Fondo australiano compró concesión vial Briceño-Sogamoso: ¿otra vez nos negociaron como ganado?

Foto Archivo | Hisrael Garzonroa
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De acuerdo con la información oficial, un fondo de inversión australiano, Macquarie Capital, que es uno de los inversionistas más grandes del mundo en infraestructura, compró la participación mayoritaria de la concesión de la Doble Calzada Briceño-Tunja Sogamoso que venía en manos de los pastusos Solarte y Solarte.

La pregunta que surge inmediatamente es si con este nuevo negocio, del cual no se ofrecen las cifras de la transacción, sucedió lo mismo que lo que hicieron con la Empresa de Energía de Boyacá; es decir, negociarnos a los boyacenses como ganado en la plaza.

Resulta que el 31 de diciembre de 2011, cuando se hizo la transferencia de la empresa de energía de Boyacá a los nuevos dueños, un fondo de inversión canadiense, siendo el total de usuarios en ese momento unos 450 mil, y habiéndose vendido la empresa en 810 mil millones de pesos, cada usuario fue transado, más o menos, por 1 millón 800 mil pesos. Luego de 8 años y medio, a mediados de 2019, los canadienses revendieron la empresa por 2.6 billones de pesos y los usuarios solo se incrementaron a unos 480 mil, lo que quiere decir que nos negociaron a razón de unos 5 millones 700 mil pesos-usuario.

En este caso de la negociación de la BTS, la pregunta es si estamos ante la misma figura, lo que no se sabe dado que en la información de la Casa de Nariño no se estipula el valor de la transacción; solo se limitan a decir que por esta vía se desplazan unos “17 millones de usuarios al año”.

Las nebulosas informaciones del gobierno

Leído el texto emanado de Presidencia, se nota que se trata de decir de todo para no precisar nada. Lo importante que dice es que “el Gobierno Nacional anunció la adquisición de la concesión Briceño-Tunja-Sogamoso (BTS) por parte del grupo financiero Macquarie Capital; que la transacción no sólo permitirá continuar ejecutando obras e inversiones en este importante corredor entre Cundinamarca y Boyacá, sino que inyectará recursos al sector infraestructura para continuar con la reactivación liderada por el Presidente de la República, Iván Duque”.

Nada sobre la almendra del negocio, que es ¿cuánto vale el recaudo de los peajes?, si de eso sobra algo y para qué; ¿qué compromisos adquiere el nuevo concesionario?, si van a prolongar el tramo que falta hasta Sogamoso, si se van a construir los viaductos que los pastusos no quisieron hacer, como son los casos de la intersección en la vía a Cómbita, que une la doble Calzada con la vía a Bucaramanga, o la salida a Soracá; si se harán los puentes peatonales que tampoco han hecho y las variantes de Paipa y Duitama que están pendientes. Nada de esto es materia de las consideraciones de la información.

La información de glamour: “Macquarie Capital  es uno de los inversionistas más grandes en infraestructura del mundo. Esta firma tiene presencia en Estados Unidos, Europa, Asia y Australia, lo que reafirma la confianza que el mercado internacional tiene en el país y en las políticas que ha venido implementando el Gobierno”.

Y luego el autoelogio que tampoco dice nada: “Desde el Gobierno Nacional, en un esfuerzo por continuar con el fortalecimiento de la infraestructura del país, hemos trabajado conjuntamente con Macquarie en este proceso y, de acuerdo con las conversaciones que hemos llevado a cabo, como parte de su adquisición, la compañía se comprometió a invertir en la mejora de todos los tramos de la carretera; expandiendo la calidad de sus servicios y financiando su operación y mantenimiento para así ofrecer una mejor vía a más de 17 millones de usuarios por año.”, dijo la Ministra de Transporte, Ángela María Orozco. El anterior discurso corresponde a lo que se supone son las obligaciones mínimas de quien tenga la concesión.

El comunicado termina en lo esencial anunciado que “Macquarie Capital acordó la adquisición de la participación mayoritaria de la concesión Briceño-Tunja-Sogamoso (BTS), una carretera de 206 Kilómetros (km) que conecta Briceño y Sogamoso” y que “el acuerdo está sujeto al cumplimiento de aprobaciones y condiciones rutinarias y se espera se perfeccione en la primera mitad del 2020”.

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1 COMENTARIO

  1. En cualquier pais civilizado, cuando termina la concesión, los activos resultado de la misma pasan a manos del estado. Entonces, lo lógico es que desmontaran algúnos peajes o bajaran la tarifas. Es claro que el valor de la inversión mas la utilidad esperada del concesionario ya fue superado con creces. POR FAVOR BOYACENSES ABRAMOS LOS OJOS. NOSOTROS YA PAGAMOS CON CRECES ESA VIA Y NO PODEMOS PERMITIR QUE NOS LA SIGAN COBRANDO «per secula seculorum»

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