda Quemados, en donde le contó al sacerdote, fuera de confesión, sobre lo ocurrido.
“El sacerdote es el que nos hace saber, obviamente que había generado la confianza con la niña que acudió a comentarle esta situación por el temor que esto genera”, señaló la Comandante de la Policía Metropolitana de Tunja, Coronel María Emma Caro Robles.
Una vez las autoridades tienen conocimiento del caso, se activa la ruta de atención por parte de la comisaría de familia de Arcabuco, poniendo en conocimiento los hechos ante la Fiscalía, la cual emite orden de captura inmediata.
El presunto abusador habría realizado amenazas en contra del sacerdote que reveló el caso.
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