El Palacio de Justicia, 6 y 7 de noviembre de 1985, 48 horas de horror, 34 años de silencio

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No es correcto escribir, murieron, porque los murieron; tampoco decir, las personas que se desaparecieron, porque los desaparecieron; hay que llamar las cosas como son, asesinados y desaparecidos.

Foto: Archivo personal

Por : Jhonathan Leonel Sánchez Becerra / Historiador

Han pasado demasiados años desde que el 6 de noviembre de 1985, un grupo de 35 militantes del Movimiento Revolucionario 19 de Abril, M-19, se tomaron el Palacio de Justicia con la intención de someter a un juicio público al presidente de la República Belisario Betancur Cuartas, como lo expresó Gustavo Petro, por haber incumplido, entre otros, el acuerdo de cese al fuego, resultado de los primeros diálogos entre la Comisión de Paz del gobierno, las FARC-EP y ese grupo insurgente, firmados en la Uribe (Meta) y el Hobo (Huila), en 1984. 

Asimismo es posible mencionar como antecedentes, los asesinatos de varios miembros del partido político Unión Patriótica – UP y el atentado a Antonio Navarro Wolff en mayo de 1985 en Cali. 

Desde la historia oficial, también es demasiado tiempo desde aquel 7 de noviembre del mismo año, cuando un batallón del Ejército y algunos miembros de la Policía Nacional, retomaron el control del Palacio, para: Defender la democracia maestro, según declaró el coronel Luis Alfonso Plazas Vega. 

Además señalaron altos mandos de las Fuerzas Armadas de la época, que la intención de los guerrilleros no era otra que la de quemar los documentos que estaban haciendo trámite para la aprobación de la extradición a los Estados Unidos de Norteamérica, de los culpables por delitos de narcotráfico y así evitarla. 

Lo cierto es que como resultado de la toma y la retoma del Palacio de Justicia, fueron asesinadas aproximadamente 90 personas, 12 magistrados, entre los que se incluyó, al presidente de la Corte Suprema Dr. Alfonso Reyes Echandía y 11 más que fueron desaparecidos, empleados de la cafetería y visitantes desafortunados. 

Reportes de la Fiscalía General de la Nación y de alguna señora informal, señalan que no hubo desaparecidos en aquella época porque ahí han ido apareciendo, pero se les olvida subrayar que, al interior de tumbas que se creían pertenecían a otras personas que ahora pasan a ser desaparecidas, dicho de otra manera: la tragedia continúa. 

No es correcto escribir, murieron, porque los murieron; tampoco decir, las personas que se desaparecieron, porque los desaparecieron; hay que llamar las cosas como son, asesinados y desaparecidos. 

Desde 1990 el caso del Palacio de Justicia, hace trámite en la Corte Interamericana de Derechos Humanos – CIDH, que a la fecha ha proferido varias sentencias, que se pueden consultar a través de internet. Por otra parte, en el año 2005 y por iniciativa de la Corte Suprema de Justicia, se creó la Comisión de la Verdad para investigar los mismos hechos. 

Como resultado de los esfuerzos en la búsqueda de la verdad y, acatando la Sentencia de 14 de noviembre de 2014, proferida por la CIDH, el 6 de noviembre del año 2015, al cumplirse 30 años de la infamia. El presidente de la República Juan Manuel Santos Calderón, en ceremonia pública en el luctuoso recinto de la justicia, en Bogotá, manifestó: Hoy reconozco la responsabilidad del Estado colombiano y pido perdón, tratando de contribuir con ese sencillo acto a la reivindicación de las víctimas, pues la CIDH encontró que se cometieron violaciones de derechos humanos por parte de las Fuerzas Armadas de Colombia en dichos actos de retoma del Palacio. 

Ahora resulta indignante que por el influjo y los intereses, tal vez provenientes del mismo sector que niega La masacre de las bananeras de 1928. Se diga que no hubo desaparición forzada de personas en los hechos del Palacio de Justicia; entonces, la pregunta es: ¿fueron desapariciones voluntarias? Es decir; ¿las personas se murieron así mismas y después se marcharon solas a sus fosas comunes? Esto podría ser un capítulo más de Cien Años de Soledad. 

Según la Constitución Política de Colombia de 1991, el Estado es el garante de la vida, la seguridad y los bienes de los colombianos y especialmente, reza el Artículo 12, nadie será sometido a desaparición forzada, a torturas ni a tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes. 

En conclusión, es deber de una sociedad coherente que anhela la dignidad, reconocer, que es la Memoria el nuevo campo de batalla intelectual y seguir exigiendo que se investigue hasta que sean conocidos los victimarios y la verdad sea develada. Finalmente, sugiero algunos textos para comprender mejor la efemérides vergonzosa del Palacio de Justicia que por contraste, fue escenario de la ignominia y la injusticia.

*CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS CASO RODRÍGUEZ VERA Y OTROS (DESAPARECIDOS DEL PALACIO DE JUSTICIA) VS. COLOMBIA SENTENCIA DE 14 DE NOVIEMBRE DE 2014. http://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_287_esp.pdf 

*CorteIDH_CP-37/14 Español. Comunicado de Prensa. Corte Emite Sentencia en el Caso de los Desaparecidos del Palacio de Justicia. http://static.iris.net.co/semana/upload/documents/Documento_411787_20141210.pdf 

*Consejo Superior de la Judicatura, Corte Suprema de Justicia, LIBRO BLANCO: 20 AÑOS DEL HOLOCAUSTO DEL PALACIO DE JUSTICIA, Legis S.A. Bogotá, 2005. 

* Valbuena García Laura, LITERATURAS DE LA TOMA DEL PALACIO DE JUSTICIA. La tragedia entre la historia y la literatura, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, 2015. http://www.bdigital.unal.edu.co/53835/1/1032409108.2015.pdf 

*El Palacio de Justicia – History Channel. https://www.youtube.com/watch?v=uqY9AK3BehQ 

*Hagamos Memoria: Los desaparecidos del Palacio de Justicia. 28 años después (CANAL CAPITAL). https://www.youtube.com/watch?v=FqmnJF10f8E 

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