El Gobierno ha generado la peor destrucción de riqueza por el impuesto inflacionario

Foto: Archivo / Vía @carlosamayar
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Por | Zully Orozco – Economista e investigadora – Economista Liberal y apartidista

La economía colombiana se recupera a un ritmo sorprendente. El más reciente informe sobre el Producto Interno Bruto del DANE, situó el crecimiento en 7,5% para 2022. Sin embargo, resulta particularmente notorio, que el Gobierno atribuya más como causa principal de este importante despegue, los excepcionales beneficios que derivan de mantener los precios de las materias primas por las nubes, que los excesivos estímulos fiscales y monetarios inyectados sobre la economía por más de dos años.

La realidad es que toda la recuperación basada en estímulos ha dejado dos males inevitables: Primero, un enorme entorno de inflación que ha producido un empobrecimiento de las clases medias por la destrucción del valor real de los ahorros y los salarios. Y segundo, un excesivo déficit fiscal que ha tirado y tirado de emisión de deuda y que según palabras de los propios estatistas: “no se podrá reducirse de otra manera que subiendo impuestos”, lo que significa una reducción aún mayor del ingreso real disponible de las personas.      

El gobierno ha creado el peor de los escenarios para un estancamiento, utilizando las peores políticas: inflación y aumento de impuestos.

Las estimaciones actuales le apuntan a que las personas seguirán perdiendo capacidad adquisitiva durante todo el año debido a que la inflación continuara siendo elevada. Según cálculos del DANE, solo en el mes de enero, la inflación alcanzó un máximo de 13,25%, esto significa 6,31 puntos porcentuales más a la registrada en enero del año 2022 (6,94%). Por lo anterior, el Emisor ha reiterado su compromiso por contrarrestar el creciente aumento de los precios subiendo tipos, pero claro, cuando la inflación interanual del IPC sobrepasa el 13%, ¿quién puede creerle?.

El consenso de la mayoría de analistas, ubican la inflación al finalizar 2023 en el 8,90% y en 4,99% en 2024 (Davivienda Corredores), claramente el Banco se encuentra muy lejos aún de su meta arbitraria del 3%. Es evidente que el Planificador Monetario ha sufrido una grave pérdida de confianza del público.

La brecha entre la inflación estimada y la inflación percibida se ha ampliado sustancialmente, porque, mientras en Banco espera que la inflación toque techo en algún momento, la percepción de la mayoría de los ciudadanos es distinta. Ven como día a día están perdiendo permanentemente poder adquisitivo por la destrucción del valor de la moneda que se vuelve insuficiente para permitirles mantener sus niveles de gasto y ahorro reales.

El gobierno no crea crecimiento imprimiendo dinero, lo destruye, no crea riqueza emitiendo deuda para financiar el gasto público, la dilapida. Sí estas fueran las recetas para que los países crecieran, Argentina y Zimbabwe serían las economías más desarrollas del mundo.

La única razón por la que el Gobierno actualmente tolera tanta inflación es porque se beneficia: Los impuestos indirectos al consumo como el IVA y el impuesto directo a la renta, se ajustan automáticamente al incremento de la inflación, generando un aumento significativo de la base tributaria del gobierno por el mayor recaudo de ingresos.

Al emitir masa monetaria sin  control, el Gobierno no solo hunde en el impuesto inflacionario al sector privado, sino que además y para colmo de males, confisca buena parte de su riqueza cuando eleva tasas, puesto que al subir tipos, modifica la rentabilidad relativa de los bonos soberanos haciéndolos más atractivos frente a las acciones, trasfiriendo masivamente inversión del sector productivo al improductivo. Es justamente lo que está sucediendo en el mercado accionario colombiano actualmente. El mercado accionario continuara rezagándose y siendo una fuente de captación de recursos  insuficiente para las corporaciones mientras las tasas de interés estén altas.

El gran problema es el Gobierno, que siempre estafa a las personas con sus ideas intervencionistas de beneficiar a las clases desfavorecidas, cuando en realidad, confisca buena parte de la riqueza de toda la ciudadanía. Lo anterior es finalmente lo que sucede, cuando exiges más Gobierno. Un inmenso aparato burócrata y extractivita que captura rentas de aquellos que generan riqueza y crean empleo, a fin de crear una burocracia mayor e ineficiente que administra los supuestos beneficios que nunca recibes.

Una inflación anual acumulada del 8,90% al finalizar 2023, significa otro año perdido, un camino seguro a mayor empobrecimiento.

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