El futuro de Amaya dependerá de las decisiones que tome y del papel que le asignen en las campañas

Foto | Vía @cuestion_p
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Aunque Carlos Amaya fue una de las grandes sorpresas de la campaña política a la Presidencia de la República, su camino para mantenerse como gran protagonista de la política nacional es tortuoso. Por ahora tendrá que apoyar al ganador de la consulta de Centro Esperanza, Sergio Fajardo, coalición que logró una votación muchísimo menor que las de Pacto Histórico y Equipo Colombia.

¿Qué hará Carlos Amaya a partir de esta semana después de lo logrado ayer en las urnas?

Amaya tiene el compromiso de apoyar la candidatura de Sergio Fajardo, ganador la consulta de la Centro Esperanza, tal vez ‘darse codo’ con Juan Manuel Galán, Alejandro Gaviria y Jorge Enrique Robledo para ser protagonista entre tantos egos y esperar a que esa coalición logre una de las dos mayores votaciones en la primera vuelta para pasar a la segunda.

Amaya hizo un papel decoroso como candidato de esa coalición hacia el primer cargo de la Nación; hace tres dos meses era el menos conocido a nivel nacional; comenzó de quinto en las encuestas, pasó al cuarto lugar, ayer estuvo punteando la coalición en varios de los boletines de la Registraduría e incluso muchos llegaron a pensar que ganaría; pero al final apenas fue superado, por menos de 20 mil votos, por Juan Manuel Galán y le ganó al exministro y exrector de los Andes Alejandro Gaviria y al exsenador Jorge Robledo, uno de los más destacados políticos de la izquierda de todos los tiempos.

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Adicionalmente, el exgobernador y candidato Amaya fue entrevistado en todos los medios de comunicación del país, participó activamente en los debates y en muchas respuestas se destacó y fue considerado, junto con Francia Márquez, como una gran sorpresa de la contienda.

Sin embargo, ahora a Amaya le tocará ‘ponerse el overol’ en favor de Sergio Fajardo y la tarea de llevar al exgobernador de Antioquia hasta la segunda vuelta presidencial parece muy complicada.

El problema es que el Centro Esperanza logró la menor votación de las tres coaliciones que se midieron el domingo en lo que podía considerarse como la primera de tres vueltas por la Presidencia de la República.

Fajardo apenas logró 722.801 votos; mientras que Federico Gutiérrez, del Equipo Colombia, sacó 2’158.370 votos; y Gustavo Petro, del Pacto Histórico, conquistó casi cuatro millones y medio de votos. Es decir que Fajardo comienza perdiendo y su coalición podría ser perdedora.

Entonces, ¿qué le corresponde hacer a Amaya?: complicado. Primero, Amaya es mucho más ágil, locuaz e inteligente que Fajardo, pero no debe opacarlo. Segundo, debería tener un papel destacado en la campaña, pero eso no solo depende que los otros excandidatos lo permitan sino que el candidato oficial de la coalición quiera tenerlo a su lado, lo que parece complicado y no porque Amaya no tenga los méritos para ello.

Dentro de la coalición Centro Esperanza Amaya consiguió casi 200 mil votos en Boyacá y casi 250 mil por fuera del departamento, pero ahora le va a quedar muy complicado tratar de transferirle al paisa ese respaldo de los boyacenses.

El primer gran problema para Amaya es que Fajardo no pase a segunda vuelta y, el segundo, que Petro llegue a ganar en primera, como pronostican algunos.

Si Fajardo pierde en primera vuelta, Amaya puede terminar tratando de que le abran un espacio en las toldas de Gustavo Petro, pero allá podría no ser bien recibido. Por ejemplo, Pedro José Suárez Vacca, elegido como el único congresista de Boyacá por el Pacto Histórico, es uno de los más grandes críticos de Amaya; y una situación muy parecida es la que se registra con César Pachón, también militante del Pacto Histórico y muy cercano a Petro.

Amaya ya dijo que si le toca escoger entre Federico Gutiérrez y Gustavo Petro, prefiere al segundo, pero toca esperar que el candidato del Pacto Histórico lo reciba con los brazos abiertos y eso también parece complicado.

Ahora, si Fajardo pasa en la primera vuelta, gana en la segunda y se convierte en Presidente, para Amaya sería como ganarse lotería. Seguramente estará en ese gobierno incluso como ministro y desde allí podría ayudarle a su departamento y de esa forma seguir fortaleciéndose aquí políticamente para ser el jefe político de Boyacá por 10 o 15 años más.

También podría proyectarse de nuevo como candidato a la Presidencia de Colombia. Al fin y al cabo Amaya es un hombre muy joven; apenas tiene 37 años.

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