General Francisco de Paula Santander, 183 años de su muerte

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Por | Maestro Eduardo Malagón Bravo / Delegado Cultural de Puente de Boyacá

El General Francisco de Paula Santander, Héroe Libertador, fue vicepresidente de la República de Colombia en el período de 1819 a 1827 (Encargado del poder ejecutivo) y primer presidente de la República de la Nueva Granada (actual Colombia) entre 1832 y 1837, construyó el primer sistema de educación pública de Colombia al impulsar la creación de escuelas y universidades; entre ellos Colegio de Boyacá, y oficial insigne de la Policía de Colombia Nació en Villa del Rosario, 2 de abril de 1792 y muere en Bogotá, 6 de mayo de 1840.

Santander ingresó como recluta voluntario en las filas patrióticas y ascendió a Subteniente Abanderado del Batallón de Infantería de Guardias Nacionales, el famoso Batallón 5.º de la Unión.

En 1813 Santander participó inicialmente en la Campaña Admirable en la que Bolívar inicia sus acciones en territorio venezolano. Santander permanece en la población de La Grita, que había capturado por asalto en el combate de Angostura de La Grita el 13 de abril de 1813, en apoyo al coronel Manuel del Castillo, quien se negó a seguir hacia Caracas. Al final para evitar más discrepancias y por órdenes de Bolívar, le encomienda la defensa de los valles de Cúcuta.

En 1814 se convierte en coronel, y desde 1816 participa en el repliegue del ejército libertador en los llanos, junto con varios oficiales y las tropas dando a una etapa de resistencia bélica, sibien al inicio dura poco en la comandancia de este ejército debido a la resistencia de los soldados llaneros a ser dirigidos por un militar ajeno a la región y que previamente había rechazado por considerarse incompetente para dirigir a los llaneros rebeldes a la disciplina militar. Pero entonces, de acuerdo con el nombramiento de José Antonio Páez, enterró su espada en el suelo, declaró que prefería morir con ella enterrada antes que consentir que el nombramiento no fuera hecho adecuadamente y se ganó cierto respeto que también ganaría luchando al lado de Páez. Fue comandante de la segunda brigada de caballería, venciendo en la Batalla de El Yagual donde fue crucial, cargó violentamente, y asimismo lucharía lanza en mano en la campaña de los Llanos.

En 1818 es ascendido a general de brigada, y con experiencia como oficial de Estado Mayor y comandante, mandando entre otros los batallones «Piar», «Apure» y «Bajo Caroní», la segunda brigada de caballería o la primera división de línea del Bajo Caroní se le encomienda reorganizar las fuerzas en Casanare para la ofensiva final.

Santander siendo comandante del ejército de la Nueva Granada en los llanos orientales, Bolívar le escribe una carta, el 20 de mayo de 1819 desde Cañafístola, estado Apure en Venezuela informándole que ha decidido realizar la Campaña Libertadora de la Nueva Granada y le pide organizar las tropas en el mejor sitio, dando inicio al acontecimiento más importante de nuestra civilización; realizado en gran parte en tierras del actual departamento de Boyacá.

Cabe resaltar que, desde Tame, el 12 de junio de 1819, donde se integraron los ejércitos de Venezuela, la nueva Granada y la Legión Británica, Santander había sido designado comandante de la Vanguardia del Ejército Libertador, comandado por Bolívar, determinando con su avanzada el primer triunfo en la batalla de Termopilas de Paya o Reducto de Paya, como quedó registrado en la declaratoria de bien cultural que se concretó dentro de las actividades de la conmemoración del Bicentenario. Siendo herido en combate y reconocido por el propio Simón Bolívar por sus actuaciones en el Organizador de la Victoria de toda la Campaña Libertadora de 1819.

El 11 de octubre de 1819 Santander ordenó fusilar en la Plaza Mayor de Santa Fe al general español José María Barreiro con 37 compañeros. Barreiro le envió a Santander su diploma e insignias de masón de alto grado creyendo que era hermano, pero el general neogranadino solamente respondió: “¡La patria por encima de la masonería!”. Resultan extrañas estas afirmaciones, porque Santander era masón, sin embargo, renunció a las logias masónicas y en un artículo en «el Patriota» en 1823 Santander aseguró que «El hombre es primero ciudadano que masón, y como ciudadano tiene deberes muy estrictos y sagrados con la sociedad, y la autoridad temporal debe prohibir la sociedad de los francmasones si ésta, en lugar del compromiso a que se obliga de favorecerse y dar ayuda a sus hermanos, puede impedir la observancia de las leyes».

Hoy, desde Puente de Boyacá, rendimos tributo de veneración a quien de manera especial se le llama El Hombre de las Leyes y Organizador del triunfo de la Campaña Libertadora de 1819. En este sentido la historia le ha colocado en un pedestal muy significativo en este campo inmortal. Su egregia figura pedestre, empuñando la espada en su mano izquierda y las leyes en su mano derecha, muestra al Héroe Libertador, y contemplando el escenario emblemático de la victoria sobre el imperio español.

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