Marina Pesca, quien asumió como secretaria de Ambiente, llegó para completar el grupo de 12 mujeres que cumplirán un papel fundamental en este cierre del gobierno de Carlos Amaya.
Quedan 8 meses para que culmine el mandato de Carlos Amaya, un periodo que para muchos fue positivo para el desarrollo del departamento. En el trascurso del mismo, Amaya ha destacado la participación de las mujeres en el gobierno, donde desde sectoriales estratégicas, ejercen una tarea trascendental en aras de cumplir a cabalidad las metas del Plan de Desarrollo.
A continuación, EL DIARIO trae a 12 mujeres que serán claves en este último año, el del Bicentario:
Adriana Camacho (secretaria de Integración Social): Es la encargada de impulsar proyectos y programas con el fin de fortalecer el sector social del departamento. Su tarea es de gran importancia debido a que tiene la responsabilidad de liderar una cartera que, tiene entre sus propósitos, velar por la mujer, la niñez, el adulto mayor, entre otros aspectos.
Daniela Assis Fierro (gestora social): La esposa del gobernador Carlos Amaya se ha caracterizado por liderar iniciativas en pro de la niñez, la familia y la salud. En este cierre de mandato será uno de los bastones de Amaya para materializar varios proyectos.
Ana Isabel Bernal (secretaria de Planeación): Ha estado prácticamente al frente de la estructura del Plan de Desarrollo. Su papel es fundamental para organizar temas de planeación para la consecución de recursos en el orden nacional, a través de proyectos y así lograr inversión para las regiones.
Natalie Manrique (secretaria de Gobierno y Acción Social): Su capacidad política le da las garantías para liderar procesos de la mano de las juntas de acción comunal, un sector estratégico para el progreso de los municipios.
Tania Jurado (asesora de Comunicaciones): Es la mente brillante detrás de la imagen del gobierno Amaya. Ha diseñado y planteado estrategias comunicativas de alto impacto. Para este año, su trabajo será más que necesario.
Sandra Parra (jefe de Prensa): Su labor es de vital importancia. Se encarga de manejar la información de las sectoriales y coordinar con los comunicadores para que las noticias salgan de la mejor manera. Su cercanía con medios departamentales y nacionales es clave para generar un eco de lo qué está pasando en este 2019.
Luz Mary Cárdenas (secretaria de Hacienda): Es la persona que maneja el presupuesto del departamento, una tarea de primer orden. Hacer un balance financiero y organizar los recursos para que todas las metas se cumplan, es su principal objetivo en este cierre de gobierno.
Alexandra Mariño (secretaria de Minas y Energía): Estar en permanente contacto con los sectores productivos se volvió su pan de cada día. Generar acciones para formalizar a los pequeños y medianos mineros es algo difícil, pero, no imposible. Materializar proyectos de energías alternativas y gasificación, es algo que se hará en el Bicentenario.
Marieta Ávila (gerente de la ESPB): El hecho de convocar a los municipios para que hagan parte del Plan Departamental de Aguas es una gestión loable, ya que, gracias a esto, los municipios acceden a recursos para red de alcantarillados, acueductos, y plantas de tratamiento de aguas residuales. Para este 2019, su labor será estratégica para el desarrollo de las provincias.
Gloria Palacios (asesora de Etnias): Un cargo nuevo para la estructura administrativa de la Gobernación. El trabajo para evidenciar las problemáticas de los grupos étnicos existentes se torna necesario debido a que hay una notable presencia de afrodescendientes y comunidades indígenas, las cuales requieren atención.
Marina Pesca (secretaria de Ambiente): Recién se posesionó en la sectorial. Se convirtió en la primera mujer en la historia de Boyacá en liderar una cartera ambiental. Su labor para este último año, será darle continuidad a programas de educación ambiental, protección de especies, además de estar en cercanías a las corporaciones ambientales.
Magda Núñez (Casa de Boyacá): Encabeza procesos de relaciones tanto nacionales como internacionales, desde un escenario como la Casa de Boyacá en Bogotá. Su gestión es fundamental en este cierre de mandato, debido a que se podrían conseguir recursos por medio de cooperación internacional con el fin de apalancar distintos proyectos.
