El FIC 2018 propuso nuevos elementos en el componente de danza

A la izquierda: Servilio Peña Aponte, gestor cultural de la región del Occidente.
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Terminó la versión 46 del FIC y varios sectores de la población, consideran que hubo avances significativos, especialmente en el componente de danzas.

Para el presente año, el Festival escuchó los planteamientos de Servilio Peña Aponte, un gestor cultural de la región del Occidente, con amplio conocimiento del movimiento social y cultural que germinó   en esta zona de Boyacá, luego de los acuerdos de paz firmados hace tres décadas.   Este profesional en Planeación para el Desarrollo, llegó al FIC, con una nueva mirada del quehacer de la danza, de sus instituciones y de sus actores.

En dicho sentido, el Festival se propuso este año, generar una dinámica renovadora que le permitiera, a la danza, dialogar, reflexionar e interactuar con otras áreas, como: patrimonio, literatura, medio ambiente, historia y fundamentalmente, construir escenarios de paz y de convivencia.

El componente de danzas del FIC, en la primera jornada   se propuso   exaltar las manifestaciones de la oralidad colombiana que fueron declaradas “patrimonio de la humanidad” por la UNESCO.  Básicamente,  las “cantaoras del litoral”  y los “cantos de vaquería”  de los llanos.  Y   por eso, se dedicó una noche de gala en el Teatro Maldonado, a mostrar lo mejor de los grupos del litoral pacífico, de la llanura colombiana y de la compañía de Flamenco Carmen Tort de España.


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También, este festival dedicó un espacio para agrupaciones de danza provenientes del Páramo de Santurbán (Corporación Jizca de Piedecuesta) y de la Laguna de Fúquene (Corporación “Danzas de los Andes”),   ambos con mensajes urgentes sobre la conservación y recuperación de estos recursos.  Esto, en la segunda  noche de gala dedicada a “la vida, al agua y a los páramos”,   que llenó las expectativas de los asistentes.

El  área de danza del FIC exaltó el legado de  Francisco  José  de Caldas, el botánico, el científico y prócer,  en sus 250 años de natalicio. Y por eso, contó con la presencia de grupos folclóricos de Aguadas-Caldas, de México y de Duitama, en una jornada más, cargada de colorido, alegría y movimiento.

Y el último día, el FIC   dedicó un lugar de privilegio a las juventudes con sus nuevos formatos aplicados al arte danzario. La  cuarta noche, en el Teatro Maldonado, fue la oportunidad para apreciar,  en toda su esencia, a los jóvenes como dinamizadores de la PAZ.  Y fue allí, donde tuvieron  espacio  el hip-hop, break dance,  salsa, ritmos afro, los formatos urbanos,  las fusiones  de danza contemporánea y  nuevos contenidos para  jóvenes.

En declaraciones a este medio, Servilio Peña Aponte expresó su satisfacción  por  el éxito del Festival. Resaltó los progresos  en  la  programación descentralizada, la concurrencia de público a los espectáculos de calle y  la especial  aceptación  que tuvo la Caravana FIC Pa´l Pueblo”, una  idea  que trascendió las expectativas, porque  tuvo un metodología  participativa e incluyente. Porque  democratizó   la cultura en  distintas  provincias  del departamento  y  porque  permitió  llevar,  a distintos rincones de Boyacá,  un abrazo  y un mensaje de convivencia,   a partir de las  artes.

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